Los ingenieros son profesionales que emplean el conocimiento científico, las matemáticas, y la creatividad para resolver problemas de carácter técnico, social o comercial. Son perfiles íntegros, comprometidos con la búsqueda de soluciones innovadoras, la implementación de diseños óptimos, y la mejora continua de procesos.
La alta adaptabilidad, tecnicidad, y versatilidad de los ingenieros hacen que la duda sobre si necesitan o no una maestría sea un poco más complicada de responder que si habláramos de otros tipos de perfiles laborales.
Sabemos que los ingenieros son profesionales muy completos, pero, ¿realmente están exentos de una formación extra? Ya no únicamente de un posgrado (como una maestría), sino de cualquier capacitación adicional que les sirva para potenciar sus carreras profesionales.
Entonces, dejando de lado que cualquier profesional a día de hoy necesita mantenerse actualizado para afrontar debidamente los constantes avances en su campo (como por ejemplo, a través de cursos cortos, conferencias o seminarios), cuando hablamos de formaciones más extensas (de un año o más), ¿realmente son imprescindibles para triunfar como ingenieros? A continuación, profundizo más en este tema.
Soy ingeniero, ¿necesito una maestría?
No siempre. Son muchos los ingenieros que encuentran el éxito profesional sin cursar una maestría o cualquier otro posgrado. Sin embargo, una maestría puede facilitarte el acceso a roles más especializados y proporcionarte una ventaja competitiva para aspirar a cargos directivos en el ámbito empresarial.
Pero, por lo general, los ingenieros no necesitan una maestría. Las carreras de ingeniería incluyen la capacitación necesaria para que estos profesionales puedan desempeñarse apropiadamente en su campo.
¿Quiere decir, por tanto, que debería renunciar a la idea de hacer un posgrado si soy ingeniero? No realmente, ya que los beneficios de un máster en el campo de la ingeniería siguen siendo muy interesantes, tales como:
- Proporciona conocimientos especializados.
- Mejora la empleabilidad.
- Brinda la posibilidad de obtener ingresos más elevados.
- Ofrece oportunidades para establecer conexiones profesionales.
- Ayuda a la consecución de un perfil más distintivo en el ámbito laboral.
Asimismo, si estás considerando realizar una maestría, es muy importante que examines lo siguiente antes de abordar un desafío como este:
- Revisa si puedes afrontar los costos asociados al estudio de una maestría.
- Considera si puedes comprometerte en términos de tiempo y esfuerzo al curso de un programa de posgrado.
- Valora si tienes un interés real en el área de estudio de la maestría.
- Evalúa si tus objetivos laborales requieren de una especialización más profunda.
- Analiza si el campo laboral en tu especialidad demanda o valora candidatos con maestrías.
- Examina si estás interesado en la investigación y desarrollo (I+D), ya que una maestría en este caso puede ser fundamental.
Considerando estos puntos, podrás tomar una mejor decisión sobre la conveniencia de cursar una maestría siendo ingeniero.
Así que, en definitiva, un ingeniero no necesita de forma obligatoria un posgrado para tener éxito en su carrera, pero puede ser un valioso complemento si sus metas y aspiraciones profesionales se alinean con los conocimientos y especializaciones que proporciona una maestría.
Lo que si es necesario es que el ingeniero, sea del campo que sea, se mantenga en constante aprendizaje, ya sea a través de un máster o de otras formas de actualización, para mantenerse al día con las últimas tecnologías y avances en su área, garantizando así su relevancia y competitividad en el siempre cambiante mundo laboral.