By Blog de CEUPE on Martes, 16 Julio 2019
Category: TURISMO

Objetivos de la empresa hotelera

“Un hotel es un edificio planificado y acondicionado para otorgar servicio de alojamiento a las personas y que permite a los visitantes sus desplazamientos.”

Recomendación previa, leer:

Objetivos de la empresa hotelera

Los objetivos de la empresa hotelera responden a la generalidad de empresas que plantean los mismos, abarcando los ámbitos económico-financiero y sociales.

Podemos agruparlos en:

Son tres: Rentabilidad, Crecimiento y Adaptación.

Del éxito en la consecución de estos objetivos, depende la continuidad de la vida de la empresa hotelera, así como el logro del resto de objetivos que puedan plantearse.

El objetivo de optimizar al tamaño de la explotación, como es lógico, debe plantearse como un estudio previo a la inversión a realizar. Para los hoteles a los que afecte poco, o no en exceso, el fenómeno de la estacionalidad, el problema de dimensión se reducirá a efectuar un concienzudo estudio de la demanda previsible y de su evolución futura, teniendo como restricción principal las normas municipales en cuanto a edificabilidad.

Todos los hoteles nacen con la idea de concurrir en un mercado determinado, entendiendo por tal, el tipo de clientes que pretenden captar. Como “objetivos de mercado” pueden plantearse, en primer lugar, la consolidación de la clientela del tipo de mercado elegido – cliente vacacional, de negocios, congresos y convenciones –, etc. En segundo lugar, el mantenimiento en el tiempo de dicho mercado. Y, por último, la permanente inquietud de búsqueda de nuevos mercados, en cuanto a la obtención de pequeñas cuotas de participación en ellos, con el fin de poder adaptarse lo más rápidamente posible a los mismos, en el sentido de minimizar el tiempo que transcurre entre la caída del mercado en el hotel opera normalmente y el aumento de cuotas de participación en dichos mercados alternativos.

Los objetivos de adaptación deben plantearse necesariamente en toda empresa hotelera, pero más a nivel de cambios en el proceso productivo que a niveles de reconversión. La adaptación en cuanto al proceso productivo puede sintetizarse en dos grandes apartados:

  1. Ductilidad del mismo para acoplarlo a los gustos cambiantes de los clientes con los que opera un hotel.
  2. Ductilidad del mismo para ir incorporando las innovaciones tecnológicas que se produzcan, sin variar el espíritu del producto que quiere ofrecerse al cliente, al tiempo que se recogen las ventajas que ofrecen la adopción de dichas innovaciones.

Como objetivos principales en cuanto al producto resultante de la explotación, podemos establecer:

  1. Mantenimiento y aumento progresivo de la calidad de los servicios ofrecidos.
  2. Mantenimiento y aumento progresivo del binomio calidad-precio de los servicios en relación con la competencia.
  3. Mantenimiento y reducción del coste de los servicios aprovechando la adaptación de nuevos procesos tecnológicamente más eficientes.
  4. Adopción del precio de venta para cada servicio más conveniente en cada temporada, de modo que se maximice el beneficio de la explotación a largo y muy largo plazo.

Los objetivos comerciales son inherentes a la imagen que se pretende dar del producto en el/los mercados en que se vaya a operar. Es importante reseñar que las acciones comerciales y de promoción nunca deben iniciarse al tiempo que comienza el proceso productivo sino con un año o más de antelación, debido a que, en hotelería, por diversas circunstancias, los efectos de las mismas nunca son inmediatos.

Los principales objetivos comerciales pueden sintetizarse en:

  1. Lanzamiento de la imagen del hotel y del producto ofrecido por el mismo con eficacia, plasmada en la idoneidad de la campaña en cuanto a los mercados en que ésta deba efectuarse, y en las condiciones de precio-calidad-diferenciación que deben establecerse para conseguir la efectividad deseada.
  2. Mantenimiento y constante mejora en el tiempo de la imagen inicialmente transmitida.
  3. Corrección inmediata de la imagen de los servicios ofrecidos, adaptándose a las expectativas y los gustos de los mercados en que se actúa en todo momento.
  4. Coordinar las diferentes campañas de imagen, de modo que con un coste razonable y teniendo en cuenta el tiempo de efecto de las mismas, se conjuguen las campañas de promoción intensivas con las de mantenimiento. Para ello será fundamental establecer con suficiente anticipación y fiabilidad el comportamiento futuro de la demanda, aplicando uno u otro tipo de campaña en función de estas previsiones.

Entre los objetivos sociales de la empresa hotelera, debe hacerse hincapié en lo importante que es en este tipo de industria mantener la estabilidad en el empleo, ya que esta propicia una mayor capacitación profesional del personal, factor de producción fundamental y pilar básico en cuanto al mantenimiento y progresiva mejora de la calidad de los servicios.

Como objetivos políticos deben establecerse, las buenas relaciones con medios de comunicación a nivel local, el cuidado y la preservación del medio ambiente, estableciendo acciones que no degraden y tiendan a mejorar el mismo, el mantenimiento de relaciones de cordialidad con todos los poderes políticos, sindicales, fácticos, etc. y la cooperación con la política turística institucional tanto del país como de la región, propugnando formas de operación que no vayan en contra de la misma.

Continuación...

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