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Título propio, todo lo que debes saber si quieres estudiarlo

La posibilidad de cursar un título propio es una de las opciones que ofrecen las universidades para ampliar la formación profesional y, sobre todo, acercarla al mundo laboral. Pero, ¿en qué consisten estos estudios? ¿Cómo pueden cursarse? A continuación, te facilitamos todas las claves.

Un título propio es un programa formativo no oficial con características similares a un máster oficial universitario. Su objetivo es la formación avanzada de carácter específico, con una clara orientación hacia la aplicación profesional.

Tal y como indica su nombre, son exclusivos de cada universidad, por lo que las normas que tienen que cumplir son menos estrictas. El ahorro de tiempo que supone evitar la burocracia que conllevan las titulaciones oficiales permite que los cursos puedan adaptarse de una forma mucho más rápida y dinámica a las necesidades laborales de cada momento.

Características principales de un título propio

Son docentes universitarios los que desarrollan este tipo de programas. Sin embargo, suelen estar avalados por empresas y cuentan para su impartición con  profesionales y expertos en la materia tratada, algo que permite adquirir una orientación muy práctica.

Su duración viene determinada por la universidad que lo desarrolla. Al no estar sujetos a la normativa oficial, cuentan con una mayor flexibilidad. Sin embargo, buena parte de estos programas se acogen a las modalidades de 60, 90 o 120 créditos.

Los requisitos de acceso a un título propio los establecen los comités de valoración de las propias universidades y son variados. Según el caso, puede ir desde la exigencia de un Grado, hasta formación más básica como Formación Profesional o Bachillerato. Incluso puede bastar con la acreditación de experiencia profesional en el sector.

En definitiva, son una excelente herramienta para especializarse en un campo o competencia concreta. Y también para adaptar el currículum personal a la demanda del mercado laboral.

No lo olvides, no es una titulación oficial

Sin embargo, hay que recalcar que se trata de enseñanzas no oficiales. Los títulos propios vienen regulados por la disposición adicional undécima del RD 1393/2007, que establece:

“Títulos no oficiales. Las universidades en uso de su autonomía, podrán impartir otras enseñanzas conducentes a la obtención de otros títulos distintos a los expresados en el artículo 3.1. La expedición de estos títulos se realizará del modo que determine la universidad, sin que ni su denominación ni el formato en que se confeccionen los correspondientes títulos puedan inducir a confusión con los títulos oficiales que se establecen en los artículos 9, 10 y 11 del presente real decreto.”

Esto significa que no debe usarse la expresión de máster universitario para referirse a un título propio. Además, no proporcionan acceso a estudios de doctorado.

Por otra parte, al no estar integrado en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), su validez queda restringida al país en el que se ha cursado. No se reconocen en el resto de los 47 países que forman esta institución.

Además, si se quiere utilizar esta formación para opositar, hay que tener en cuenta que la Administración Pública considera los títulos propios como estudios de formación continua. Por lo que la puntuación otorgada suele ser inferior a la de los másteres oficiales.

Así mismo, y por la misma razón, los títulos propios no están incluidos en el sistema de becas del Ministerio de Educación. Aunque puede conseguirse algún tipo de ayuda de la propia institución, lo normal es que el alumno se haga cargo de todos los costes.

Oferta y salida profesional

La oferta de títulos propios en España es muy amplia y variada. Podemos elegir entre cerca de 5.000 cursos impartidos a través de las universidades públicas y privadas. Y en las distintas modalidades de estudio: presencial, semipresencial, a distancia y online.

Respecto al precio, de nuevo nos encontramos con que son las universidades las que fijan sus tasas, quedando al margen tanto el Ministerio, como las comunidades autónomas. En general, podemos considerar que el coste de un título propio suele ser más elevado que el de un máster oficial, y este varía considerablemente en función de su especialidad, duración y la universidad que lo imparte.

Llegados a este punto, lo lógico es preguntarse qué tipo de estudios ofrece una mejor salida profesional, un título propio o un máster oficial. En principio, no parece que difieran demasiado.

Los másteres oficiales, por lo general, son cursados por estudiantes que quieren continuar su especialización en el mundo de la investigación y se plantean seguir formándose mediante un doctorado posterior. En el ámbito de la empresa, son estas las que determinan los criterios de selección, y no parece haber una predilección clara. Tanto másteres oficiales como títulos propios son igualmente valorados.