Con el tiempo se ha convertido en una costumbre para muchas personas y es que reciclar es algo que deberíamos adaptar todos a nuestras vidas, con el propósito final de cuidad nuestro entorno.
Reciclar es importante y es un hábito que todos deberíamos tener en nuestro día a día. Para empezar, ¿qué es exactamente el reciclaje? Al final se trata de un proceso donde se transforman los residuos usados o desechados para convertirlos en nuevas materias primas para volver a ser usadas. Todo esto se hace en tres procesos: recolección, clasificación y, por último, la fabricación.
Por otro lado, hay muchas personas que se preguntan por qué es tan importante tener esta costumbre diaria de reciclar y la verdad es que hay varios puntos clave a tener en cuenta. Por ejemplo, el ahorro de energía es inmenso cuando reciclas, ya que, al reutilizar y crear nuevas cosas con los mismos residuos, contribuimos a que la industria elabore menos artículos y, por lo tanto, menos energía.
También ayudamos a que el impacto ambiental sea mucho menor ya que como bien dice ACNUR, "cuando los residuos llegan a los vertederos, son incinerados y generan gases nocivos para el medioambiente. Si reciclamos, habrá menos residuos en dichos sitios y, por tanto, se producirán menos gases contaminantes".
Si lo tenemos tan claro, ¿por qué a día de hoy sigue habiendo tantas dudas sobre el reciclaje? Lo cierto es que ya no es solo saber la diferencia entre el contenedor amarillo o el azul, sino que hay ciertos objetos que realmente no sabes si los estás depositando en el contenedor correcto. ¿Dónde tiras el cepillo de dientes? ¿El tetrabrik va en el contenedor del cartón? ¿Y el papel de aluminio? A continuación, te resolvemos algunas de las dudas más frecuentes:
Contenedor amarillo
En este contenedor van los envases de plástico a rasgos generales, pero hay más. Por ejemplo, cuando vamos a tirar un brik de leche, muchas personas piensan erróneamente que tienen que tirarlo al contenedor del cartón, pero lo cierto es que hay que depositarlo en el amarillo porque no solo está compuesto por cartón, sino que también lleva plástico y aluminio. Asimismo, el papel de aluminio debe ir en este contenedor a no ser que tenga mucha grasa de la comida o restos de la misma, en cuyo caso iría al orgánico. Los aerosoles y los botes de pintura deberán depositarse en este también siempre y cuando sean de uso doméstico y todo el contenido esté vacío, porque si no es así es mejor llevarlos al punto limpio.
Contenedor marrón
Es un contenedor que se ha implantado en algunas partes de España para, sobre todo, contribuir a cuidar el medio ambiente mediante un reciclaje más exhausto. En este contenedor se meterían todos aquellos restos de comida, cáscaras de fruta e incluso servilletas de papel usadas.
Contenedor gris
Se trata de un contenedor de restos, aquellas cosas que no se pueden reciclar y con las que no puedes hacer compost. Aquí se deben de tirar cosas como pañales, compresas, los cepillos de dientes o las cápsulas de café. Aunque cabe aclarar en este punto que en algunos puntos de España se usa el contenedor gris como el orgánico y de restos porque no disponen de un contenedor marrón.
Contenedor azul
Este contenedor es de los más conocidos y es donde metemos envases de papel y cartón como por ejemplo cajas de zapatos, o de productos alimenticios. ¿Y qué pasa con las cajas de pizza? Si tienen muchos restos de comida deberían de ir al orgánico, pero si está prácticamente vacío iría en el azul.
Contenedor verde
Parece el más sencillo, pero se siguen cometiendo errores. En este contenedor debemos echar solamente botellas de vidrio como las de vino, frascos de vidrio como los de los perfumes y, por último, tarros de alimentos como los de las mermeladas. En este punto cabe decir que muchas personas se equivocan al depositar bombillas, vasos o vajilla en este contenedor ya que se trata de cristal, no vidrio. Por lo tanto, este tipo de objetos es mejor llevarlos a un punto limpio.
Teniendo en cuenta estas pequeñas cosas, podrás reciclar de una forma sencilla y sin grandes complicaciones.
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