By Blog de CEUPE on Viernes, 05 Octubre 2018
Category: TURISMO

El proceso de planificación del turismo rural

Fase Preparatoria

El proceso de planificación turística de un área rural comienza por una primera fase preparatoria, organizativa. En eta fase además del diseño del plan, la elección de los técnicos que lo guiarán y la fijación del presupuesto.

Deberán determinarse también:

  1. El equipo de trabajo.
  2. El alcance de la investigación.
  3. Los métodos a emplear.
  4. Los agentes sociales con los que se va a contar, o a los que se solicitará colaboración.
  5. Las fuentes de información.

En el caso de los métodos a emplear, además de definir el sistema y las herramientas de las que se hará uso, habrá que definir también las fases en las que se desarrollará el plan estratégico.

A continuación, presentamos un ejemplo cronológico que recoge las distintas etapas que intervienen en el proceso de redacción del plan estratégico:

  1. Etapa preparatoria: cuando se determinarán los objetivos fundamentales del proyecto, la formación del equipo técnico y la coordinación con el entre promotor, la creación de la comisión técnica de seguimiento del plan que supervisará los avances del mismo. En esta fase se intentará adaptar el planteamiento de estudio a las necesidades del destino turístico.
  2. Etapa de Identificación de los agentes sociales: se identificarán las personas, grupos sociales y políticos, representantes, empresarios, instituciones y otras entidades, que bien directa o indirectamente mantienen relación con la actividad turística del destino. Esta fase es fundamental para posteriormente definir la forma en la que se producirá la participación social.
  3. Presentación del plan: la difusión del plan requiere entre otras acciones celebrar una jornada de presentación del mismo, donde se den a conocer los objetivos que se pretenden alcanzar y los trabajos a realizar para su consecución.
  4. Estudio base: es una fase de recopilación de la información necesaria para abordar el análisis interno (características del destino turístico) y el análisis de los factores externos que pueden condicionar su desarrollo. En esta fase se recopilarán datos y fuentes estadísticas, se analizarán los recursos, se realizarán encuestas y estudios de demanda y oferta, etc.
  5. Grupos de discusión: se crearán grupos de discusión que debatirán sobre las características del modelo turístico, así como de los distintos productos turísticos que se den o puedan darse en el destino. Los grupos de discusión deberán ser representativos de los agentes implicados en el proceso de desarrollo turístico.
  6. Definición de la estrategia y de las propuestas de actuación: a partir de las conclusiones del diagnóstico y de las diferentes propuestas establecidas por los grupos de discusión, se elaborará una visión estratégica para el turismo en el área rural concreta de destino. Se definirán los objetivos para el desarrollo turística y se enunciarán las estrategias y actuaciones propuestas para alcanzar dichos objetivos.
  7. Difusión pública del plan: una vez finalizado el proceso de redacción del plan, esté deberá difundirse en una presentación pública.
  8. Primeras actuaciones: esta constituye la fase de ejecución. Una vez finalizado el periodo de redacción del plan estratégico es el momento de actuar y poner en marcha las actuaciones previstas en el mismo.
  9. Evaluación y control: la implantación de las distintas medidas propuestas deberá ser evaluada y controlada, por lo que se propone un plan de control y supervisión que revise las actuaciones que se ponen en marcha, valore el grado de consecución de los objetivos planteados, las posibles desviaciones del plan, y proponga medidas correctoras y preventivas.

En relación a los modelos de participación, estos variarán en función del grupo y la tipología de los agentes involucrados, y en función también de la fase de desarrollo del plan en el que nos encontremos. Existen multitud de técnicas de participación pública que pueden emplearse con efectividad en procesos de planificación turística, que pueden llegar a ser realmente eficaces en espacios rurales dada la cercanía desde el punto de vista social.

Algunas de las técnicas más habituales son las siguientes:

  1. Entrevistas directas: entrevistas en profundidad realizadas a personas representativas del sector turístico del área de destino. El número de encuestas dependerá del tamaño del municipio. Estas encuestas nos facilitarán una imagen fidedigna de la situación turística local.
  2. Encuestas de participación social: cuyo objetivo es determinar la percepción de los agentes locales respecto al sector turístico (cualidades del territorio, problemática, opciones de desarrollo…).
  3. Grupos de discusión: mesas redondas, mesas de diálogo, grupos de debate… en los que se reúne a un grupo de agentes turísticos para debatir cuestiones específicas o genéricas referidas a la actividad turística.

Fase de Análisis

En la fase de análisis se profundiza en el conocimiento de los diferentes elementos que inciden en la actividad turística en el área rural de destino. Ya hemos visto en apartados anteriores la variedad de factores que conforman el sistema turístico: oferta, demanda, recursos turísticos, sociedad, medioambiente, etc. A estos factores de carácter interno, hay que añadir otros condicionantes externos que también afectan a la actividad turística de un territorio, como son por ejemplo otros destinos competidores, las condiciones socioeconómicas del entorno, los aspectos macroeconómicos...

Será necesario realizar dos tipos de análisis:

  1. Análisis Externo: para determinar los aspectos que inciden en la actividad turística que no son propios del destino. Análisis PEST que estudia los factores políticoslegales, los económicos, socioculturales y tecnológicos. El análisis de las tendencias del mercado, el estudio del comportamiento del consumo turístico en áreas emisoras, y el estudio de áreas competidoras. La mayor parte de esta información dependerá de fuentes secundarias: estadísticas, informes, estudios, análisis; aunque los estudios sobre el terreno, como las encuestas, también pueden resultar prácticos.
  2. Análisis Interno: este tipo de análisis requiere de un trabajo más minucioso y de trabajo de campo. Se estudiarán las características físicas del territorio y su adecuación como uso turístico, los servicios, infraestructuras y equipamientos, la situación socio-económica, los recursos y atractivos turísticos, la oferta y la demanda turística, etc.

Fase de Diagnóstico

En esta fase se realiza un proceso de síntesis del análisis previo, identificando la situación del área de estudio en lo que concierne a sus potencialidades para el desarrollo de actividades de turismo rural de un modo efectivo. Se evalúan las posibilidades turísticas del área rural, se definen las fortalezas de entorno, sus debilidades, las oportunidades para el desarrollo turístico y los posibles riesgos.

Para la fase de diagnóstico se propone el empleo de la metodología DAFO, como herramienta de diagnóstico que responde a las siglas Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Esta matriz de cuatro entradas trata de determinar por una parte los aspectos positivos del objeto de análisis (Fortalezas internas del espacio rural, y Oportunidades externas) y por otra los aspectos negativos (Debilidades internas y Amenazas externas).

Fase de Definición de Estrategias

Llegados a este punto es el momento de plantear los objetivos firmes del plan de desarrollo turístico y definir la estrategia de desarrollo que se va a seguir. Una vez que conocemos las características concretas del producto turístico, sus potencialidades, los segmentos de demanda a que se pueden dirigir y la imagen que proyecta o puede proyectar sobre los mismos, es el momento de tomar una decisión estratégica y enunciar de forma clara hacia dónde y de qué modo deseamos dirigir el destino turístico.

La estrategia de desarrollo turístico y los objetivos específicos de dicha estrategia pueden plasmarse a través de lo que denominamos “Misión”. La misión consiste en sintetizar en una frase la declaración de intención, la finalidad del proyecto y la razón por la que este se pone en marcha.

De la misión se derivan los objetivos, que se estructurarán de tal forma que queden establecidos los fines económicos, sociales y medioambientales del desarrollo turístico, de forma que pueda alcanzarse un crecimiento racional, equilibrado y sostenible.

Fase de Propuesta de Actuaciones

En esta fase se definirán las técnicas y acciones específicas para materializar la estrategia definida en la fase anterior. Las propuestas para el desarrollo turístico pueden estructurarse de diferentes maneras.

A continuación, proponemos una metodología que consiste en la formulación de propuestas en cuatro niveles:

  1. Primero se definen las grandes propuestas, que podemos denominar Líneas Estratégicas.
  2. Un segundo nivel corresponde a los Programas, propuestos para el desarrollo de las líneas estratégicas, que incluirán los contenidos básicos definidos para la consecución de los objetivos planteados en la estrategia.
  3. Estos programas se plasmarán a través de las Actuaciones, que tratarán de aproximar la filosofía del plan a la realidad de su implantación.
  4. Por último, el cuarto nivel, estará definido por las Acciones, que definirán el modo de ejecución de las diferentes medidas o actuaciones propuestas.

Fase de Seguimiento y Control

La última fase del proceso planificador tiene que ver con la evaluación del proceso, el seguimiento de la puesta en marcha de las medidas planteadas, y el control sobre la ejecución del plan estratégico.

Una vez finalizada la redacción del plan estratégico, y se haya comenzado a poner en marcha las medidas propuestas, será necesario evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos marcados, la validez de la estrategia de desarrollo turístico planteada, y la efectividad de cada una de las acciones emprendidas. Todo ello con objeto de tener capacidad de someter a revisión y mejor continua el plan (Crosby, A).

Para conseguir este propósito es necesario contar con un buen sistema de control y seguimiento, que en sí mismo, debe conformar una parte del plan estratégico de desarrollo turístico.

En la formulación del sistema de seguimiento deberemos tener en cuenta:

  1. La necesidad de que exista un grupo de control o comisión de seguimiento, que se reúna con cierta periodicidad para evaluar el avance de la ejecución del plan y el alcance de los objetivos planteados.
  2. Será necesario establecer unos indicadores que permitan realizar el seguimiento de la actividad.
  3. El plan de seguimiento debe ser transversal a todo el proceso planificador, además debe ser flexible y adaptable a los cambios y modificaciones que la propia ejecución del plan pueda generar.

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