FINANZAS

La rentabilidad financiera

La rentabilidad financiera o de los fondos propios, denominada en la literatura anglosajona return on equity (ROE), es una medida, referida a un determinado periodo de tiempo, del rendimiento obtenido por esos capitales propios, generalmente con independencia de la distribución del resultado.


La rentabilidad financiera puede considerarse así una medida de rentabilidad más cercana a los accionistas o propietarios que la rentabilidad económica, y de ahí que teóricamente, y según la opinión más extendida, sea el indicador de rentabilidad que los directivos buscan maximizar en interés de los propietarios.

Además, una rentabilidad financiera insuficiente supone una limitación por dos vías en el acceso a nuevos fondos propios:

  1. Primero, porque ese bajo nivel de rentabilidad financiera es indicativo de los fondos generados internamente por la empresa.
  2. Segundo, porque puede restringir la financiación externa.

En este sentido, la rentabilidad financiera debería estar en consonancia con lo que el inversor puede obtener en el mercado más una prima de riesgo como accionista. Sin embargo, esto admite ciertas matizaciones, puesto que la rentabilidad financiera sigue siendo una rentabilidad referida a la empresa y no al accionista, ya que aunque los fondos propios representen la participación de los socios en la empresa, en sentido estricto el cálculo de la rentabilidad del accionista debería realizarse incluyendo en el numerador magnitudes tales como beneficio distribuible, dividendos, variación de las cotizaciones, etc., y en el denominador la inversión que corresponde a esa remuneración, lo que no es el caso de la rentabilidad financiera, que, por tanto, es una rentabilidad de la empresa.

La rentabilidad financiera es, por ello, un concepto de rentabilidad final que al contemplar la estructura financiera de la empresa (en el concepto de resultado y en el de inversión), viene determinada tanto por los factores incluidos en la rentabilidad económica como por la estructura financiera consecuencia de las decisiones de financiación.

Cálculo de la rentabilidad financiera

A diferencia de la rentabilidad económica, en la rentabilidad financiera existen menos divergencias en cuanto a la expresión de cálculo de la misma.

La más habitual es la siguiente:

ROE = Beneficio Neto / Recursos Propios

Como concepto de resultado la expresión más utilizada es la de resultado neto, considerando como tal al resultado del ejercicio.

Otros conceptos de resultado, siempre después de intereses, que se suelen enfrentar a los fondos propios para obtener la rentabilidad financiera serían los siguientes:

  1. Resultado antes de impuestos, para medir el rendimiento de los fondos propios con independencia del impuesto de sociedades.
  2. Resultado de las actividades ordinarias, prescindiendo así tanto del efecto del impuesto sobre sociedades como de los resultados extraordinarios, bajo la pretensión de facilitar la comparabilidad intertemporal y entre empresas.
  3. Resultado previo a la deducción de amortizaciones y provisiones, debido a que son costes de difícil estimación económica y que, tanto por la diversidad de políticas de unas empresas a otras como por la manipulación de que pueden ser objeto, se configuran como un posible factor distorsionante del resultado real.
  4. Resultado de explotación una vez deducidos los intereses de la deuda y los impuestos directos.

En cuanto al denominador, la discusión se plantea sobre la propia definición analítica de fondos propios para el cálculo de un indicador de rentabilidad de los mismos, destacando como principal controversia la consideración de los fondos propios según balance o con ajustes motivados por determinadas partidas, tales como capital pendiente de desembolso, acciones propias o ingresos a distribuir en varios ejercicios.

En cualquier caso, como mínimo, ha de ser positiva y superior a las expectativas de los accionistas. Estas expectativas suelen estar representadas por el denominado coste de oportunidad, que indica la rentabilidad que dejan de percibir los accionistas por no invertir en otras alternativas financieras de riesgo similar.

También es útil comparar la rentabilidad financiera que obtiene una empresa con la rentabilidad de las inversiones con riesgo casi nulo, como es la Deuda Pública, por ejemplo.

Descomposición de la rentabilidad financiera

Al igual que la rentabilidad económica, la rentabilidad financiera también se puede explicar con la descomposición en varios ratios. Pretendemos en este apartado estudiar la relación que liga a la rentabilidad económica con la rentabilidad financiera a partir de la descomposición de esta última.

Seguiremos para ello dos vías:

  1. La descomposición de la rentabilidad financiera como producto de factores.
  2. La conocida como ecuación lineal o fundamental del apalancamiento financiero.

Introduciremos a través de ambas descomposiciones el concepto de apalancamiento financiero, el cual, desde el punto de vista del análisis contable, hace referencia a la influencia que sobre la rentabilidad financiera tiene la utilización de deuda en la estructura financiera si partimos de una determinada rentabilidad económica.

La rentabilidad financiera o rentabilidad propiamente dicha, es la relación entre el beneficio neto y los capitales propios.

Descomposición del ROE:

 

En esta descomposición:

  1. El primer ratio es el margen
  2. El segundo de rotación
  3. El tercero de apalancamiento

Si se quiere aumentar la rentabilidad financiera se puede:

  1. Aumentar el margen: Elevando precios, potenciando la venta de aquellos productos que tengan más margen, reduciendo gastos o una combinación de las medidas anteriores.
  2. Aumentar la rotación: Vendiendo más, reduciendo el activo o ambos.
  3. Aumentar el apalancamiento: Esto significa aumentar la deuda para que la división entre activo y capitales propios sea mayor.

Aun puede hacerse una descomposición más detallada de la rentabilidad financiera. En la descomposición siguiente se divide la rentabilidad financiera en cinco ratios al multiplicarla y dividirla por ventas, activo, BAII y BAI.

Como se muestra a continuación:

 

Con esta descomposición, denominada método de pares, se puede explicar la evolución de la rentabilidad financiera a partir de la rotación, margen, apalancamiento financiero y efecto fiscal.

El apalancamiento financiero relaciona la deuda con los gastos financieros que ocasiona. Para que la proporción entre deuda y gastos financieros sea favorable, el producto de los dos ratios ha de ser superior a 1, esto es así porque los dos ratios están multiplicando a los otros tres y, si son superiores la rentabilidad financiera aumentará.

El efecto fiscal mide la repercusión que tiene el impuesto sobre el beneficio en la rentabilidad financiera de la empresa. Para que la rentabilidad financiera aumente, cada uno de estos ratios anteriores ha de crecer.

Ejemplo:

Rotación

Margen

Apalancamiento Financiero

Efecto Fiscal

Rentabilidad

1

0,125

2

1

0,25

2

0,0625

2

1

0,25

1

0,0625

4

1

0,25

La rentabilidad financiera es la misma en las tres empresas, pero la interpretación es diferente para cada una de las tres empresas y dependiendo del sector.

Los ratios de rentabilidad, a pesar de que son los más usados por los analistas, tienen también algunas críticas tales como:

  1. A veces se usan para evaluar la gestión empresarial en periodos muy cortos de tiempo, cuando en realidad son indicadores más pensados para calcular en varios momentos del tiempo y así poder analizar la marcha de una empresa a largo.
  2. Son ratios que utilizan en el denominador datos referidos a unos determinados periodos ignorando lo que ha sucedido o sucederá en otros periodos.