By Dairayma Méndez Colmenares on Sábado, 26 Marzo 2022
Category: CIENCIAS

Tipos de suelo y su influencia en los rendimientos de campo

Para obtener una cosecha abundante, un agricultor debe sembrar una determinada planta en el momento y el lugar correctos. El lugar adecuado determina no solo la ubicación geográfica y el clima, sino también el tipo de suelo. Cada tipo tiene ventajas y desventajas, y diferentes tipos de suelo son adecuados para diferentes cultivos en términos de: contenido de nutrientes (hay suficientes en un tipo particular de suelo para las plantas); características de los tipos de suelo para cultivo (con qué facilidad se cultiva la tierra); riego (qué tan rápido entra y sale el agua).

Al administrar estos factores clave, puede aprovechar al máximo la situación. Pero para esto necesitas saber con qué tipo de suelo estás tratando.

Qué tipos de suelo hay: características claves que importan

En cuanto a la clasificación de los tipos de suelo (suelo), no hay consenso. Dependiendo de la principal característica distintiva, existen varios enfoques. La mayoría de las veces, sin embargo, el paradigma se basa en la composición. También se debe tener en cuenta que las diferentes industrias tienen sus propias clasificaciones de tipos de suelo y sus características.

No todos los tipos de suelo son aptos para la agricultura 

Las definiciones de tipo de suelo generalmente explican los elementos que componen una sustancia: arena, arcilla y limo. Así, existen tres materiales básicos para crear diferentes tipos de suelos con sus fortalezas y debilidades. Al intentar comprender cuál es la diferencia, debe prestar atención al tamaño de las partículas. Los más pequeños son característicos de la arcilla. Cuanto más pequeñas son las partículas, menos aire queda entre ellas y más cerca se pegan entre sí.

Suelo arenoso

El suelo arenoso se refiere a tipos ligeros de suelos. Tampoco es difícil reconocerlo: está suelto, fluye libremente, pasa fácilmente el agua. Todas las cualidades inherentes a los suelos arenosos son sus más y sus menos. Este tipo de suelo se calienta rápidamente, está bien aireado, es fácil de procesar, pero al mismo tiempo se enfría rápidamente, se seca pronto, retiene débilmente los minerales en la zona de la raíz.

Suelo arcilloso

El suelo arcilloso es el tipo de suelo más adecuado para el cultivo de cultivos hortícolas. Todo es posible crecer en suelos arcillosos. Se procesa fácilmente, contiene un gran porcentaje de nutrientes, tiene una alta permeabilidad al aire y al agua, no solo puede retener la humedad, sino también distribuirla uniformemente sobre el espesor del horizonte y retiene bien el calor.

Debido a la combinación de propiedades existentes, no es necesario mejorar el suelo arcilloso, pero solo es necesario mantener su fertilidad: mantillo, aplicar estiércol para excavar en otoño (3-4 kg por 1 metro cuadrado) y, si es necesario, alimentar los cultivos plantados en él con fertilizantes minerales.

Suelo de cal

El suelo calcáreo pertenece a los suelos pobres, suele tener un color marrón claro y contiene cal o carbonato cálcico. Son muy alcalinos y no son adecuados para el cultivo de plantas que necesitan suelos ácidos. En cultivos que crecen en tales suelos, el follaje se vuelve amarillo y se observa un crecimiento insatisfactorio.

Para mejorar la estructura y aumentar la fertilidad de los suelos calcáreos, es necesario aplicar regularmente fertilizantes orgánicos, y no solo para el tratamiento principal, sino también en forma de mantillo, aplicar fertilizantes potásicos, sembrar abono verde. Todo es posible para crecer en este tipo de suelo, pero sujeto a frecuentes aflojamientos de espacios de campo, riego oportuno y uso cuidadoso de fertilizantes minerales y orgánicos.

 

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