En el mundo laboral y empresarial, es muy frecuente escuchar frases como “me quieren hacer un contrato mercantil” o tener dudas como “¿puedo tener un contrato mercantil sin ser autónomo?”. Sin embargo, no siempre se tiene claro qué significa exactamente este tipo de acuerdo. En este artículo te explicamos qué es un contrato mercantil, cómo funciona en España y las diferencias que tiene respecto a otras formas de relación laboral.
¿Qué es un contrato mercantil?
Un contrato mercantil es un acuerdo entre dos partes, normalmente empresas o profesionales independientes, para llevar a cabo una actividad económica concreta, con obligaciones y derechos definidos. A diferencia del contrato laboral, el contrato mercantil no genera una relación de dependencia entre quien contrata y quien es contratado. Esto quiere decir que no hay nómina, no hay subordinación y, en la mayoría de casos, tampoco hay vacaciones ni cotización por desempleo.
Cuando hablamos de contrato mercantil, hablamos de una relación entre iguales que se basa en la prestación de un servicio o la compraventa de un producto, donde ambas partes mantienen su independencia.
Características del contrato mercantil
Estas son las principales características del contrato mercantil:
- Independencia: no hay un vínculo laboral. Cada uno gestiona su tiempo, sus herramientas y su forma de trabajar.
- Objetivo comercial: tiene un fin económico o comercial, ya sea la venta de un producto o la prestación de un servicio.
- Duración y condiciones pactadas: las condiciones son pactadas libremente entre las partes.
- Facturación: la persona contratada debe emitir facturas por sus servicios.
- Sin cobertura social completa: no incluye prestaciones como paro, vacaciones retribuidas o indemnización por despido, a no ser que se pacten previamente.
Tipos de contrato mercantil
El contrato mercantil de prestación de servicios es uno de los más utilizados. Se da cuando una persona (física o jurídica) se compromete a realizar una actividad profesional para otra, sin que exista una relación laboral.
Otros ejemplos de contrato mercantil son:
- Contrato de compraventa mercantil: regula la compra y venta de bienes entre empresas o profesionales.
- Contrato de agencia: el profesional actúa como intermediario para promocionar productos o servicios de otra empresa.
- Contrato de distribución: se utiliza para comercializar productos en nombre propio, pero con unas condiciones pactadas.
- Contrato de comisión: el comisionista realiza una operación comercial por cuenta ajena, cobrando una comisión por ello.
¿Qué es un contrato mercantil en España?
El contrato mercantil en España está regulado por el Código de Comercio y por el Código Civil, y puede celebrarse entre particulares, autónomos o empresas. Es una figura muy común, especialmente en sectores como ventas, formación, asesoría, comunicación, consultoría o actividades técnicas especializadas.
¿Se puede tener un contrato mercantil sin ser autónomo?
Una duda frecuente es si se puede firmar un contrato mercantil sin ser autónomo. La respuesta es que sí, pero con matices.
Si se trata de una colaboración puntual y no habitual, es posible facturar mediante un alta temporal en Hacienda (modelo 036 o 037) sin necesidad de estar dado de alta en la Seguridad Social como autónomo. Sin embargo, si la actividad es continuada en el tiempo, es obligatorio darse de alta como autónomo y cotizar a la Seguridad Social.
Esto lleva a muchas personas a plantearse si realmente les interesa un contrato mercantil autónomo, ya que implica asumir los costes de la cuota de autónomos, la gestión fiscal y la falta de protección frente al desempleo.
Contrato mercantil y prestación por desempleo
Uno de los puntos más delicados tiene que ver con la compatibilidad entre contrato mercantil y prestación por desempleo. En general, si se firma un contrato mercantil como autónomo, no se puede seguir cobrando el paro, ya que se considera que se ha iniciado una actividad por cuenta propia.
No obstante, existen excepciones. Por ejemplo, si la actividad está contemplada dentro del programa de capitalización del paro (pago único), se puede utilizar la prestación para poner en marcha el negocio. También existen programas que permiten compatibilizar el inicio como autónomo con el cobro de la prestación durante los primeros meses.
Ventajas e inconvenientes del contrato mercantil
Ventajas:
- Mayor libertad y autonomía.
- Posibilidad de trabajar con varios clientes a la vez.
- Flexibilidad para pactar condiciones personalizadas.
- Oportunidad de emprender sin atarse a una relación laboral.
Inconvenientes:
- No hay derechos laborales como vacaciones pagadas, paro o baja por enfermedad.
- Hay que asumir los costes fiscales y de cotización como autónomo.
- Puede suponer una posición de desventaja si el contratante impone condiciones abusivas.
¿Cuándo conviene aceptar un contrato mercantil?
Aceptar un contrato mercantil puede ser una buena opción si:
- Quieres emprender como autónomo o freelance.
- Buscas flexibilidad para trabajar con varios clientes.
- Estás iniciando una actividad económica de forma independiente.
Sin embargo, si el contrato exige exclusividad, horarios fijos, instrucciones precisas o dependencia económica, puede que estés ante una relación laboral encubierta. En ese caso, lo recomendable sería pedir asesoramiento legal o acudir a la Inspección de Trabajo.
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Conclusión
Ahora que ya sabes qué es un contrato mercantil, puedes valorar con mayor claridad si este tipo de acuerdo se ajusta o no a tu situación profesional. Recuerda que no es ni mejor ni peor que un contrato laboral, solo responde a una lógica diferente, más autónoma y flexible, pero también con menos cobertura social.