La felicidad no se puede planear, porque nadie sabe lo que le espera en el siguiente paso, pero cuando de aprendizaje personal se trata, la mayor parte del éxito depende de la capacidad de planificación. Cuanto más claro sea el plan, más control se podrá mantener sobre todo el proceso educativo, así como ver cuán cerca se está del resultado previsto: cuánta información se ha aprendido y cómo se ha asimilado.
La tarea de la primera etapa es hacer una lista de los conocimientos que se pretenden aprender y de las habilidades que se desarrollarán. Para ello, es necesario comprender el objetivo final y dividirlo en varios componentes, por ejemplo, las lecciones. Esto se llama planificación estratégica: se piensa en cada lección a detalle y se decide lo que se quiere lograr al final de cada una de ellas.
Luego se pasa a la planificación táctica. La idea de esto es que se piense muy cuidadosamente sobre lo que se hará en cada lección. Esto debe incluir la búsqueda y el procesamiento de la información necesaria para la lección, su estudio, así como la realización de tareas de prueba y ejercicios prácticos, si los hubiera.
La tarea de la segunda etapa es distribuir el tiempo que se planea asignar para el aprendizaje independiente. Inicialmente, se debe determinar la cantidad total de tiempo que se dedicará a todo la entrenamiento, por ejemplo, seis meses. Entonces se debe guiar por los puntos del plan, que se han esbozado en la etapa anterior.
Por ejemplo, si se está seguro de que el material necesario se dominará en 360 horas, resultará que se necesitan estudiar 3 horas al día 5 días a la semana: 3 horas * 5 días = 15 horas * 4 semanas = 60 horas * 6 meses = 360 horas. Los cálculos a la inversa pueden hacerse de la misma manera, pero es necesario saber exactamente cuánto tiempo se requiere para dominar el material y cuánto tiempo se tiene generalmente. Por ejemplo, si se sabe que se tienen seis meses, y que el material se aprenderá 100% en 360 horas, se tendrá: 360 horas/6 meses = 60 horas por mes/4 semanas = 15 horas por semana/5 días (porque se necesitan 2 días de descanso) = 3 horas por día se necesitan para estudiar.
Además, es muy importante tener en cuenta que el tiempo que se dedique al estudio del material dependerá también de la cantidad de información que se reciba.
La tercera etapa no es menos importante que las dos anteriores. Su tarea consiste en identificar las formas y métodos que se utilizarán en la formación, así como las fuentes de información (internet, libros, tutoriales, materiales de vídeo o audio para el aprendizaje), los dispositivos y las herramientas (PC, computadora portátil, teléfono inteligente, cuadernos, bolígrafos, marcadores, lápices) que se utilizarán con ese fin. Pero si las fuentes de información y las herramientas son simples, vale la pena mencionar los métodos con más detalle.
Tradicionalmente, los métodos de enseñanza se dividen en tres grupos:
Además de estos métodos, que se consideran fundamentales, existen los auxiliares. Estaos incluyen:
Método pasivo. Por lo general implica una percepción pasiva de la información, cuando, por ejemplo, un profesor explica a los alumnos el material, controla el proceso de lección y comprueba el grado de asimilación de la información por parte de los alumnos. Pero en este caso este método no es el más adecuado, porque estamos hablando de autoaprendizaje. La única forma de utilizar este método es empleando materiales de audioy video cuando son oyentes o espectadores pasivos.
Método activo. Por lo general se entiende por método de enseñanza activo a la interacción dinámica de los estudiantes con el profesor. En una situación de autoaprendizaje, el método activo encuentra su expresión en la búsqueda y el procesamiento de datos independientes, la elaboración de notas, el uso de mapas mentales, diagramas de flujo, etc.
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