Retrato de un empleado ideal

Es difícil escribir un retrato de un empleado ideal, porque cada empleador ve a un buen empleado a su manera. Sin embargo, todavía es posible rastrear tendencias generales y describir cualidades personales clave que son importantes al solicitar un trabajo. Siga leyendo para averiguar qué se valora actualmente en un empleado.

Un equipo cuidadosamente seleccionado es importante para cualquier empresa. Después de todo, la efectividad del desempeño de toda la empresa, sus ganancias, su reputación en el mercado y la estrategia para un mayor desarrollo dependen del trabajo de cada empleado.

Cualidades de un empleado ideal

° Actuación: Todo jefe quiere ver en su equipo a una persona que esté lista para cumplir rápidamente las órdenes del liderazgo y no posponerlas indefinidamente.

° La calidad del trabajo realizado: Cualesquiera que sean los títulos, diplomas, certificados y habilidades que tenga un empleado, en primer lugar, se valora la calidad del desempeño de las funciones oficiales y el resultado de su trabajo principal.

° Atención a los detalles:El gerente aprecia mucho a un empleado que presta atención a los pequeños detalles: ya sea una cifra en un informe o una frase correctamente formulada en la correspondencia comercial. No es ningún secreto que incluso el más mínimo error a veces puede costar mucho.

° Habilidades de trabajo en equipo: En una empresa de pleno derecho, el empleado ideal debe ser claramente consciente de los valores corporativos, ver los objetivos del empleador, tratar a sus colegas con amabilidad y estar dispuesto a ayudarlos. Hoy en día, el trabajo en TI a menudo implica la presencia de una habilidad como la capacidad de trabajar en un equipo, tanto pequeño como en un equipo de personas de 50 personas. Una persona que comparte la visión de la organización y es leal a los requerimientos del empleador es una “adquisición” muy valiosa.

° Ganas de aprender algo nuevo: Solo dicho solicitante se considera prometedor, y es en su currículum donde el reclutador prestará atención en primer lugar. Después de todo, un empleado que mejora constantemente sus habilidades está listo para crecer con la empresa.

° Habilidades de liderazgo: El trabajador ideal debería ser capaz de tomar decisiones de forma independiente y poder tomar medidas decisivas. Por supuesto, todas las tareas estratégicamente importantes se resuelven al más alto nivel. Sin embargo, esto no significa que el subordinado esté obligado a coordinarse con la gestión de cada una de sus acciones y molestar al jefe con tonterías. Lo que distingue a un verdadero profesional de un trabajador común es la capacidad no solo de realizar cualitativamente las tareas que se le asignan, sino también de hacer adiciones racionales a los detalles de su trabajo.

° Iniciativa: Las adiciones al flujo de trabajo están directamente relacionadas con este rasgo característico del empleado ideal: la capacidad de tomar la iniciativa. Después de todo, el líder es, ante todo, una persona viva y también tiene derecho a cometer un error. Sucede que no siempre ve la situación o se enfoca en tareas secundarias. Por lo tanto, el subordinado no solo puede, sino que también debe ofrecer sus propios métodos, ideas frescas para resolver las tareas asignadas, y no quedarse de brazos cruzados, esperando instrucciones preparadas para la acción.

° Motivación: La presencia de las metas del solicitante y el deseo de lograr algo será un argumento adicional a su favor. Después de todo, esa persona realizará su trabajo de manera cualitativa, dominará habilidades adicionales y trabajará para obtener resultados.

° Entusiasmo: Una persona que trabaja bajo presión nunca se convertirá en la base de un equipo sólido. Un empleador no pondrá sus esperanzas en un empleado que no está interesado en el éxito de la empresa, por lo que es poco probable que un solicitante pasivo pueda realmente interesar a un gerente de reclutamiento.

° La capacidad de mantener la calma en cualquier situación: Los reclutadores buscan personas que puedan mantener la compostura incluso en situaciones estresantes causadas, por ejemplo, por la presión constante, la multitarea o los plazos ajustados. Solo un empleado así podrá completar la tarea con alta calidad, no la dejará a la mitad bajo la influencia de emociones momentáneas y no pondrá en peligro el éxito de todo el proyecto.