Entendiendo por equipamiento las instalaciones y construcciones o edificaciones necesarias, así como los servicios requeridos para poder desarrollar correctamente las actividades previstas, definidas por áreas y tipos de servicio, como parte de los recursos de que debe disponer cualquier centro.
Este tipo de servicios se hace más necesario cuando se trata de plataformas cuya ubicación se encuentra, como en la mayoría de casos, en zonas alejadas de cualquier núcleo poblacional o extrarradios, evitando en cierta medida el tener que acceder a la población más cercana para poder cubrir las necesidades diarias del personal durante su actividad profesional. Estructuralmente, el Área de Servicios Generales debe ser colindante, accesible o parcialmente integrada con el Área de Operadores Logísticos facilitando la utilización de los servicios generales por estos últimos que en definitiva son los que “residen laboralmente” en la plataforma, junto con el resto de personal profesional de otras áreas.
La infraestructura de servicios generales puede facilitar la existencia y desarrollo de un nicho microeconómico secundario y residual que, sin embargo, supone un factor de atracción para otros servicios esenciales y sus usuarios, y sirve de punto de partida justificada para la creación de nuevas zonas de actividad en sus proximidades., normalmente polígonos industriales y zonas comerciales, si bien en el caso de las infraestructuras previamente existentes, suele ocurrir al contrario: que la actividad comercial sea la que cause la instalación o ampliación del centro logístico como ya hemos visto.
Además de la obligatoria infraestructura viaria y ordenación urbana planificada de acuerdo con el proyecto en las condiciones necesarias, adaptadas y reguladas con las que debe contar el centro para posibilitar su existencia, los recursos que permiten y facilitan las distintas actividades específicas del sector.
De forma similar al Área de Servicios Generales, el Área de Operadores Logísticos debería contar con al menos uno o varios edificios de oficinas ubicados estratégicamente a una distancia accesible del Área de Servicios específicos la ZAL o CIM que facilite su intervención en las actividades operativas relativas al tratamiento de mercancías. Básicamente debería disponer de una estructura urbanística similar a la del conjunto de la plataforma, si bien más metropolitana y menos industrial, dado el carácter administrativo de su funcionalidad, con una superficie de estacionamiento de automóviles proporcional al número estimado de usuarios de acuerdo con su capacidad inmobiliaria.
El Área de Operadores Logísticos debe ser de fácil acceso para los distintos agentes o actores que giran en torno a la actividad de éstos, siendo en general los mismos usuarios del Área de Servicios Generales, y limitando en ambos casos únicamente el acceso de vehículos pesados o de envergadura por razones de eficiencia del tráfico y seguridad vial, regulando y adaptando la infraestructura viaria circundante y su señalización a la “aproximación” de dichos vehículos a estas zonas delimitadas, ya que no podemos olvidar que nos encontramos en un nodo de concentración de los mismos como actividad nuclear.
La razón por la que se estructura la separación y delimitación de las instalaciones destinadas a los operadores logísticos en una zona aparte de la de las actividades que requieren de su administración y gestión, y por tanto justifican su razón de ser, y no a la inversa, además de la lógica espacial, es también por la de eficiencia procedimental y de calidad laboral. Del mismo modo que un restaurante no tendría la oficina de pedidos o su caja de facturación a clientes junto a las cocinas, visto siempre desde el enfoque óptimo de la organización de recursos.
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