Nacida en Alemania, Pina Bausch (1940-2009) fue una bailarina, coreógrafa, profesora de música y maestra de ballet; conocida mayormente por ser pionera de la danza contemporánea y la danza teatro.
Cuando tenía 15 años, debido a su notorio talento para la danza y buena condición física, sus padres decidieron apoyarla enviándola a la Universidad Folkwang de las Artes, ubicada en Essen, para estudiar con el profesor y coreógrafo alemán Kurt Jooss.
A los 19 años, luego de graduarse, se dirigió a la Escuela Juilliard, en Nueva York, para continuar con sus estudios. Allí tuvo como profesor al coreógrafo y bailarín británico Antony Tudor, quien bajo su dirección bailaría por primera vez en la Ópera Metropolitana de Nueva York.
A principio de los años 60, tras un gran trabajo en Estados Unidos, Pina Bausch volvió a su país natal (Alemania) en petición de su antiguo maestro, Kurt Jooss, para ser parte su compañía.
Posteriormente, en 1972, Bausch tuvo el rol de directora del Wuppertal Opera Ballet, que a continuación ella misma renombraría como Tanztheater Wuppertal Pina Bausch.
Pina Bausch y la danza teatro
La danza teatro se define como una combinación de danza y elementos del drama, dando como resultado a una forma singular de danza, el cual es empleado para hacer referencia a la realidad.
Este concepto tiene sus orígenes en los años 20, cuyo término es encontrado en obras realizadas por integrantes del expresionismo, quienes tenían la intención de alejarse de los estilos impuestos por el ballet clásico.
Concretamente, este estilo surge de la danza expresionista alrededor de 1927, y el Tanztheater (“teatro de danza”) fue usado por primera vez por el que es considerado el padre fundador de la danza expresionista: Rudolf von Laban.
No obstante, Pina Bausch fue la responsable en otorgarle forma y madurez a la danza-teatro, razón por la cual se le atribuye el hecho de ser pionera de la misma.
Bausch empezó a desarrollar un nuevo género con el objetivo de quebrantar las directrices de la disciplina tradicional del ballet. Su atrevimiento la llevó a introducir en escena conceptos que no se habían vistos con anterioridad, para dar un aire renovador a la danza moderna.
Esta expresión reaparece nuevamente en la década de 1980 para hacer referencia al trabajo realizado por Pina Bausch, además de otros autores que practicaban el mismo estilo, como Reinhild Hoffmann, Susanne Linke y Johann Kresnik.
Las obras de Baush destacan por ser de carácter universal, pudiendo por ello ser disfrutadas por la mayoría del público.
Entre las obras de danza-teatro más famosas de Pina Baush, están: «Café Mueller» (1978), «La consagración de la primavera» (1975), «Nelken» (1982), «Danzón» (1995), «Bandoneón» (1987), y «Bamboo Blues» (2006).
“No me interesa tanto cómo se mueve la gente, sino aquello que los hace mover” Es una de las frases más ilustres de una de las máximas exponentes de la danza contemporánea.
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