By Diana Cortés Pérez on Jueves, 19 Agosto 2021
Category: CIENCIAS

Bacterias beneficiosas y nocivas para la salud humana🧫

Existen bacterias que resultan muy beneficiosas para el organismo. Cada persona tiene entre un kilo y medio y dos kilos y medio de estas bacterias en su cuerpo.

A las comunidades de bacterias se les llama microbiota y pueden llegar a ser millones. Estas influyen en el funcionamiento sano y normal del organismo.

De no ser así, la piel, el tracto gastrointestinal y las vías respiratorias serían destruidas por los agentes patógenos.

Bacterias beneficiosas que habitan los intestinos

El sistema inmunitario completo del organismo depende del buen funcionamiento del tracto gastrointestinal. Cuando la composición de especies de la microbiota del organismo se ve comprometida, las defensas se reducen y el sistema inmunitario se desestabiliza. A su vez, las bacterias beneficiosas crean un entorno ácido en el intestino, que es perjudicial para los agentes patógenos.

Las bacterias beneficiosas también ayudan a digerir y asimilar los alimentos vegetales que las enzimas intestinales no pueden manejar por sí solas.

Dichas bacterias participan en la producción de vitaminas que favorecen los procesos metabólicos en el tejido conjuntivo, favorecen la extracción de energía de los hidratos de carbono, regulan el sistema nervioso y propician la producción de antígenos.

Para mantener el número de bacterias lácticas es importante consumir kéfir y yogur, que ayudarán a multiplicar y reforzar la microflora intestinal. Resulta de suma relevancia consumir productos que contengan lactobacilos para la disbacteriosis después de tomar antibióticos.

Escudo biológico

En los tejidos epiteliales humanos, tanto internos como externos, habitan muchas bacterias beneficiosas. Se encuentran en la vanguardia de la defensa e impiden la entrada de agentes patógenos. Entre las principales bacterias de este tipo se encuentran los estafilococos, los estreptococos y los micrococos.

La microflora humana ha cambiado considerablemente, ya que ha pasado de vivir en el medio natural al medio urbano. Así, las bacterias del hombre moderno y del hombre que vivió en el pasado son muy diferentes.

El organismo es capaz de distinguir las especies peligrosas de las que no lo son, pero cualquier estreptococo, si entra en el torrente sanguíneo, puede causar una enfermedad grave.

Con el consumo regular de productos con este tipo de bacterias se consigue repoblar la piel con nuevos organismos, por lo que no sólo desaparecen las enfermedades y el mal olor, sino que también cambia la estructura de la piel, por ejemplo, se abren los poros.

En cada persona, la microflora cambia muy rápidamente, dependiendo del organismo y del ambiente en el que vive. Esto tiene tanto ventajas como desventajas, ya que el número y la composición de las especies de bacterias pueden variar independientemente. Diferentes microorganismos requieren diferentes sustancias.

Mientras más variada sea la alimentación de una persona, más vinculada a un conjunto de alimentos de temporada, más beneficiosos serán los microorganismos. Pero si el alimento está saturado de antibióticos, conservantes y diversos colorantes químicos, las bacterias no pueden soportar esta tensión y pueden morir. De este modo, desaparecen tanto los organismos patógenos como los beneficiosos.

En consecuencia, se destruye la microflora humana, lo que provoca diversas enfermedades.

Bacterias dañinas

A nuestro alrededor hay microorganismos nocivos. Es posible encontrarlos en el aire, en el suelo, en el interior de los seres humanos, en los animales, en las plantas, en los alimentos y en los objetos que nos rodean. Varios de ellos parasitan en la piel, en el interior del cuerpo y son capaces de causar diversas enfermedades que afectan a los seres humanos, a los animales y a las plantas. El objetivo de la inmunidad es inhibir el desarrollo de bacterias patógenas.

Desde hace varios miles de millones de años aparecieron los primeros microorganismos en la Tierra. Han evolucionado y se han adaptado a nuevos hábitats. Hoy en día los procariotas son omnipresentes. El alto grado de supervivencia se debe a la presencia de genes saltarines que conllevan avances adquiridos. Los microorganismos son capaces de transmitirse esos genes de generación en generación.

Microflora humana

Los seres humanos y las bacterias son inseparables. Los más simples son capaces de hacer tanto bien como mal. Entre todas las bacterias conocidas en la superficie y el interior del cuerpo humano, el 99% son beneficiosas y sólo el 1% son patógenas.

Pero es precisamente esta pequeña parte la que causa importantes daños a la salud y, por tanto, la mención de la palabra bacteria es negativa. Los microbios están en todas partes: en la vejiga, las vías urinarias, el tracto respiratorio, los intestinos, las mucosas, etc.

El equilibrio adecuado se mantiene gracias a unas bacterias especiales que proporcionan inmunidad, protegiendo al cuerpo humano de la acción de los agentes patógenos.

Conoce nuestro Máster en Calidad, Seguridad Alimentaria, Dietética y Nutrición

Leave Comments