By Blog de CEUPE on Viernes, 03 Agosto 2018
Category: MARKETING

¿Cuál es la esencia de la comunicación?

La comunicación humana es omnipresente, inevitable, irreversible, predecible, personal, continua, dinámica, transaccional, verbal y no verbal. Abarca contenido y relaciones personales, y requiere inteligibilidad.

Cualquier comportamiento humano tiene significado, incluso el silencio tiene significado, nos dice quizá que la persona está cansada, aburrida, preocupada, no es posible no comunicar. La comunicación humana es irreversible, cuando expresamos algo queda grabado para siempre en nuestro interlocutor.

La comunicación es predecible, personal, continua, dinámica, transaccional, verbal y no verbal. Es predecible porque siempre tiene un propósito latente o manifiesto. A su vez, cada persona percibe e interpreta una situación de comunicación según sus propios intereses, creencias y valores socioculturales, en este sentido la comunicación es personal. Como cualquier proceso, la comunicación es dinámica. Es transaccional porque los elementos involucrados son interdependientes.

Finalmente, la comunicación se efectúa por medio de señales verbales y no verbales.

Niveles de comunicación

Desde el punto de vista de los niveles en que se lleva a cabo la comunicación es posible identificar cuatro:

  1. La comunicación intrapersonal: se refiere a los diálogos que tiene la persona consigo misma, por ejemplo, cuando un directivo tiene que tomar la decisión sobre si contratar a un candidato u otro, pensará en los argumentos a favor o en contra de cada uno.
  2. La comunicación interpersonal: se refiere al diálogo entre dos personas, la comunicación en grupo pequeño incluye la comunicación en grupos de 3 a 7 personas y la comunicación en público se refiere a aquella comunicación en la que el individuo presenta un mensaje ante un grupo de más de 7 personas.
  3. La comunicación en grupo pequeño.
  4. La comunicación en público.

Ambrester destaca tres entidades en su modelo de la comunicación intrapersonal, los cuales constantemente e intercaladamente se expresan en un proceso de autopersuación:

  1. El ego socializador: descubre y emplea todo lo necesario para persuadir a la persona a actuar de una manera socialmente aceptable y a arrepentirse por sus fracasos sociales, este ego representa la dimensión ética de la sociabilidad. Informa lo que los demás “pensarán o estarán pensando” de la persona.
  2. El ego primitivo: descubre y emplea todo lo necesario para persuadir a la persona a actuar en la forma en que se requiere para alcanzar las necesidades básicas y, al mismo tiempo, negar la responsabilidad de tales actos. Es la ética de “mis necesidades”, “si lo quiero”, argumenta este ego. Frases como: ”Realmente merezco este descanso, he trabajado mucho”.
  3. El ego conceptualizante o creativo: descubre y emplea todo lo necesario para persuadir a la persona a actuar en formas válidas desde el punto de vista de la ética (congruente con el sistema de valores de la persona) y proyecta un “ego ideal” congruente con su autoconcepto. Es precisamente este ego el que contiene el autoconcepto, el mismo está constantemente amenazado. El ego creativo funciona para controlar la autoestima por medio de procesos de razonamiento. En contacto con el medio externo, interpreta los eventos con sus capacidades de categorización, análisis, lógica, imaginación y toma de decisiones. También funciona como filtro para seleccionar los datos que entran, con los cuales realiza juicios de sí mismo.

El autoconcepto

El autoconcepto es el proceso por medio del cual la persona conceptualiza su conducta externa e interna. Abarca todo lo que percibimos de nuestras competencias físicas, intelectuales, sociales y psicológicas desarrolladas por nuestras experiencias con los demás y con la posición que ocupamos en el entorno sociocultural particular.

Dado que es complejo y tiene muchos componentes, el autoconcepto se relaciona con la imagen de la persona, ésta tiene diferentes facetas de las cuales se identifican tres:

  1. La imagen que la persona tiene de sí misma
  2. La imagen que cree que los demás tienen de ella
  3. La imagen que los demás tienen en realidad de ella

Autorrevelación

La autorrevelación es el proceso en el que se comunica intencionalmente información personal y privada acerca de uno mismo a otra u otras personas.

Los factores determinantes de este proceso son:

  1. El número de personas que escuchan
  2. El tema
  3. Calidad de la autorrevelación
  4. El sexo de la persona que se revela
  5. La relación entre la persona que escucha y la que se revela

La autorrevelación ocurre de manera gradual y selectiva, además debe ser recíproca y apropiada para la ocasión. El beneficio de la autorrevelación es que nos permite tener consciencia de nosotros mismos, de nuestro entorno y de nuestras relaciones interpersonales con los demás. No obstante, siempre existe el riesgo de perder algún bien personal o profesional a causa de la revelación.

Para comprender este concepto es útil el modelo de Luft y Harry Igham, conocido como la ventana de Johari, en el que se presentan cuatro aspectos de la persona con relación a su autoconcepto:

  1. El yo abierto: representa toda la información conductas, actitudes, sentimientos, deseos, motivaciones e ideas que la persona conoce de sí misma y que también los demás conocen
  2. El yo ciego: representa toda aquella información acerca de la persona que los demás conocen, pero que la misma persona desconoce
  3. El yo escondido: representa toda aquella información que la persona conoce de sí misma y de los demás, pero que mantiene en secreto, que no comparte con los demás
  4. El yo desconocido: representa todas aquellas verdades acerca de la persona que tanto ella como los demás desconocen

Respecto a los riesgos de la autorrevelación sabemos son reales, porque la condición humana es débil. Las personas normalmente, están motivadas por su propio beneficio y con frecuencia sus decisiones de comunicación, aunque comprensibles no son éticas. En un momento determinado, con la intención de perjudicar a alguien, otra persona podría revelar información que le ha sido confiada.

Por eso es importante tener en cuenta algunos criterios:

  1. La autorrevelación debe ocurrir gradualmente: no resulta apropiado revelar mucha información acerca de uno mismo y muy pronto. Puede suceder que no todas las personas involucradas se encuentran preparadas emocional o intelectualmente para recibir información. Hay que dar tiempo para conocerse mejor y ganar confianza mutua
  2. La autorrevelación debe ocurrir selectivamente: la autorrevelación no siempre resulta beneficiosa, la información privada puede resultar incómoda para las personas que conocemos casualmente
  3. La autorrevelación debe ser reciproca: se requiere energía y compromiso por parte del receptor y emisor. Una manera de saber que el compañero está dispuesta a comprometerse es cuando responde a una revelación con información personal acerca de sí mismo
  4. La autorrevelación debe ser apropiada para la ocasión: Cuando la persona está cansada, preocupada o cansada, no estará en posibilidad de responder adonadamente a la autorrevelación del emisor

Una comunicación eficaz permite interactuar adecuadamente con el otro, luego el proceso de autorrevelación cobra especial relevancia en el marco de la función directiva ya que posibilita la construcción de relaciones para conformar equipos, crear y dirigir proyectos en ambientes de confianza, respeto y compromiso.

ENTRA EN CEUPE E INFÓRMATE SOBRE NUESTROS MÁSTERS Y CURSOS EN ALTA DIRECCIÓN, SI ESTÁS INTERESADO EN DESARROLLAR TUS CAPACIDADES EN EL CAMPO DE LA EMPRESA Y LOS NEGOCIOS.

Leave Comments