La atención plena es el proceso continuo de seguimiento de las experiencias actuales, es decir todo lo que sucede en este momento, sin distracciones en los pensamientos del pasado o del futuro. Consciente de sí mismo y de su vida, una persona se vuelve capaz no solo de recibir beneficios prácticos de cada momento vivido, sino también de encontrar una conexión entre todos los eventos que ocurrieron y ocurren, comprender el propósito de su vida, tomar una decisión informada en una situación dada, cometer menos errores, etc.
Los beneficios de vivir conscientemente
Entonces, una persona que lleva una vida consciente es capaz de:
- Salir del círculo de problemas y errores que siempre conducen al mismo resultado y ocupan un tiempo valioso.
- Reconocer los miedos y causas de los problemas, superar obstáculos y cambiar creencias que tienen un impacto destructivo en la vida.
- Ser más sabio, aumentar su autoestima y eliminar adicciones.
- Alejarse de la dualidad de pensamiento y acciones, convirtiéndose en una personalidad más holística.
- Ganar confianza en sí mismo y en sus fortalezas, aumenta la fuerza de voluntad y la confianza en el éxito de cualquier empresa.
- Aprender a trabajar con su subconsciente.
- Llegar a comprender su verdadero destino, encontrando su Camino.
Aprender a vivir en armonía con uno mismo y con el mundo.
Es obvio que el desarrollo de la consciencia en la vida cotidiana es una habilidad extremadamente útil y efectiva, cuyo efecto beneficioso se refleja no solo en cambiar la calidad de la vida externa, sino también en el desarrollo y enriquecimiento del mundo interior. Pero, ¿qué hay que hacer para comenzar a llevar una vida más consciente? Hay varias estrategias efectivas para esto.
¿Cómo desarrollar la consciencia?
Cualquier persona que haya llegado a comprender que necesita desarrollar su consciencia en la vida, primero debe determinar exactamente dónde comenzar a trabajar en sí mismo. No debe tratar de comprender de inmediato todos los fundamentos de este proceso, porque es una carga excesiva ya que es más probable que rechace el solo deseo de actuar. Es necesario abordar esto gradualmente. Incluso se puede comparar el proceso de desarrollar la consciencia con el proceso de fomentar cualidades físicas: hay una dirección principal, preparación física general y componentes separados en el desarrollo de habilidades físicas especiales. El enfoque principal aquí será aumentar la consciencia en general. Y los siguientes ejercicios contribuyen a esto.
Práctica de mindfulness
La respiración es la base de la vida, y lo primero es aprender a seguir este proceso. Esforzándose por controlar constantemente la respiración: en cualquier lugar o momento, con cualquier persona, durante la ejecución de cualquier acción, prestando atención a cómo se respira.
Las sensaciones nos acompañan en cada momento. Establecer una norma para estar al tanto de ellos durante el día: prestando atención al estado de cada parte muscular de su cuerpo, lo que hace que el cuerpo se sienta cómodo o incómodo, ya que está interconectado con los eventos que ocurren durante el día. Con el tiempo, se podrá ver que cualquier situación, estado de ánimo, emociones negativas o positivas, todo esto se refleja en el cuerpo en forma de sensaciones. Preguntarse: "¿Cuáles son las sensaciones en mi cuerpo ahora y qué las causa?"
Las emociones, como las sensaciones, son compañeras invariables de la vida. La consciencia significa controlar las emociones, y el control tiene que ver con el regular. Cada vez que surja una u otra emoción, solo observarla. Sin hacer alguna evaluación, tratando de mirarlas desde afuera. Cuanto más imparcial se es con las emociones, más estable será la propia condición y más rápido se aprenderá a neutralizar lo negativo si ocurre. Preguntarse: "¿Qué emociones prevalecen en mí ahora y por qué?"
Los pensamientos son más difíciles de observar, pero esta es la parte más efectiva de la práctica. El hecho es que la mente está constantemente absorta en el diálogo interno que todos llevan consigo. E incluso si se puede rastrear durante unos segundos, no se notará cuán profundamente inmerso se está en nuevos pensamientos. Pero cuanto más se recuerdan los pensamientos, más sucumbirán ante la propia observación y control. Preguntarse: "¿Qué estoy pensando ahora?".
Estos cuatro componentes son el fundamento para el desarrollo de la conciencia. Inicialmente, al menos en un pequeño grado, ir dominando esto, por ejemplo, practicar durante 1-2 meses, y solo luego pasar a métodos más específicos. Y tener en cuenta que observar la respiración, sensaciones, emociones y pensamientos es un proceso bastante complicado, porque lo más probable es que al principio haya distracciones todo el tiempo y se olvide. Pero con la práctica, esta habilidad se desarrollará y será más fácil actuar. Si se es diligente, entonces puede ayudar el monitorear todos los estados y manifestaciones, con el tiempo se convertirá en parte de la propia naturaleza, lo que significa que se estará constantemente atento.
Áreas individuales de conciencia
La práctica de desarrollar ciertos aspectos de la atención plena.
- Conciencia de valores: decidir sobre los ideales, valores y creencias personales. Y en la vida cotidiana, guiarse solo por ellos.
- Conciencia de la realidad: siempre y en todas partes se esfuerzan por lograr una percepción y comprensión completas de lo que sucede en el entorno y dentro de sí.
- Conciencia del habla: observar cuidadosamente todo lo que otros dicen y lo que uno mismo dice, pensando en las palabras que se dirán y siendo un atento escucha.
- Conciencia de los movimientos: intentando sentir cualquiera de los movimientos, seguido de las sensaciones en el cuerpo, y sin precipitarse en acciones. Si se está acostumbrado a hacer algo rápida o mecánicamente, hacer lo contrario: lentamente y consciente de cualquier contracción muscular.
- Conciencia de las acciones: antes de realizar cualquier acto, considerar los posibles resultados desde diferentes puntos de vista y posiciones de percepción, examinar no solo los deseos y necesidades, sino también a los que le rodean.
- Conciencia de la actividad: esmero por el mejor cumplimiento de todo, sin importar lo que se emprenda. Haciendo al más alto nivel hasta el más mínimo detalle. Organizando acciones complejas en varios componentes.
- Conciencia de la vida: al comienzo de cada día, pensar en el plan personal, en el proceso, consultar con el, manteniendo el control del tiempo personal, teniendo cuidado con las personas y las cosas innecesarias que toman este tiempo. Al final de cada día, analizarlo y sacar las conclusiones apropiadas.
Este método es un monitoreo constante de sí mismo… La tarea principal es estar atento a uno mismo, en todos los estereotipos, hábitos, reacciones, emociones, pensamientos, sentimientos, deseos, acciones, habla y todo lo que está directamente relacionado consigo mismo.
Conoce nuestro Maestría en Competencias Educativas