By Fernando Clementín on Lunes, 04 Noviembre 2019
Category: SOBRE CEUPE

El liderazgo desde dentro: Claves para ser un buen líder

Antonio Gómez Moliner, exvicepresidente de Ericsson, nos habla de su trayectoria profesional y de los distintos puestos de responsabilidad en los que ha estado.

Hoy en día el liderazgo cada vez es más importante dentro de la empresa. De hecho, las empresas cada vez demandan más la figura de líder y no de jefe. La diferencia principal es que el jefe, que es lo que estamos acostumbrados a ver en todas las empresas, se dedica a mandar con autoridad y ya está. Sin embargo, el líder dirige y motiva a los trabajadores hacia ciertos objetivos sin imponer sus ideas.

Antonio Gómez Moliner, director de desarrollo de negocio y alianzas de Nutanix, tiene una gran experiencia profesional y ha pasado por diferentes empresas como HP, Ericsson, Cisco Systems o IBM, ocupando puestos de mucha responsabilidad. Estudió en el extranjero y tiene varios idiomas que le han permitido viajar por todo el mundo, dándole un gran bagaje internacional. Ha estado en empresas grandes y pequeñas, pero lo que caracteriza a Gómez es que siempre ha sido capaz de lanzar y desarrollar nuevos proyectos, llevando a empresas pequeñas a lo más alto.

"He ido pasando de empresas grandes y pequeñas a lo largo de mi vida, pero lo que importa no es el tamaño de la empresa, ni tampoco el título importante que te pongan como el de vicepresidente. Da igual que seas el director general, el vicepresidente o el conserje, ya que depende de la empresa donde estés vas a tener una relevancia u otra", explica Gómez.

¿Líder o jefe? Gómez lo tiene claro: "Creo que siempre he seguido el liderazgo inspiracional. Yo inspiro a la gente a que se sientan identificados con la misión y el grupo, que sientan que todos tenemos un objetivo común y vamos hacia él".

 

De hecho, distingue claramente entre jefe y líder y aclara desde un principio que no tienen nada que ver. "El líder no tiene por qué encontrarse en un puesto jerárquico alto. El líder puede ser cualquier persona que tiene influencia sobre los demás dentro de la propia organización. Al final los líderes son los verdaderos agentes del cambio, los que ayudan a conseguir los objetivos. El típico jefe es el jerárquico, pero no tiene por qué ser el que más aporte".

¿Qué cualidades tiene un buen líder? Lo primero es la empatía. "Me considero una persona cercana, le doy valor a cualquier persona dentro de la compañía. Da igual el trabajo que esté desempeñando, todo el mundo es importante y desarrolla un rol". Al final ser cercano provoca que esas personas tengan confianza en ti, en el grupo y en el proyecto. Además, un buen líder también tiene "que tener las ideas claras, aunque no sean tuyas, pero una vez que tomas la decisión no puedes dudar". Asimismo, apunta que "en puestos de liderazgo y de importancia tienes que aprender a manejar el estrés y a desinhibirte".

Está claro que tener gente a tu cargo no es algo fácil y ser el líder de un grupo grande de personas puede ser complicado a veces, sobre todo si hablamos del flujo de información. Lo que hacía Gómez para intentar que esto no fallase era programar reuniones trimestrales para saber qué se había estado haciendo hasta el momento y lo que se iba a hacer durante los próximos tres meses. Pero, sobre todo, la filosofía que siempre ha querido transmitir a sus empleados es que siempre tenía la puerta abierta para todo el mundo. "Cualquiera podía llamarme o venir a verme para preguntarme lo que fuese".

El liderazgo va muy unido a la cultura empresarial y es que es imprescindible que el ambiente sea bueno. Gómez se ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a arrancar nuevos proyectos y nuevas líneas de negocio. "Dependiendo del tipo de compañía donde trabajes, será más fácil o difícil arrancar algo nuevo ya que puede existir mucha resistencia al cambio. Por lo tanto, es importante saber escoger bien a quién quieres tener en tu equipo, con el dinamismo que tú esperas de las personas que trabajen contigo". En una empresa en la que trabajó, lideró un grupo de 40 personas y nos cuenta cómo estaba el ambiente de trabajo en ese entonces y cómo acabó siendo al final del proyecto.

"Todos los días cuando entraban a trabajar no se saludaban. Al final del proyecto, a los 4 años, la gente se iba a tomar algo después del trabajo. Por lo tanto, desligar la parte profesional de la personal es un error". La cohesión de grupo es fundamental, "crear un ambiente de trabajo colaborativo y que todos estén en la misma línea de trabajo. Esto es lo que verdaderamente aporta un valor de verdad".

Por lo tanto, el liderazgo puede marcar la diferencia y llevar los proyectos empresariales a buen cauce. Todo depende de cómo sea ese líder, algo que muchas veces va intrínseco en la personalidad, además de la experiencia que éste tenga. El buen líder puede crear un buen ambiente de trabajo entre los componentes de una organización y, por lo tanto, una cultura donde el trabajador se sienta cómodo y libre de poder desarrollarse profesionalmente.

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