El concepto de fabricación ágil (o agilidad en fabricación) fue originalmente introducido en el informe "21st Century Manufacturing Enterprise Strategy" (Goldman y Nagel, 1991), publicado por el Iacocca Institute de la Universidad de Lehigh (USA).
La fabricación ágil fue propuesta como una opción para gestionar las empresas en un mundo dinámico y, desde ese momento, el concepto ha sido adoptado y está siendo utilizado por gran número de investigadores, directivos y consultores que lo consideran la última de las etapas en la evolución de los modelos o sistemas de producción.
En la actualidad la fabricación ágil está recibiendo un considerable interés, a pesar de la gran confusión existente respecto a las explicaciones e interpretaciones del concepto. Además, el hecho de que la fabricación ágil sea un concepto multidimensional y con diferentes facetas ha motivado que hayan aparecido numerosas definiciones de la misma por parte de diversos autores, cada una de las cuales trata de enfatizar una dimensión o aspecto particular. Por tal motivo se puede apreciar una variedad de visiones en la literatura sobre lo que es la fabricación ágil.
Respecto a sus resultados, la fabricación ágil no sólo se basa en la flexibilidad y la capacidad de respuesta al cliente, sino que también considera prioritarios la reducción del coste, la calidad de los productos y la prestación de los servicios demandados por los consumidores (Gunasekaran, 1999; Gunasekaran y Yusuf, 2002).
De este modo, los fabricantes ágiles son fabricantes flexibles, capaces de ofrecer productos de alta calidad a un coste reducido, con un servicio superior y mejores condiciones de entrega (Jain y Jain, 2001).
En consecuencia, la fabricación ágil supone una ruptura clara con el modelo de trade-offs o incompatibilidades entre los diferentes objetivos o prioridades competitivas de fabricación, permitiendo el desarrollo simultáneo de capacidades o fortalezas en todos ellos.
En cuanto a su implementación, la fabricación ágil se considera un concepto que integra organizaciones, personas y tecnologías en una unidad con significado gracias al despliegue de tecnologías de información avanzadas y estructuras organizativas que potencian el desarrollo de habilidades creativas de la dirección y la fuerza de trabajo y la cooperación intra e interempresarial.
De hecho, la fabricación ágil se logra integrando en una organización con una estructura de gestión innovadora una base de trabajadores altamente formados, motivados y con poder de decisión, que realizan su trabajo en equipo, con el apoyo de tecnologías flexibles e inteligentes y sistemas para la correcta gestión del conocimiento y el aprendizaje (Kidd, 1995).
Por todo ello, un elemento fundamental de la fabricación ágil es su alejamiento de la producción en masa: la fabricación ágil implica la ruptura con los moldes de la producción en masa para fabricar productos más personalizados en el momento y lugar en que el consumidor los demanda (Sheridan, 1993).
Lo realmente novedoso del concepto de fabricación ágil es la integración en una estructura compacta y orientada de las técnicas, filosofías y herramientas que se han venido desarrollando a lo largo de los últimos treinta años, alcanzando niveles superiores en todos los objetivos o prioridades competitivas de fabricación: eficiencia, calidad, flexibilidad, entregas y servicio.
La fabricación ágil se puede definir, por tanto, como un modelo de producción que integra la tecnología, los recursos humanos y la organización a través de una infraestructura informativa y de comunicación que otorga flexibilidad, rapidez, calidad y eficiencia y permite responder de forma deliberada, efectiva y coordinada ante cambios en el entorno.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Logística
Logística
Logística
Comentarios