By Blog de CEUPE on Lunes, 20 Abril 2020
Category: PSICOLOGÍA

¿Qué es la infancia?

La infancia es un período de tiempo que abarca desde el momento del nacimiento de una persona hasta el comienzo de su pubertad.

Definición de infancia

A pesar del hecho de que dichos plazos se consideran de forma individual, ya que no hay una edad precisa para el inicio de la pubertad, la infancia dura aproximadamente de 11 - 14 años. En la infancia, una persona atraviesa etapas muy importantes de desarrollo mental y físico, las más mínimas alteraciones en las que a menudo conducen a problemas psicológicos y fisiológicos en la edad adulta.

La infancia de una persona cubre aproximadamente el 10% de toda su vida. A pesar de que la personalidad del niño aún no se ha formado, en estado puro ya se puede tener una idea primaria de su carácter y temperamento.

Periodos de la infancia

La infancia se divide en cuatro períodos principales:

  1. Infancia (desde el primer día de vida hasta un año).
  2. Infancia temprana (niños de 1 año a 3 años).
  3. Edad preescolar (de 3 años a 7 años).
  4. Edad escolar primaria (de 7 años a 11 años).

Lo maravilloso de la infancia

La infancia es un momento maravilloso para muchas personas. Ya que este es un período en el que al niño se le protege de todas las preocupaciones de los adultos. Un pequeño se divierte con cosas muy sencillas: jugando con muñecas, coches o a las escondidas y experimenta una alegría sincera al jugar con otros niños. Todo esto se deja de lado en la mente de cada persona.

Durante la infancia, cuando los niños no enfrentan la crueldad e injusticia del mundo que los rodea, estos pueden tratar a las personas sinceramente sin ponerse las máscaras sociales. Por eso, el recuerdo de los momentos maravillosos de la infancia debe preservarse cuidadosamente durante toda la vida.

Diferencia entre adultos y niños

Entre adultos y niños, existen grandes diferencias de naturaleza social, fisiológica y psicológica.

Necesidades básicas en la infancia  

  1. El niño necesita seguridad, protección y confiabilidad en las relaciones familiares. Solo puede experimentar esto si el matrimonio de sus padres es bueno, es decir, si hay una relación dialógica entre la pareja, si se aman, se respetan y si crecen juntos.
  2. El niño necesita padres que estén contentos con sus vidas. Se desarrolla mejor cuando los adultos se aceptan a sí mismos en sus roles de padres, profesionales, amas de casa, etc., equilibrando las diferentes áreas de la vida y, por lo tanto, están allí para el niño sin estar estresados e insatisfechos.
  3. El niño necesita padres que actúen como modelos positivos. Requiere que los padres se comuniquen abiertamente en la familia, se relacionen entre sí y con los niños en sociedad, practiquen un comportamiento positivo de resolución de problemas, conflictos y asuman el liderazgo de la familia.
  4. El niño necesita padres a los que les guste brindar su atención y que estén interesados ​​en su persona. Los padres deben aceptarlo como persona, respetar sus sentimientos y no usarlo para satisfacer sus propias necesidades o abusar de él como compañero sustituto, es importante que demuestren comprensión y empatía por ellos, así que es necesario tratar de entender lo que dicen y hacen para conocer su perspectiva.
  5. El niño necesita padres que le dediquen tiempo. Este no debe usarse para hacer del niño un objeto educativo. Para los niños pequeños en particular, el juego es la forma apropiada de aprendizaje. Es importante que puedan tener un desarrollo holístico, de modo que no estén malcriados, sobreprotegidos o descuidados.
  6. El niño necesita un alcance de acción que se expande gradualmente. Solo cuando lentamente tiene que asumir más y más responsabilidad por su comportamiento y decisiones, puede volverse independiente y madurar con el tiempo. Los padres tienen que aprender a dejar ir y promover gradualmente su desapego.

La infancia es parte de las primeras etapas de desarrollo de la persona, que influyen en lo que será como adulto, por ello requiere de una atención dedicada por parte de los padres o cuidadores que acompañan al niño para que puedan tener un crecimiento saludable.

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