CIENCIAS
PRL: Amenaza de bomba
Cuando una persona recibe un aviso de bomba, se pondrá en contacto inmediatamente con el jefe de emergencia. Este se trasladará al puesto de mando y, una vez recogida la información, tomará las decisiones pertinentes.
Las amenazas de bomba pueden recibirse de distintas maneras: por teléfono, por mensaje escrito, etc. Estadísticamente, lo más probable es que el aviso se presente por medio telefónico. De tal forma que nos podemos encontrar con la posibilidad de que el telefonista de la centralita se encuentre hablando inesperadamente con un terrorista. Lo más importante, al recibir la amenaza, es extraer la mayor cantidad de datos posible.
Para ello, hay que tratar la llamada como una llamada normal y conservar la calma, se debe intentar conseguir los dos datos de máxima importancia:
- Localización exacta del artefacto.
- Hora exacta a la que estallará.
Las reacciones de una persona que recibe una amenaza suelen ser defensivas. Sin embargo, pueden cambiarse los papeles y conseguir que el terrorista actúe a la defensiva.
Algunas medidas efectivas pueden ser:
- Simular que la línea no funciona correctamente y que los ruidos no permiten oír bien.
- Dudar de la autenticidad de la llamada, con el fin de que se suministren datos más convincentes.
- Para verificar si la amenaza es verdadera, preguntar si la bomba está colocada en un lugar inexistente. Si dice que sí, sabremos que probablemente se trata de una falsa alarma.
En función de quién haga la llamada, se pueden presentar las siguientes situaciones:
- Que la llamada la haga directamente un anónimo comunicando haber colocado un artefacto: raramente se dará esta situación de información tan escueta; si se avisa, se pretende crear inquietud. Lo lógico es que se dé más información. Con esta llamada tan escueta, corre el riesgo de que no se le tome en serio y, por tanto, que no se tomen medidas de precaución alguna. Esto puede desembocar en que, si verdaderamente el artefacto existe y explosiona, ocasione víctimas, cosa que puede no desear el comunicante. Ante una situación así, es difícil dar normas generales de actuación, ya que depende del control del medio, de nuestras instalaciones y de la situación ambiental del momento. No se puede ordenar una evacuación general en ese momento. Nuestra actuación se fundamentará en:
- Comunicación de la llamada a la policía.
- Búsqueda y localización preventiva, por medio de la fuerza de vigilancia.
- No se puede ordenar una evacuación general con ligereza.
- Si la evacuación parcial (de las zonas no controladas) es factible, sin hacer grandes despliegues, sería recomendable hacerla.
- Que la llamada la haga un anónimo o que se identifique con una determinada banda terrorista: comunicando la existencia de un artefacto explosivo en un lugar concreto que va a estallar en un momento determinado. Ante esta situación, se debe:
- Comunicar la llamada a la policía.
- Evacuar el lugar y las zonas próximas al lugar indicado.
- Efectuar la búsqueda y localización preventiva, por medio de la fuerza de vigilancia.
- La búsqueda será suspendida durante aproximadamente 15 minutos, antes y después de la hora fijada para la explosión, y se reanudará la búsqueda transcurrido dicho tiempo.
- Una vez finalizada la búsqueda exhaustiva y después de estar totalmente seguro de la inexistencia del artefacto, podrá reanudarse la actividad normalmente.
- En caso de localizar el artefacto sospechoso, habrá que tomar una serie de medidas con el objeto de disminuir los daños que pudieran ocasionar en caso de explosión.
- Que la llamada proceda de una tercera persona: o de una entidad (radio, periódico, etc.), comunicando la existencia de un paquete sospechoso que afecte a otras personas o dependencias. En este caso, se tomará el nombre de la persona que avisa y el número de teléfono desde el que lo hace, rogándole que no se aleje, para así hacer una comprobación de la llamada. Si esta comprobación resultase una falsa alarma, ha de pensarse, en un principio, que el objetivo de la llamada fue provocar el pánico y el sentimiento de inseguridad, aunque no deben dejarse de tomar precauciones, como pueden ser:
- Comunicación a la policía.
- Búsqueda y localización preventiva las zonas comunes, por parte de la fuerza de vigilancia.
- No llamar la atención.
En cualquier caso, la decisión de proceder a una evacuación no es fácil. Por un lado, no se debe dejar de hacer si la amenaza es real; por otro, no se pueden abandonar las instalaciones cada vez que suene el teléfono.
Una evacuación es en sí misma una situación de riesgo ya que, por ejemplo, una evacuación mal conducida en tiempo o lugar, puede conducir a los ocupantes del edificio al lugar donde se produzca la explosión. Es por esto que las zonas comunes y las vías de evacuación deben ser los primeros lugares para hacer la búsqueda y localización dentro del edificio.
Las dos condiciones más importantes a la hora de tomar la decisión de evacuar son:
- Tiempos: tiempo que falta para la explosión y tiempo que tardamos en efectuar la evacuación. En cuanto al tiempo como factor en la toma de decisiones de una evacuación, debemos conocer, en primer lugar, cuánto tardamos en realizar una evacuación total del edificio (este dato se obtiene de los simulacros) y, en segundo lugar, debemos acortar los tiempos de toma de decisiones mediante una buena organización interna. Estos tiempos son:
- Tiempo desde que se produce la llamada hasta que es notificada al jefe de emergencias.
- Tiempo de toma de decisiones: llamadas exteriores, comunicaciones internas, etc.
- Tiempo de localización del artefacto sospechoso.
- Tiempo de fase de alerta.
- Tiempo de fase de alarma.
- Tiempo de llegada de la presencia policial.
- Tiempo de control de la policía del perímetro de seguridad.
- Tiempo de evacuación del edificio.
- Tiempo de evacuación de un sector del edificio o instalación.
- Credibilidad: credibilidad de la amenaza y sus efectos. En cuanto a la credibilidad de la llamada y sus efectos como factor condicionante en la toma de decisiones, tendremos en cuenta los siguientes factores:
- Es aconsejable la evacuación cuando existe una amenaza y, a través del mensaje, se desprende que pertenece a un grupo terrorista capaz de llevar a cabo la amenaza. Tenemos que considerar que suelen comunicar y reivindicar sus acciones por canales casi fijos.
- Es aconsejable la evacuación cuando nos encontramos ante una campaña terrorista desatada en una determinada zona, o ante determinados intereses, y se están sufriendo sus consecuencias.
- Es aconsejable la evacuación cuando, habiéndose recibido una amenaza de bomba y en las primeras medidas de búsqueda y localización preventiva, se ha encontrado un objeto sospechoso que lo identificamos con la amenaza.
- Cuando se ha descubierto un objeto sospechoso que relacionamos con la amenaza, en ningún caso pensaremos que es el único artefacto posible en la instalación o edificio.
- Si se ha localizado el artefacto sospechoso y hemos tomado la decisión de la evacuación, la iniciaremos en ese sector.
La evacuación será total cuando:
- Se ha recibido el mensaje terrorista, se ha verificado por vía policial su autenticidad y no se ha localizado el artefacto.
- Cuando el objeto es de grandes dimensiones o está colocado en un lugar tal que puede multiplicar sus efectos.
La evacuación será parcial cuando:
- El objeto sea de pequeñas dimensiones y sus efectos estén controlados.
- El objeto esté localizado en un lugar que no afecte más que a una determinada zona o a una distancia tal que los efectos de la explosión no puedan afectar más que a su área.
La búsqueda y localización preventiva de artefactos explosivos la llevará a cabo la fuerza de vigilancia, hasta la llegada de las unidades de desactivación de explosivos, y se pondrán bajo sus órdenes. La búsqueda y localización se hará empezando por el exterior de la instalación y después hacia el interior. La distancia a recorrer será de 10 a 15 metros en los alrededores del edificio.
Se debe buscar, preferentemente, en los lugares comunes de la instalación, después en las escaleras y vías de evacuación, después en los lugares donde más daños puede causar la explosión; si no se ha encontrado nada, se seguirá por el resto de la instalación.
Si se encuentra algo, se dirá “paquete sospechoso”, y nunca “artefacto explosivo” o similar. De igual modo, nunca se dirá, después de revisar una zona, que en esta “no existe artefacto explosivo alguno”, en su lugar se dirá que “no se ha descubierto paquete sospechoso alguno”.
La fuerza de vigilancia deberá tener la formación adecuada en materia de explosivos y en los procedimientos de búsqueda y localización. La fuerza de vigilancia no podrá negarse a actuar bajo las órdenes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que la ley les obliga, como auxiliares de los mismos, a seguir sus instrucciones en cualquier materia relacionada con el objeto de su protección.
De igual manera, no podrán negarse a realizar la búsqueda y localización preventiva bajo las órdenes del jefe de seguridad o jefe de emergencias, ya que su inacción pondrá en peligro la seguridad de las personas y bienes que le han sido encomendados.
Misiones del personal que atiende el teléfono:
- Atender la llamada como cualquier otra, prestando la máxima atención a todos los detalles.
- Tomar nota del mensaje recibido procurando que sea textual.
- Observar el tono de voz, si el interlocutor intenta desfigurarla y si se trata de hombre o mujer.
- Tratar de descubrir si la llamada se efectúa desde un teléfono público o privado. Incluso, si fuera posible, diferenciar si es urbana o interurbana.
- Intentar que repita el mensaje una vez concluido, aduciendo interferencias o problemas de audición y comprobar si coincide exactamente.
- Anotar todos los datos, así como la hora en que se produce la llamada y su duración.
- Llamar inmediatamente al jefe de emergencia o al jefe de intervención.
- Evitar toda acción u omisión que pueda hacer cundir la alarma.
- No abandonar el puesto de trabajo hasta recibir la orden oportuna.
- Rellenar el formulario de amenaza de bomba.
Comentarios