“La visión es un requisito previo e imprescindible, es la imagen mental del estado futuro y posible de un proyecto, que resulta atractivo para todos los que intervienen en su ejecución; es la imagen clara de la situación futura, que mejora el estado actual, de ahí que la misma proceda de la realidad.”
Para gestionar el cambio es importante reconocer las siguientes fases:
Fase de puesta en marcha y desarrollo:
Fase de crisis y superación:
Fase de obtención de resultados:
Fase de consolidación y del nuevo cambio:
El grado de insatisfacción generado, el enfoque con el que se plantee y el proceso para llevarlo a cabo deben tener en conjunto, el impacto y la fuerza suficientes para soportar el coste del cambio, sobre todo para aquellas personas que pierden con el cambio (colaboradores o grupos de interés).
Poder: Los mayores cambios repercuten en el poder los grupos y sus directores que pierden poder normalmente se resisten a los cambios. Uno de los problemas más importantes con los que se enfrenta el promotor del cambio, es la resistencia al mismo.
Parafraseando a Maquiavelo: “Nada más difícil de emprender ni más peligroso de conducir que tomar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de cosas, porque el cambio tropieza con la hostilidad de todos aquellos a quienes les sonrió la situación anterior y sólo encuentra tibios defensores en quienes esperan beneficios de la nueva”.
Capacidad: los nuevos modelos requieren nuevas capacidades y hacen que las otras se vuelvan obsoletas. Para esto es necesario un nuevo equipo de personas y capacidad para el proceso. El miedo a perder las habilidades en las que uno a ha confiado para llegar al éxito puede verse amenazada.
Relaciones: La seguridad y la comunidad en el trabajo diario provienen de una red de relaciones confiables que se ha desarrollado. Los cambios en las disposiciones organizativas requieren nuevas relaciones, lo que hace que las redes anteriores resulten obsoletas.
Recompensas: Muchos cambios implican reubicaciones de los individuos, cambios de cargos y prebendas, cambios en la clasificación de las tareas asignadas al nuevo puesto, cambios en la escala de pagos y de compensaciones.
Identidad: los cambios significan modificaciones totales o parciales en los roles, del director y los colaboradores en la trama social de la organización, esto puede acarrear crisis personales de identidad. Los empleados para quienes el trabajo es fundamental para sostener su ego son particularmente vulnerables a tener una pérdida de autoestima.
Para concluir, el cambio no debe considerarse como un episodio independiente del contexto, los procesos y la historia de la organización. El cambio, es un conjunto de cambios simultáneos que implican una multitud de transiciones. Las mismas pueden durar mucho tiempo.
La gestión del cambio es un proceso complejo por sus características sistémicas, cuando afectamos una variable del sistema afectamos otras, es como un efecto dominó.
Los directivos deben realizar dos tareas simultáneamente: manejar la crisis y continuar monitoreando las actividades corrientes. Para ser un líder del cambio, el gestor debe generar consenso, flexible, realista buen negociador, mantener la tolerancia a la ambigüedad, baja aversión al riego, apertura para el aprendizaje, disposición afectiva alta, gran nivel de exigencia y perseverancia.
Continuará...
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