By Blog de CEUPE on Miércoles, 18 Diciembre 2019
Category: FINANZAS

¿Qué tipo ratios de liquidez usa la empresa?

Los ratios de liquidez son un conjunto de indicadores y medidas cuyo objetivo es diagnosticar si una empresa es capaz de generar tesorería, es decir, si tiene capacidad de convertir sus activos en liquidez a corto plazo. (Diccionario Financiero)

Para diagnosticar la situación de liquidez de la empresa, es decir la posibilidad de poder hacer frente a sus pagos a corto plazo, además de confeccionar el estado de flujos de tesorería, ya sea histórico o previsional, se puede utilizar los siguientes ratios:

Estos ratios se centran en las relaciones que afectan al capital circulante de la empresa y a su fondo de maniobra.

Ratio de liquidez general

Ratio de liquidez: Es igual al activo circulante dividido por el exigible a corto plazo. El exigible a corto plazo, también denominado pasivo circulante, está integrado por las deudas a corto plazo. Establece la relación existente en la estructura de circulante entre las inversiones y la financiación en un momento determinado y acorto plazo. También recibe el nombre de ratio de liquidez general o de solvencia técnica. En cualquier caso, trata de ayudar al análisis de la capacidad que la empresa tiene para atender sus compromisos financieros a corto plazo. El equilibrio financiero en dicho corto plazo se consigue cuando la empresa genera dinero en cantidad suficiente y en el momento oportuno, para hacer frente a sus obligaciones corrientes de pago. Por otra parte, este equilibrio implica que la liquidez tenga una medida adecuada, de tal manera que no exista un exceso de recursos financieros ociosos, que representaría un coste de oportunidad adicional.

En cuanto al valor de este ratio de liquidez general, estará en función del proceso desarrollado por la actividad de la empresa, dependiendo de los plazos de realización del ciclo corto y cada una de sus fases, así como de la actividad general de la empresa y especifica del proceso completo.

Con carácter general, para que la empresa no tenga problemas de liquidez el valor de este ratio ha de ser próximo a 2, aproximadamente, o entre 1,5 y 2. en el caso que este ratio sea menor que 1,5 indica que la empresa puede tener problemática para atender a sus pagos.

Quizás puede pensarse que un ratio de liquidez de 1 ya que se atendería sin problemas las deudas a corto plazo. Sin embargo, la posible morosidad de parte de la clientela y las dificultades en vender todas las existencias a corto plazo aconsejan que el fondo de maniobra sea positivo, y que por lo tanto el activo circulante sea superior a las deudas a corto plazo en margen suficiente desde una perspectiva conservadora. Esta situación depende de cómo se paga y como se cobra, ya que en los sectores en los que se cobra muy rápido y se paga tarde se puede funcionar sin problemas teniendo un fondo de maniobra negativo.

Para ponderar adecuadamente la situación de liquidez debe tenerse en cuenta la posible existencia de pólizas de crédito o clasificaciones de descuento de efectos, no utilizadas en su totalidad, ya que indican que la empresa tiene posibilidades de disponer de liquidez adicional, lo mismo sucederá con activos extrafuncionales de fácil venta en un momento dado.

Ratio de liquidez inmediata o Acid Test

Liquidez inmediata (Acid test): compara el activo circulante menos las existencias, o lo que es lo mismo, la suma de disponible más activo realizable (clientes y efectos comerciales a cobrar) con el pasivo circulante. Su importancia para medir la liquidez es significativa, pues teniendo en cuenta que el objetivo de la gestión financiera es procurar que exista siempre capacidad de afrontar las deudas con terceros, es claro que es de gran interés suprimir el efecto mínimas o medias que siempre la empresa deberá mantener en inventario hasta su venta, con el consiguiente efecto sobre la liquidez en un momento de apuros financieros.

Para lograr una medida más ajustada de la liquidez se depuraría el activo circulante porque no todo se puede transformar en líquido, un ejemplo son los stocks obsoletos o los incobrables. Aun así, la ratio de circulante constituye una aproximación grosera a la liquidez, pues no tiene en cuenta la distinta liquidez relativa de las diversas partidas del activo circulante. Por ejemplo, tenemos dos empresas A y B cuyo activo circulante es de 300 y cuyo pasivo circulante es de 100. Ahora bien, A tiene 100 en Tesorería y 200 en Clientes, mientras B tiene 100 en Tesorería y 200 en Stocks. La ratio de liquidez sería idéntica para ambas empresas, 3, sin embargo, si ambas mantienen los mismos plazos de cobro es evidente que A es más líquida que B, porque A no tiene más que esperar a que sus clientes le paguen y B todavía tiene que vender sus stocks y luego esperar a transformar sus clientes en efectivo. Para solucionar este problema surge la ratio de acidez (prueba del ácido o liquidez inmediata).

Proporciona una idea más aproximada de la liquidez de la empresa, ya que sigue midiendo la capacidad para hacer frente a sus deudas a corto pero sin tener en cuenta los stocks, presumiblemente la parte menos líquida, más difícilmente realizable, en la que es más fácil que se produzcan pérdidas en caso de querer transformarlos rápidamente en dinero y, además, el activo para el que los valores en libros y la medición del valor de mercado son menos confiables, dado que no se toma en cuenta la calidad del inventario.

Para no tener problemas de liquidez el valor de este ratio ha de ser de 1, si es menor puede tener problema con sus obligaciones de pago, si es muy superior a uno indica la posibilidad de que se tengan un exceso de activos líquidos y por lo tanto se esté perdiendo rentabilidad de los mismos.

Ratio de tesorería

Por último, una ratio todavía más aproximada de la liquidez es la ratio de tesorería.

Relaciona solo aquellas partidas del activo del balance que representan dinero.

Señala la capacidad de la empresa para afrontar sus obligaciones con recursos líquidos o inmediatamente convertibles en liquidez. Suele ser muy inferior a la unidad y depende, entre otras muchas cosas, de la política de caja que adopte la empresa.

En empresas que no tengan una fuerte estacionalidad en sus cobros y en sus pagos, este ratio puede completarse con el de los días de disponible para hacer frente a sus pagos. Se trata de un ratio que se calcula dividiendo el disponible por los pagos, por todos los conceptos, que se efectúan en el año y multiplicado por 365.

Ofrece una medida de los días que se puede resistir sin tener ningún cobro adicional.

Una forma alternativa de calcular el ratio es poniendo en el denominador solamente los pagos de explotación.

El ratio de tesorería inmediata: que toma como referencia para la relación, junto a las mismas partidas de activo del anterior, las partidas de pasivo circulante que tienen vencimiento inmediato.

De todas formas, estas ratios de liquidez son índices estáticos que no dan la visión dinámica de la evolución de la liquidez en la empresa.

Es evidente que todos estos ratios de liquidez, deben ser complementados en su interpretación, teniendo en cuenta:

  1. La calidad de los propios activos circulantes, pues no todos presentarán la misma capacidad de conversión inmediata en dinero.
  2. Aquellos elementos que no figuren directamente en los estados financieros, pero que si pueden afectar a la liquidez. (Líneas de crédito bancarias, existencias obsoletas, litigios etc.)

Ratios de fondo de maniobra

Estos ratios se calculan dividiendo el fondo de maniobra (activos circulantes menos deudas a corto plazo) por los activos o por las deudas a corto plazo.

Este ratio informa del peso que presenta el FM en relación al activo, no siendo posible identificar un valor adecuado ya que depende del sector en que opera la empresa.

El valor adecuado, en general, de este ratio oscila entre 0,5 y 1 para conseguir que el FM sea suficiente para ofrecer seguridad de que se podrán atender las deudas a corto plazo.

Si el valor del ratio es negativo es posible que la empresa tenga dificultades para atender sus deudas a corto plazo aunque convierta en dinero todo su activo circulante.

La diferente calidad que los elementos del activo circulante pueden presentar particularidades, por lo que es de interés que estos ratios de liquidez sean complementados con otros ratios directamente relacionados con las diferentes fases del ciclo de maduración.

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