Dentro del ámbito de los posgrados online es un tanto habitual toparse con algunas falsas creencias que ponen en duda la integridad de esta clase de estudios.
El hecho de que algo tan importante como lo podría ser un postgrado pueda ser cursado desde casa, ha provocado el surgimiento de distintos mitos alrededor de ello, los cuales veremos y refutaremos a continuación.
Cuando se trata de estudiar un posgrado virtual, la calidad general de tal programa es uno de los primeros factores que se suelen cuestionar. Entre algunas de las preocupaciones más comunes, están:
Sin embargo, la calidad de un postgrado no está sujeta a la modalidad de estudio (online o presencial), sino más bien a la institución directamente. Una escuela virtual de calidad será capaz de ofrecer a sus estudiantes una educación tan excelente como si de forma presencial se tratase.
Además, es usual que un buen centro educativo proporcione información sobre el profesorado a cargo de un determinado postgrado (señalando su experiencia profesional y académica), indique su modelo educativo, presente el temario correspondiente de cada programa y la tecnología que tiene a disposición para enseñar (como el campus virtual).
Una de las ventajas más destacables de estudiar un postgrado es la oportunidad de incrementar la red de contacto profesional, ya que ello permite, entre otros beneficios, promover el perfil del alumno, crear relaciones de trabajo y acceder a nuevas oportunidades.
Si bien es cierto que al no estar en contacto físico con los profesores y los demás estudiantes el networking puede ser más complicado, conseguirlo no es imposible.
Aunque sea de forma online, todavía es posible generar conexiones con los docentes, quienes generalmente tienen una gran trayectoria profesional en distintos campos relacionados al posgrado; y con los estudiantes, quienes son el segundo grupo más importante a la hora de crear contactos por el hecho de que comparten caminos similares.
Desde luego, tales intenciones deben ir acompañadas de un gran esfuerzo en los estudios, lograr buenos resultados y causar una buena impresión al profesorado.
Así mismo, participar activamente con los compañeros dentro de clases y conectar con ellos a través de otros medios (como redes sociales), es también una buena forma de ampliar la red de contactos.
Además, algunas instituciones educativas suelen organizar eventos presenciales, los cuales son una excelente oportunidad para tener un acercamiento mayor con el profesorado, los compañeros y otras personas del sector.
Los títulos ofrecidos por estudiar un posgrado en línea tienen la misma validez que aquellos que se cursan en modo presencial.
El prestigio, la oficialidad y el reconocimiento internacional de las titulaciones dependen de cada posgrado y centro educativo. Esta información suele estar disponible en las fichas de los programas o, en caso contrario, puede ser consultada a través de los medios de contacto que brinda la institución.
Además, el hecho de estudiar de forma online o presencial no es un dato que se especifique en los títulos, puesto que no es relevante.
Así mismo, a la hora de contratar, los empleadores tienden a fijarse más en las habilidades que adquirió el candidato del posgrado, que en cualquier otra cosa.
Aunque no es ninguna novedad que para cursar un posgrado vía online se requieran de ciertos conocimientos en tecnología, estos son básicos y el uso de las herramientas se pueden aprender en pocos días.
Estas herramientas pueden ser propias de la institución (como su plataforma de estudio) o externas a ella (como Zoom). En ambos escenarios, el aprendizaje de tales tecnologías es relativamente sencillo con un mínimo de esfuerzo.
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