Una de las necesidades más importantes a las que tienen que atender los Estados, es mantener una representación oficial fuera de sus fronteras. Esta representación, que puede tener carácter permanente o no, tiene como objetivo fomentar las relaciones bilaterales en todos los aspectos posibles entre el estado acreditante y el país que le recibe; o entre el estado que representa y una determinada organización internacional.
El derecho de los estados a enviar representantes a otros estados, se le denomina, Derecho de Legación. Si un estado ejercita el derecho a enviar un representante residente a un determinado país para ejercer relaciones, se considera que ejerce un derecho de legación activo. Si un estado ejercita el derecho a recibir representantes residentes, se considera que ejerce el derecho de legación pasivo.
En el mundo de las relaciones internacionales, la norma que rige el comportamiento de los Estados en este sentido, está basada en la reciprocidad, es decir, los países de mutuo acuerdo, deciden establecer embajadas recíprocamente en los países, ejerciendo así su derecho de legación, activo y pasivo.
A propósito de lo que acabamos de comentar, al Estado que envía el representante se le denomina Estado Acreditante, y el que recibe se le denomina Estado Receptor. Un Estado puede acreditar a un mismo jefe de misión para ante dos o más Estados, esto es sin duda marcado por las condiciones y necesidades que haya en los países, en este caso, el jefe designado podemos decir que no tiene una residencia fija, sino que se va moviendo entre los países según necesidades y estrategia interna.
La misión diplomática es el órgano especializado más destacado al que recurren los Estados y las organizaciones internacionales para mantener relaciones estables entre los países.
A esta organización básica, las embajadas pueden agregar una serie de secciones adicionales como pueden ser: Agregaduría Legal, una Agregaduría Naval etc. Cada Estado decide sobre los departamentos que tendrá su Misión Diplomática en función de las necesidades que considere que tendrá en ese país. Lo que está claro que es cuanto mayor sea la colonia de residentes, posiblemente la estructura tenga cierto grado de complejidad.
Los diplomáticos, sus familiares, el personal, y los locales que ocupan, gozan de ciertos privilegios e inmunidad acordados entre los Estados, y que se conceden, no en beneficio de las personas, sino para poder facilitarles su labor. Tener inmunidad no significa que se puedan incumplir las leyes del estado receptor, pero sí tienen ciertas prerrogativas sobre el resto de los ciudadanos por su condición.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Marketing
Marketing
Marketing
La Escuela de Negocios Online se posiciona en el Top 3 de LATAM.
Comentarios