Pedagogía y teatro del oprimido

“Si con otras herramientas pedagógicas trabajamos todas las inteligencias gracias también a los contenidos que proponemos, con el teatro lo hacemos estructuralmente, por la esencia misma del mecanismo teatral.”

Recomendación previa, leer:

• Preámbulo al teatro educativo

 Educación, oprimidos y resiliencia

Dos autores y sus teorías nos guían en este punto. Educador el primero y dramaturgo el segundo, han impulsado la idea de la relación liberadora entre educación y teatro al servicio de la gente, el pueblo o los oprimidos como solían definirlo en aquella época. Suyas son las ideas de pedagogía del oprimido y teatro del oprimido, que apuntan a su liberación mediante estos medios.

Paulo Freire (1921-1997)

P. Freire fue un pedagogo brasileño y educador social, considerado uno de los teóricos sociales más importantes en el siglo pasado. Su pedagogía está cargada de contenido crítico y social, y se fundamenta en cómo la sociedad construye su sistema educativo. Freire, a través de su pedagogía, cuestiona la justicia social, cómo se vive, y cómo esta realidad afecta a los problemas del día a día en la escuela. Freire considera que lo que sucede en las aulas es lo que está sucediendo en la vida. A ese principio dialogante con el mundo se le conoce como el pedagogo de los oprimidos y su obra como la pedagogía de la esperanza.

Su influencia no se circunscribe tan solo a Latinoamérica, sino también a Europa y África. A principio de los sesenta, cuando en Brasil era un requisito saber leer y escribir para votar, pudo aplicar su programa de alfabetización y el éxito de su método llevó el gobierno brasileño a implantarlo en muchas regiones rurales del país. Tuvo que parar su programa, emigrar y exilarse por razones políticas y por causa de las dictaduras. Desde el exilio, sus obras y teorías conocieron el éxito internacional hasta su vuelta a Brasil.

Entre sus ideas claves están:

• La alfabetización crítica, también conocida como alfabetización liberadora: el pensamiento pedagógico de Freire, así como su propuesta para la alfabetización de adultos, que inspiraría los principales programas de alfabetización en Brasil a comienzos de los años sesenta.

Freire elaboró una propuesta de alfabetización cuyo principio básico era: “La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”. Su objetivo es, incluso antes de iniciar el proceso de alfabetización, llevar al educando a asumirse como sujeto de aprendizaje, como ser capaz y responsable; así como también sobrepasar la compresión mágica de la realidad y desmitificar la cultura letrada, a la cual se está iniciando.

• La concepción bancaria, donde el estudiante se ha visto sometido a aprender una serie de conocimientos desde un punto de vista puramente mecánico, sin comprensión alguna. Freire describe algo que Gardner denomina la mente lógica (una mente que engulle pero que no digiere; Las cinco mentes del futuro, de H. Gardner). Así, con esa indigestión de conocimiento, difícilmente se puedan revelar contra el mundo.
• La dialogicidad: esencia de la educación como práctica de libertad. El diálogo es un fenómeno humano por el cual se nos revela la palabra. El diálogo es el eje de la comprensión, sin este no hay mediación con el mundo. La mediación se nos revela mediante un equilibrio permanente entre acción y mente. El diálogo es el método con el cual trasformamos el mundo.

Augusto Boal (1931- 2009)

Fue un dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño, conocido por el desarrollo del teatro del oprimido, método y formulación teórica de un teatro pedagógico que hace posible la transformación social.

Después de formarse en EUA, vuelve a Brasil, donde, el encuentro con las teorías de Freire genera la idea de un teatro pedagógico con la misma finalidad de la pedagogía del maestro.

El teatro del oprimido también es deudor a las teorías del teatro épico de Bertolt Brecht y sus ideas sobre la identificación (el teatro clásico que “falsea” nuestra realidad para identificarnos con los actores) y el extrañamiento (teatro que despierta la crítica a través de la sensación de lejanía respecto al personaje). En el teatro del oprimido encontramos muchas líneas de trabajo, como son el teatro periodístico, el teatro legislativo, el teatro invisible, el teatro imagen, el teatro fórum…

Todas estas fórmulas son acciones dramáticas en esencia, acciones para la transformación que ayudan al sujeto a despertar, crear y formular movimientos reales que le conduzca a la liberación interior. El teatro fórum es quizás la más conocida y ha encontrado aplicación en la sensibilización en el ámbito de la cooperación internacional, por ejemplo.

El hijo, Julián, dirige la fundación que lleva el nombre del padre y el ITO (Instituto por el Teatro del Oprimido) que continúa proponiendo talleres y haciendo investigación en el sentido indicado por su fundador.

El libro de Augusto Boal (2004), Juegos para actores y no actores, explora técnicas, juegos y dinámicas múltiples que se han hecho imprescindibles para la dramatización pedagógica con actores no profesionales.

Estos ejercicios son también fundamentales en nuestra propuesta pedagógica.

Declaración de intenciones e intereses del teatro del oprimido

1. El objetivo básico del teatro del oprimido es humanizar a la humanidad.

2. El teatro del oprimido es un sistema de ejercicios, juegos y técnicas basado en el teatro esencial, para ayudar a los hombres y a las mujeres a desarrollar lo que ya poseen dentro de sí mismos: el teatro. Teatro esencial.

3. Todo ser humano es teatro.

4. Teatro se define como la existencia simultánea -en el mismo espacio y contexto- de actores y espectadores. Cada ser humano es capaz de observar la situación y de observar a sí mismo en situación.

5. El teatro esencial consiste de tres elementos: teatro subjetivo, teatro objetivo y el lenguaje teatral. 

6. Cada ser humano es capaz de actuar: para sobrevivir, necesariamente tenemos que producir acciones y observar esas acciones y sus efectos sobre el mundo exterior. Ser humano significa ser teatro: la coexistencia del actor y el espectador en el mismo individuo. Esto es el teatro subjetivo.

7. Cuando seres humanos se limitan a la observación de un objeto, una persona o un espacio, negando su capacidad y necesidad del actuar, la energía que sería usada para actuar se transfiere sobre aquel espacio u objeto, creando un espacio subjetivo en el espacio físico que ya existía: es el espacio estético. Esto es el teatro objetivo.

8. Todo ser humano usa, en su vida cotidiana, el mismo lenguaje que los actores usan sobre el escenario: sus voces, sus cuerpos, sus movimientos y sus expresiones traducen sus ideas, emociones y deseos en el lenguaje teatral.

9. El teatro del oprimido ofrece a cada uno el método estético para analizar su pasado, en el contexto de su presente, y para poder inventar su futuro, sin esperar por él. El teatro del oprimido ayuda a los seres humanos a recuperar un lenguaje que ya poseen. Aprendemos como vivir en la sociedad jugando al teatro. Aprendemos como sentir, sintiendo; como pensar, pensando; como actuar, actuando. El teatro del oprimido es un ensayo para la realidad.

10. Llamamos oprimidos a los individuos o grupos, que son socialmente, culturalmente, políticamente o, por razones de raza o sexualidad o en cualquier otra manera, desposeídos de su derecho al diálogo, o impedidos de ejercer este derecho.

11. Diálogo se define como el intercambio libre entre personas libres, individuos o grupos. Significa la participación en la sociedad humana con iguales derechos y con respeto mutuo de diferencias.

12. El teatro del oprimido se basa en la premisa de que todas las relaciones humanas debiesen ser de un tipo dialógico: entre hombres y mujeres, entre razas, familias, grupos y naciones, el diálogo debiese siempre prevalecer. En realidad, todos los diálogos tienen la tendencia de transformarse en monólogos, los cuales crean la relación opresores-oprimidos. Reconociendo esta realidad, el principio fundamental del teatro del oprimido es el de ayudar a restaurar el diálogo entre seres humanos.

Fuente: OITO, Organización Internacional del Teatro del Oprimido: [http://www.theatreoftheoppressed.org].

Hoy en día, alrededor de medio siglo desde el momento en el cual se generaron estas ideas y definiciones, continuamos utilizado y actualizando estos principios a nuestra realidad; la opresión ha cambiado de forma, desafortunadamente no ha desaparecido, y necesitamos otras definiciones.

Apostamos por el teatro de la resiliencia (y su pedagogía relacionada), que es el término que ha sustituido progresivamente al concepto de resistencia (tan en boga a finales del siglo pasado) y que evoca una postura activa, igualmente resistente pero conceptualmente menos influida por el núcleo del conflicto y su superación.

Continuación...