By Dairayma Méndez Colmenares on Jueves, 21 Abril 2022
Category: PSICOLOGÍA

Resolver conflictos entre hermanos

La familia es lo más importante en la vida de una persona. Sin embargo, los casos en los que los familiares no pueden encontrar un idioma común no son infrecuentes. Los conflictos entre hermanos y hermanas pueden ser especialmente agudos. Cómo resolverlos y cómo pueden ayudar los padres: lea a continuación.

Principios básicos

Los niños deben tratar de resolverlo por su cuenta primero. Es importante enseñarles a encontrar de forma independiente una solución de compromiso, para poder negociar. Usa la motivación. Por ejemplo, si los niños no pueden compartir una computadora, bloquee temporalmente el acceso de ambos hasta que se resuelvan las diferencias. Si el conflicto se intensifica, es hora de la intervención de los padres.

Busquen juntos una solución de compromiso. Es necesario discutir el problema y pensar en cómo resolverlo no con un niño, sino con ambos.

Asegúrate de no ofenderte. Cada parte de la disputa debe comprender la imparcialidad de la decisión. No se puede decidir la cuestión a favor de un solo hijo, ignorando los intereses de otro.

Si los niños tienen la misma edad

Los conflictos entre ellos los hijos pueden surgir en la edad preescolar, cuando los niños aún no saben cómo calcular sus acciones, pero aprenden activamente a defender las fronteras. Están a merced de las emociones y pueden insultar a un hermano/hermana si se enojan o incluso golpear. Por lo tanto, si los niños son propensos a los conflictos, debe haber un adulto a su lado todo el tiempo que tome la decisión por sí mismo. Con el tiempo, los niños desarrollarán más independencia en este asunto.

Si la diferencia de edad es pequeña

Esta diferencia significa que el segundo hijo apareció cuando el primero era aún pequeño en edad. Los niños pequeños son desmedidos en sus emociones. Una hija o un hijo pueden estar celosos de sus padres por un nuevo hombrecito, y los argumentos de "adultos" pueden no funcionar.

Por lo tanto, los conflictos son más fáciles de prevenir que de resolver. El primer hijo debe estar seguro de que el amor por él no cambiará desde el nacimiento de un hermano o una hermana. Tienes que prestarle tanta atención como antes. Y, por supuesto, involucrarse poco a poco en el cuidado del pequeño.

Al resolver conflictos, no puede recurrir a la frase: "Ya eres un adulto, ríndete". Esto no es verdad. Un niño que es unos años mayor sigue siendo un bebé necesitado de amor.

Otro gran error: culpar solo al mayor por el conflicto. No seas perezoso para entender la situación. El instigador del conflicto, si lo hubiere, debe ser sancionado. De lo contrario, se vulneran los derechos de un niño, mientras que el segundo está convencido de la impunidad, lo que conducirá a nuevos problemas. No puedes ponerte del lado de un solo niño solo porque es más pequeño. Es importante encontrar un compromiso.

Si los niños tienen una gran diferencia de edad

A menudo hay situaciones en las que la diferencia entre los niños es de diez años o más. El conflicto en este caso se ve agravado por el hecho de que el primer hijo está acostumbrado a ser el único en la familia durante mucho tiempo. Y soporta dolorosamente el cambio de posición. Es importante convencer al niño de que seguirá siendo amado y cercano.

Los niños mayores son especialmente sensibles a la violación de sus límites y la falta de amor. Vale la pena darles la cantidad adecuada de atención. Además, no se le puede exigir a un hijo mayor que le entregue sus cosas a uno más pequeño. El niño no debe infringir los derechos de un hermano / hermana.

Otro grave error: convertir al hijo mayor en un "tercer padre". Puedes involucrarlo en la crianza de los más jóvenes, pero no puedes convertirlo en una niñera. La comunicación con un hermano o hermana debe ser un placer, no un deber.

Todas estas reglas también funcionan cuando la diferencia de edad es significativa, por ejemplo, veinte años. Recuerde: la confianza que los padres aman y apoyan es necesaria para ambos niños.

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