Si bien es cierto que una maestría presenta ciertos desafíos a la hora de estudiarla, cuando se trata de cursarla vía online, las dificultades cambian ligeramente.
Evidentemente, no es lo mismo estudiar de forma presencial que de forma virtual. Ambas modalidades presentan sus respectivas ventajas y desventajas, y dependiendo de cuál es el caso, se afronta de una manera u otra.
En esta ocasión, veremos los retos más destacables de abordar una maestría desde la distancia.
Cuando los estudios son remotos, uno de los retos más habituales se encuentra en la parte de la organización. Lograr compaginar efectivamente la vida profesional y/o personal con la académica no siempre es tan sencillo, sobre todo para aquellos que tienen más responsabilidades en su día a día. Y si a ello le sumamos el compromiso que exige una maestría, la complejidad aumenta.
Por suerte, gestionar el tiempo es algo que se puede aprender y mejorar con la práctica, haciendo posible compatibilizar distintos aspectos de la vida (trabajo, ocio, familia, etc.) con los estudios.
El hecho de no tener contacto físico con los profesores y compañeros, puede provocar en los estudiantes una sensación de soledad.
Sin embargo, las escuelas online suelen ofrecer multitud de herramientas que impulsan a los estudiantes a implicarse más en los estudios y, a su vez, a generar relaciones con los otros alumnos y con los profesores. Todo ello combinado, ayuda a mitigar en gran medida el inconveniente de sentirse aislado durante el curso.
Estudiar una maestría virtual implica que los estudiantes deban aprender nuevas tecnologías que son necesarias en la educación a distancia. Esto puede resultar más sencillo para aquellos que ya cuenten con experiencia manejando este tipo de herramientas. No obstante, para las personas que no tienden estar involucradas con la tecnología, esto les puede resultar un poco más difícil al principio.
Además, hay que tener en cuenta que están las herramientas externas a la institución (como Zoom) y están las herramientas propias de la escuela (como el campus virtual).
Afortunadamente, aprender a manejar estas tecnologías son relativamente fáciles, por lo que no suelen ser un problema mayor si se le dedica un mínimo de esfuerzo y tiempo.
La responsabilidad que conlleva estudiar algo tan significativo como lo podría ser una maestría es innegable. Sin embargo, mantener un alto nivel de compromiso durante toda la etapa académica puede ser difícil de conseguir, y más aún si no se poseen los principios para llevarlo a cabo y hacer que perdure a través del tiempo.
La responsabilidad está estrechamente relacionada con la organización (comentada en el primer punto). Por tal motivo, empezar por tener unos buenos hábitos de estudio, aunado a una conducta disciplinada y constante, es una excelente forma de cimentar las bases del compromiso.
Tener a disposición un espacio agradable para estudiar puede ser un reto para muchos, pero necesario para afrontar con éxito un curso de tal importancia como una maestría. Las características que debe tener un buen lugar de estudio, son las siguientes:
El Centro Europeo de Postgrado posee un amplio catálogo de maestrías en líneas de diversas áreas: Programas online.
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