By Diana Cortés Pérez on Jueves, 27 Mayo 2021
Category: CIENCIAS

¿Qué es la seguridad alimentaria? 🥗

El estado de nutrición de la población, la calidad y la seguridad de las materias primas alimentarias y los productos alimenticios son los factores más importantes para la conservación y el fortalecimiento de la salud de la población.

Durante los últimos años, se ha prestado especial atención a la nutrición saludable, uno de cuyos componentes es la seguridad alimentaria: biológica, química y radiológica.

La seguridad alimentaria es un estado de los productos alimenticios que indica la ausencia de riesgos inaceptables asociados a los efectos nocivos para los seres humanos y las generaciones futuras.

El impacto nocivo sobre los seres humanos está causado por factores asociados a la presencia de contaminantes en los productos alimentarios: radionúclidos, toxinas, organismos patógenos que ponen en peligro la vida o la salud humana

Los contaminantes presentes en los alimentos incluyen una amplia gama de sustancias químicas (elementos tóxicos, plaguicidas, nitrosaminas, bifenilos policlorados, etc.), biológicas (hongos de moho y micotoxinas, bacterias y toxinas bacterianas, levaduras, toxinas de los mariscos, etc.) y físicas, en la que los riesgos microbiológicos ocupan el primer lugar.

Además, hay que tener en cuenta que el desarrollo y la introducción de nuevas tecnologías en la industria alimentaria pueden provocar nuevos riesgos relacionados con la nutrición. Así, la seguridad de los productos alimentarios debe garantizarse a lo largo de todo su ciclo de vida: cultivo de materias primas alimentarias, producción, transporte, almacenamiento y venta.

En las condiciones modernas del mercado debe haber tanto un control estricto de la producción realizado por el fabricante de los productos alimentarios con la identificación de los posibles riesgos de contaminación del producto final, como una supervisión estatal de su seguridad.

Condiciones generales de la información al consumidor

Información para el etiquetado

El producto alimentario debe estar etiquetado con la siguiente información:

  1. El nombre del producto.
  2. En la etiqueta el uso de términos como ecológico, fresco, hecho en casa, cultivado sólo con fertilizantes orgánicos, cultivado sin pesticidas, cultivado sin el uso de fertilizantes minerales, vitaminado, sin conservantes, salud, y otras palabras de carácter publicitario sólo se permite con la indicación de un documento reglamentario que permita identificar las propiedades especificadas del producto o proporcionando una definición clara del término, y/o si lo confirman las autoridades competentes. Se indicará el nombre y la ubicación (dirección) del fabricante, envasador, exportador e importador del producto, nombre del país y lugar de origen.
  3. Fecha de elaboración y fecha de envasado (embalaje) del producto.
  4. Vida útil o caducidad del producto.
  5. Peso neto, volumen o cantidad de producto.
  6. Composición del producto (en todos los productos, excepto en los de un solo ingrediente, se facilitará una lista de ingredientes). Esta debe ir precedida por el título Composición, seguido de una lista de ingredientes en orden decreciente de peso en la composición del producto. Al indicar los aditivos alimentarios, se utiliza su nombre de grupo y su índice según el Sistema Numérico Internacional.
  7. Condiciones de almacenamiento (en el caso de las mercancías para las que se establecen requisitos obligatorios en materia de condiciones de almacenamiento).
  8. Designación del documento normativo o técnico con el que se fabrica el producto.

Normas que los consumidores deben tener en cuenta para los alimentos

Los consumidores deben tener en cuenta las siguientes normas a la hora de comprar productos alimentarios:

  1. Mantener los productos limpios.
  2. Separar los alimentos crudos de los tratados térmicamente.
  3. Cocinar los alimentos adecuadamente.
  4. Tratamiento térmico a la temperatura adecuada.
  5. Utilizar agua y materias primas seguros.

Así pues, sólo las medidas preventivas integrales, entre las que se encuentran el cumplimiento de todas las normas y reglamentos por parte del fabricante, la aplicación del control de la producción en todas las fases de la misma, el control de la calidad de los productos vendidos en las redes comerciales, el seguimiento y la supervisión gubernamental, y las medidas preventivas a nivel del consumidor, garantizarán la seguridad alimentaria y evitarán el desarrollo de enfermedades relacionadas con la nutrición.

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