El marketing financiero se entiende como una función de gestión, que se centra en la adaptación de las actividades financieras y comerciales del inversor (vendedor) a la incertidumbre del mercado financiero.
En las condiciones actuales, los participantes de los mercados financieros (bancos, compañías de seguros, etc.) persiguen ciertos objetivos para los que se utilizan herramientas de marketing. Los objetivos de dicho marketing son: obtener el máximo beneficio, conseguir una mayor participación de mercado frente a los competidores, desarrollar nuevos productos y servicios, formar una imagen positiva de la organización en la mente de los clientes y el público.
El marketing financiero se ocupa de estudiar las características de la demanda de activos financieros y su valor, los factores que afectan a la demanda, el nivel de su satisfacción y la aplicación de las propuestas. Este tipo de marketing permite a los sujetos de los mercados financieros gestionarlos, elaborar estrategias de desarrollo, nuevos productos y servicios, implementar ventas, política de precios y un sistema de promoción.
El marketing financiero incluye los siguientes tipos:
El propósito del marketing financiero es la formación de nuevos activos y mercados financieros, la expansión o la preservación de la participación de mercado de la organización. Esto afecta al volumen de ingresos por la venta de activos financieros, la tasa de rendimiento del capital invertido y la rentabilidad.
Tareas del marketing financiero:
El marketing financiero desempeña varias funciones:
El aspecto distintivo del marketing financiero es que un mismo participante en el mercado puede ser vendedor y comprador de activos financieros al mismo tiempo.
La política de producción o de productos es la básica en el marketing financiero. Es la política de una organización en relación con los productos y servicios que se ofrecen en el mercado financiero. La política de productos garantiza que las decisiones adoptadas y las medidas tomadas para crear y gestionar una cartera de servicios y productos, para encontrar segmentos objetivos, así como para mantener la competitividad de los productos y servicios financieros a un nivel adecuado.
La creación y aplicación de la política de productos básicos de las instituciones financieras requiere el cumplimiento de ciertas condiciones:
En el proceso de formación de las políticas de productos de las empresas financieras, se presta especial atención al desarrollo de una gama de productos y servicios. La creación de surtidos es un proceso continuo que se lleva a cabo a lo largo del ciclo de vida de un producto o servicio financiero. En la planificación del surtido es necesario tener en cuenta las necesidades de los clientes, así como la calidad de los productos y servicios.
La política de precios de las instituciones financieras es coherente con los objetivos de la empresa e implica la selección de un método y una estrategia de precios adecuados para cada producto o servicio. Esto incluye el establecimiento de ciertas tarifas, tasas de interés, costo del servicio o producto, etc.
El precio se calcula en base a los costos reales de la organización financiera por sus actividades, así como a factores del entorno interno y externo. El precio es un factor clave en la elección del consumidor de una compañía financiera.
La política de ventas de una organización financiera consiste en tomar decisiones sobre la selección de canales para la venta de productos y servicios. Se distingue entre el canal de venta directo e indirecto, lo que implica la presencia de intermediarios.
La política de promoción incluye un conjunto de comunicaciones de comercialización y medidas para formar la imagen de las organizaciones financieras. Utilizan un conjunto tradicional de herramientas de promoción: publicidad, ventas personales, promoción de ventas y relaciones públicas.
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