Los residuos de plástico desechados se encuentran en todas partes. Inclusive en lugares donde no deberían estar: bosques, plazas, zonas de recreación, masas de agua. Bajo condiciones naturales, el plástico se descompone lentamente y produce compuestos tóxicos peligrosos en el suelo y el agua. Los avances tecnológicos hacen posible reciclar las botellas de plástico sin dañar el medio ambiente, dándoles una segunda vida.
Las botellas y tapas de plástico son un recurso reciclable. Es preciso que seamos prudentes en este aspecto.
Pueden marcar una verdadera diferencia. En algunos lugares del mundo suelen haber contenedores independientes en los supermercados, donde los clientes pueden depositar las tapas de botellas que ya no tienen uso. Esto a veces con motivo de una colecta masiva para ayudar a niños que necesitan operaciones costosas. Algunas empresas de reciclaje de plásticos suelen contribuir a su financiación, ya que suelen ocuparse toneladas de tapas de plástico.
De este modo, el niño recibe un tratamiento costoso, a la vez que la naturaleza se libera de toneladas de residuos plásticos y la empresa de reciclaje se abastece de materia prima para reciclar.
Existen varias opciones para reciclar las botellas de plástico: peletización, reciclaje químico y pirólisis. Pero para entender el procedimiento, vale la pena considerar la opción clásica de reciclaje. Esta incluye varios pasos:
Las técnicas de granulación tienen como objetivo obtener una materia prima limpia a partir de las botellas. El material resultante se utiliza en la producción de:
Organizar un proceso de peletización requiere costos de equipamiento. Por lo tanto, es ventajoso utilizarlo para eliminar grandes volúmenes. El proceso de producción de copos de plástico limpios incluye los siguientes pasos:
Sólo una vez que se ha completado el ciclo de reciclaje, la materia prima resultante se envía para su procesamiento.
El reciclaje químico consiste en transformar las botellas en su material original:
Tiene sentido instalar el equipo en grandes vertederos con alta rotación. De lo contrario, los costes superarán los ingresos, lo que no es rentable para los gestores del reciclaje.
La técnica del reciclaje químico es muy común en Europa y Estados Unidos, donde existe una cultura de recolección selectiva de residuos.
La descomposición térmica como método de eliminación incluye:
La conversión térmica de los residuos se utiliza para producir compuestos de bajo peso molecular para su posterior conversión en combustible para la maquinaria. Para ello, se utiliza:
Para reciclar las botellas de plástico y convertirlas en combustible, se necesitan catalizadores adicionales. Por lo tanto, el costo de establecer este tipo de producción aumenta.
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