By Blog de CEUPE on Jueves, 30 Mayo 2019
Category: EMPRESAS

Tipos de culturas empresariales

Planificar significa decidir qué se desea conseguir, cómo, dónde, cuándo y quién lo llevará a cabo. Implica una actividad de pensamiento y reflexión previa a la acción, la cual incluye la fijación de objetivos y las acciones pertinentes para alcanzarlos, tomando en consideración las variables internas y externas.”

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Tipos de culturas empresariales

Son abundantes las clasificaciones que se han desarrollado sobre la cultura de las organizaciones, dado que muchas poseen rasgos comunes, resulta práctico agruparlas en bloques con aquellas tipologías que resultan más significativas, de esta manera identificamos cuatro grupos: 1º Basado en aquellos atributos que definen el clima o el ambiente de una organización; 2º Basado en los estudios empíricos que hablan de la debilidad o fortaleza de un cultura con base en la intensidad y el grado en que es compartida y participan sus miembros; 3ª Basado en la mayor o menor estabilidad de la cultura, en función de su adaptación a las nuevas condiciones, según sea más o menos propensa al cambio y el 4º Basado en los sistemas de recompensas.

Es importante apuntar que, ningún grupo es mejor o peor, no es conveniente hacer juicios de valor, sino que en función de la situación se toma una u otra orientación. No obstante, el entorno de intensa competencia y en constante cambio, las organizaciones tienden a reinventarse para sobrevivir.

Grupos de culturas:

1º Tipología cultural basada en el clima de la organización: de acuerdo con R. Harrison (1972), con base en cuatro orientaciones describe cuatro tipos de culturas:

  1. Cultura orientada al poder: la característica básica es el fuerte deseo de dominar, influir y controlar todo lo que le rodea, tanto a nivel externo como interno. Internamente, los que detentan el poder dentro de la organización procurarán mantener un control absoluto sobre sus subordinados, a su vez cada individuo intenta ejercer el máximo poder posible. En este sentido el clima de la organización es de elevada competencia en la que todos van contra todos. Externamente es una organización altamente competitiva, cuyas metas son la expansión y el control, aunque sea a expensas de los demás, explotando a organizaciones más débiles.
  2. Cultura orientada hacia la función: son las culturas que mantienen una orientaciónhacia el rol o papel, aspiran al orden y la racionalidad, con una especial preocupación por la legitimidad, la legalidad y la responsabilidad. Prevalecen las normas y los procedimientos por encima del poder, la competencia y las luchas por el poder, no obstante, las jerarquías y el estatus siguen prevaleciendo en grado mínimo. Suelen ser organizaciones estables, en donde la formalidad y la seguridad son la nota, se premia más una respuesta correcta que una eficaz, se valora la lealtad y la legitimidad.
  3. Cultura orientada hacia el trabajo: las organizaciones que comparten esta orientación dan máximo valor al logro de la tarea propuesta o meta establecida, girando en torno a la consecución de ello y sin permitir que nada se interponga8. Las estructuras se reorientan en función de los proyectos de trabajo a realizar, dándose gran importancia a la flexibilidad y a la rapidez de reacción ante posibles cambios. Los empleados se reciclan continuamente con la idea de obtener los conocimientos técnicos necesarios para realizar el trabajo.
  4. Cultura orientada hacia la persona: son organizaciones que mantienen una orientación al bienestar de sus miembros, su fin último es proporcionarles un medio de vida razonable y un trabajo basado en el consenso, funciones asignadas según las preferencias personales y de la necesidad de aprender y progresar, no buscan el máximo beneficio sólo lo suficiente para mantenerse.

2º Tipologías basadas en estudios empíricos: En el libro: “En busca de la Excelencia los autores, Tom Peters y R. Waterman (1984), identificaron los siguientes atributos, de las empresas más sobresalientes de Estados Unidos, que son la clave del su éxito: a) énfasis en la acción; b) proximidad al cliente; c) autonomía e iniciativa; d) productividad contando con las personas; e) valores claros y orientación a la acción; f) estructuras sencillas, staff reducido. Estos atributos se mantienen en línea con la cultura de estas organizaciones y de acuerdo con el grado en que los mismos se integren, se puede hablar de culturas fuertes o exitosas o débiles o con tendencia al fracaso.

Una cultura fuerte se caracteriza por que los valores centrales de la organización son firmemente aceptados y compartidos por todos los miembros de la organización, esta unanimidad, permite un elevado nivel de cohesión, fidelidad y compromiso.

Hay otro estudio empírico con un punto de vista similar al anterior, sus autores, T. Deal y A. Kennedy (1985), después de estudiar a varias empresas y su entorno económico, identificaron cuatro culturas: a) cultura macho; b) cultura de trabajo duro; c) cultura de apuesta y gana y d) cultura de proceso. Todas estas culturas ensamblan una serie de elementos como, valores, héroes y ritos. De igual manera, identificaron dos dimensiones para encuadrar estas tipologías culturales: 1) el nivel de riesgo del entorno y 2) la velocidad de retroalimentación (feedback) o conocimiento de los resultados.

Los rituales más comunes toman forma en juntas, convenciones, concursos, promociones, entre otros.

3º Tipología basada en la evolución de la empresa: el análisis de este tipo de empresas toma en cuenta el dinamismo o estabilidad ante los cambios y su propensión al riesgo.

Bajo esta perspectiva H. Ansoff (1985) establece como objeto de estudio una tipología cultural caracterizada por los siguientes atributos: a) perspectiva temporal en la que la empresa ve su entorno en relación con ella misma; b) desarrollo de alternativas de actuación; c) la propensión al cambio; d) grado de ruptura con las acciones pasadas y f) propensión al riesgo. De acuerdo con estos atributos establece cinco tipos de culturas:

4º Tipología cultural basada en el sistema de recompensas: los investigadores Von Glinow y N. Sethia (1985) encontraron una relación entre la cultura de la organización y su sistema de recompensas y castigos, considerando a este último como una variable determinante de la cultura y de su proceso de dirección. Las recompensas no son solamente de carácter económico, normalmente se ofrece una mezcla de cuatro tipos: a) financieras; b) contenido de trabajo a realizar; c) carrera en la organización y d) estatus.

Además, se distinguen las recompensas extrínsecas, aquellas no asociadas con el trabajo en sí mismo, es decir se dan en función del rendimiento (sueldo, salarios, ascensos...etc.) y recompensas intrínsecas, aquellas que provienen del mismo trabajo. Partiendo de esta concepción se identifican las siguientes culturas:

La empresa Cascajares es un ejemplo de empresa con una cultura de carácter integrador se dedica a las conservas carninas, semiconservas y productos relacionados, siendo sobretodo conocidos por su Capón. Ellos apuestan por la integración de personas discapacitadas en su plantilla. Por otro lado, una vez al año realizan una subasta benéfica de capones con la que han recaudado unos 350.00 euros en una década para diferentes proyectos sociales.

Continuación...

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