Si alguna vez has recibido tu nómina y te has sentido perdido entre tantos términos técnicos, códigos y cifras, este artículo es para ti. Entender una nómina puede parecer complicado al principio, pero una vez que conoces sus partes y el significado de cada concepto, se convierte en una herramienta poderosa para controlar tu situación laboral y financiera.
En este artículo te explicamos cómo leer una nómina paso a paso, cómo saber si tu nómina está bien, cómo interpretar el salario bruto, neto y tu base de cotización, entre otros conceptos importantes.
La nómina es el documento que las empresas entregan de manera obligatoria a los empleados de manera mensual con toda la información sobre su salario. En ella se refleja información como datos de la empresa y del trabajador, el tipo de trabajo realizado, el periodo de tiempo trabajado y la cantidad económica que recibe el empleado, de forma desglosada.
Este documento es el recibo de pago de tu salario, pero también el justificante de tu aportación a la Seguridad Social y de las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
La nómina debe ser firmada tanto por la empresa de manera obligatoria, por lo que tiene valor legal en caso de realizarse alguna reclamación laboral.
Este documento es importante no solo por ser el reflejo de lo que cobra un trabajador al mes, también sirve para demostrar tus ingresos ante una entidad financiera, para solicitar una ayuda pública o para calcular tu pensión futura. Por todo esto, es esencial aprender a interpretarla correctamente y comprobar que refleja correctamente tu derecho laboral.
Saber cómo entender una nómina no solo te ayuda a saber cuánto cobras realmente. Te permite:
Una nómina está estructurada en varias secciones que, aunque pueden variar ligeramente entre empresas, suelen seguir un formato estándar: encabezado, devengos, deducciones, líquido a percibir, sellos y firmas.
De forma obligatoria, la nómina debe indicar los datos básicos de la empresa y del trabajador para que pueda constar ante el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Estos son los datos mínimos que deben aparecer en el encabezado:
Indica el periodo que abarca la nómina (normalmente, un mes natural).
Los devengos representan el conjunto de percepciones que recibe el trabajador, y constituyen el salario bruto. Se dividen en dos grandes grupos:
Las percepciones salariales son todos aquellos conceptos que la empresa abona como compensación por el trabajo realizado. Son ingresos sujetos tanto a cotización como a tributación. Los más habituales son:
Estas percepciones no se consideran una remuneración directa por el trabajo, sino una compensación por gastos o situaciones específicas. La mayoría están exentas de IRPF y no cotizan, aunque existen ciertos límites. Entre ellas destacan:
Todas estas percepciones deben estar claramente diferenciadas en tu nómina. Esta distinción no solo permite entender mejor tu salario real, sino que también influye directamente en tus cotizaciones y en el cálculo de prestaciones futuras.
En esta parte de la nómina puedes ver las cantidades que se restan del salario bruto: las aportaciones del empleado a la Seguridad Social y las retenciones por IRPF. Se dividen en deducciones obligatorias y deducciones voluntarias:
Deducciones obligatorias: se aplican a todos los trabajadores para contribuir al sostenimiento del sistema público de protección social:
Deducciones voluntarias: aunque no siempre aparecen, también pueden incluirse deducciones de carácter voluntario como:
Nota: La cotización a FOGASA corre a cargo exclusivo de la empresa, por lo que no debe aparecer como deducción del trabajador.
Si te preguntas cómo saber tu base de cotización en la nómina, debes fijarte en una sección específica donde aparecen reflejados los importes sobre los que se aplican los diferentes porcentajes de cotización a la Seguridad Social. Estas bases son fundamentales porque determinan cuánto cotizas y, por tanto, qué prestaciones puedes recibir en caso de baja, desempleo, jubilación, etc.
Existen distintas bases de cotización, cada una correspondiente a un concepto específico:
Es la base sobre la que se calculan las aportaciones para cubrir situaciones como enfermedad común, maternidad/paternidad, jubilación o incapacidad permanente. Se obtiene sumando el salario base, complementos salariales y prorrata de pagas extraordinarias, excluyendo conceptos como horas extras. Importante: esta base no incluye las horas extraordinarias ni las percepciones no salariales (como dietas, plus de transporte o indemnizaciones), ya que estas no cotizan por contingencias comunes.
Incluye todos los conceptos computables para la base de contingencias comunes más las horas extraordinarias. Sirve para calcular las cotizaciones destinadas a cubrir riesgos profesionales, como accidentes de trabajo o enfermedades laborales.
Se calcula de forma independiente y únicamente incluye el importe de las horas extraordinarias realizadas. Estas cotizaciones tienen tipos diferentes, ya que no cubren las mismas prestaciones que las cotizaciones por contingencias comunes o profesionales.
La base de cotización no solo determina cuánto cotizas, sino que influye directamente en:
En resumen, entender tu base de cotización te permite saber si estás cotizando lo suficiente para acceder a ciertas prestaciones y planificar mejor tu futuro laboral y económico.
La diferencia entre los devengos (ingresos brutos) y todas las deducciones aplicadas da lugar al salario neto, es decir, la cantidad que efectivamente recibe el trabajador en su cuenta bancaria.
Para que la nómina sea válida, debe estar firmada por el responsable de la empresa. La firma del trabajador no es obligatoria, salvo que se haga entrega física como justificante de recepción.
Total devengado: 1.391,67 €
Deducciones:
Total deducciones: 160 €
Salario neto: 1.231,67 €
Base de cotización (sin horas extra ni plus no salarial): 1.266,67 €
Para saber si tu nómina es correcta:
Si tus pagas extra están prorrateadas, verás una línea mensual donde se incluye una parte proporcional de las pagas extra. Si no lo están, las cobrarás en junio y diciembre (por norma general).
Debes comunicarlo al departamento de RRHH o a tu responsable directo lo antes posible. Si no se corrige, puedes presentar una reclamación ante la Inspección de Trabajo.
Sí. Suma todas las percepciones salariales y excluye las no salariales. Ese será el importe sobre el que se aplica el porcentaje de cotización.
Saber cómo entender una nómina paso a paso es fundamental para tener el control sobre tus ingresos y tus derechos laborales. Aunque al principio pueda parecer un documento difícil de descifrar, con un poco de práctica y conocimiento, aprenderás cómo interpretar una nómina sin problemas.
Desde CEUPE, te animamos a seguir formándote para crecer en tu carrera profesional. Entender tu nómina es un paso más hacia una gestión financiera consciente y responsable.
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