By Blog de CEUPE on Martes, 22 Enero 2019
Category: FINANZAS

La autofinanciación

La autofinanciación del periodo estará integrada por unos elementos que figuran como tal en la estructura financiera de la empresa, como es el beneficio, más otros que corresponderán a un cambio de sustancias, como las amortizaciones y provisiones.

La materialización de ambos se realizará en las cuentas o activos circulantes y, por consiguiente, en el incremento del fondo de maniobra.

La autofinanciación permite la generación del fondo de maniobra, de tal manera que, si el mismo se aplica al reforzamiento e incluso expansión de la estructura patrimonial fija de la empresa, la actividad de explotación se encargara de reponer el fondo de maniobra a unos niveles operativos mediante la generación de autofinanciación.

La capacidad de autofinanciación viene dada por la suma del beneficio neto y las amortizaciones (o flujo de caja) y por la política de distribución del beneficio que sigue la empresa. La autofinanciación es la parte del flujo de caja que se reinvierte en la propia empresa. Cuanto mayor sea la autofinanciación significa que la empresa tiene una mayor independencia financiera frente a terceros (propietarios, acreedores, bancos).

En esta parte es interesante analizar la política de distribución de beneficios que ha realizado la empresa en los últimos años. Es necesario comprobar la coherencia del reparto de dividendos y de la dotación de reservas en relación con la situación de la empresa.

Autofinanciacón (se reinvierte) + Dividendo (remuneración para el accionista)

La autofinanciación depende de que:

  1. Existan proyectos cuya rentabilidad sea mayor que el coste del capital
  2. Deseemos reestructurar la financiación
  3. Deseemos contrarrestar el efecto de la inflación sobre el patrimonio de los accionistas

Autofinanciación/Ventas = beneficio + amortización / ventas

S / Activo = benef. + amort. / activo

Política autofinanciación = dividendo / benef. + amort.

Autofinanciación inversión = benef. + amort. – div. / inversión

Cuando en el análisis se pretende diferenciar lo más completa y automáticamente posible la evolución de la gestión económica de la empresa en lo afecta a la explotación normal de sus productos y servicios, al margen de las cargas financieras derivadas de la estructura financiera de la empresa y que se considera que no debería influir a la hora de comparar dos empresas en un mismo negocio, cuya autentica diferenciación estaría en los costes operativos de ambas empresas pero no en sus estructuras financieras, aparece un nuevo parámetro cada día más utilizado en la práctica: los recursos generados netos.

En resumen:

BAIT

Margen

1.       No incluye las cargas financieras o intereses

2.       No tiene en cuenta el impuesto sobre sociedades

1.       Incluye el efecto de las cargas financieras

2.       Incluye efecto del impuesto de sociedades

3.       No descuenta el efecto del flujo de las amortizaciones


Crecimiento de la empresa

El crecimiento de la empresa, ya sea en ventas, activos o en cuota de mercado, por ejemplo, no es siempre recomendable. Cualquier empresa tiene una determinada capacidad financiera de crecimiento, en función de aspectos tales como el flujo de caja que genera, la política de autofinanciación o su estructura financiera.

Para conocer esta capacidad de crecimiento se pueden usar modelos como el de Hgggins, que se basa en variables para estimar la capacidad de crecimiento de una empresa.

Variables:

M = beneficio neto / ventas

D = tanto por uno del Bº que se reparte vía dividendos = dividendos / benef. neto

E = estructura financiera = activos / recursos propios

R = rotación de activos = ventas / activo

Capacidad de crecimiento = M × (1-D) × E / 

 - M × (1-D) × E

Mediante este modelo se puede estimar el porcentaje anual de crecimiento en ventas que puede tener una empresa en el supuesto de que no haya ampliaciones de capital ni subvenciones para financiar el crecimiento. Es lo que denomina crecimiento autosostenido.

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