RRHH

¿Qué es la PNL en RRHH?

Rápidamente podemos definir PNL por “Programación” en este proceso, se entiende todos aquellos patrones de conducta que primero aprendemos y luego repetimos, el prefijo “Neuro” alude a todo aquello que pasa en nuestra mente, el término “Lingüística”, al lenguaje y a la forma en cómo lo usamos. PNL, nos permite entender por qué hacemos lo que hacemos y somos lo que somos, como pensamos, como nos sentimos, como entendemos la vida en medio del mundo que nos rodea.

El modelo de comunicación de PNL, explica como procesamos la información que nos llega del entorno. Nos movemos por la vida sin responder al mundo que nos rodea, solo respondemos o estamos atentos a nuestro propio y personal mapa del mundo. Nos ayuda a poder entender y así cambiar la forma en que podemos percibir y observar el mundo.

Centrándonos en la selección y, específicamente, en la entrevista personal, la PNL nos dará una valiosa información de cómo el candidato, se comunica, piensa y actúa, mejorando el conocimiento del mismo.

La PNL también favorece la creación de una buena sintonía (rapport) durante la entrevista. Esta sintonía, asegura el ambiente propicio para tener una conversación abierta donde exista confianza y empatía, donde se pueda entender la posición y situación del candidato. Para lograrlo, la PNL nos enseña la importancia que tiene la comunicación verbal y no verbal, y como podemos adecuarlas a cada uno de los candidatos.

La PNL nos da información sobre la “congruencia” del mensaje del candidato. El poder de observación, que aporta el conocimiento y el correcto uso de la PNL, nos da pistas sobre el nivel de acompasamiento que existe entre mensaje verbal y lo que está transmitiendo, detectando mensajes ciertos y contradictorios.

La entrevista de selección, ayudado con la PNL, junto con el resto del proceso de selección (conocer el perfil de la persona para la que va a trabajar, tener una definición clara de las competencias requeridas y otros) nos asegurará el éxito y el perfecto engranaje candidato, puesto y organización.

El modelo de comunicación de PNL, se basa en la psicología cognitiva, desarrollada por Richard Bandler y John Grinder.

Para lograr que la comunicación sea efectiva, debemos basarnos en tres grandes objetivos:

  1. Saber lo que queremos
  2. Saber qué tipos de respuesta queremos
  3. Poseer la flexibilidad necesaria para identificar qué tipo de receptor tenemos para adaptar la comunicación

Debemos poder ser flexibles y comprender las reacciones.

Hay que entender o identificar que la manera en como los estímulos se convierten en representaciones, sensaciones internas dentro de nuestro cerebro, este proceso implica tres procesos fundamentales:

  1. Sugestiones, se producen cuando prestamos atención a alguna parte de la información que entra por nuestros sentidos y somos completamente ajenos a otros estímulos, por ejemplo: estás tan concentrado en la entrevista que se te olvida el CV, la presentación corporativa, y hasta el nombre del candidato que entrevistas.
  2. Distorsiones, se producen cuando malinterpretamos información que nos llega del entorno. Con mucha facilidad podemos distorsionar los actos de otra persona. Tenemos que estar atentos a la comunicación y no valorar antes de tener más información.
  3. Generalizaciones, hacemos una generalización cuando trasferimos las conclusiones a las que llegamos partiendo de la base de una vivencia, de manera que se ajuste a otras situaciones similares.

La razón por la que las personas expuestas a los mismos estímulos reaccionan de distinta forma, es que todos los seres humanos suprimimos, distorsionamos y generalizamos de distinta manera, basándonos en nuestros propios procesos internos, como:

  1. Los valores son un conjunto de filtros inconscientes que aprendemos casi por ósmosis, de nuestros padres y familia cercana hasta más o menos los siete años, y luego de nuestros compañeros y amigos, los valores son los motivos para hacer algo, pero nos frenan en muchos casos a alcanzar objetivos y metas. Son factores que nos parecen importantes y nos permiten considerar que algo es bueno o malo. Nos motivan o desmotivan. Los valores pueden conducir hacia el placer o alejarte del dolor.
  2. Creencias son unas verdades a las que realmente podemos tenerles miedo; pueden conducir a la cumbre del éxito como pueden también arrastrarte al fondo del fracaso, Henry Ford decía “Ya crea usted que puede o que no puede…, en ambos casos tendrá razón”. Las creencias se forman de todo tipo de maneras inconscientes, aprendemos que tenemos talento de nuestros padres, que podemos dibujar o hablar de nuestro profesor, que debemos ser siempre amigos de nuestros amigos, y así sucesivamente.
  3. Las actitudes, es la peculiar manera de cómo cada uno de nosotros piensa sobre un tema o sobre un grupo de personas. Nuestra actitud revela a los demás lo que sentimos o nuestro estado mental respecto a algo o alguien. Nos es posible identificar parcialmente la actitud de la persona a partir de lo que dice y de cómo se comporta, nuestra actitud se fundamenta en nuestros valores y creencias, afecta nuestras habilidades, obligándonos a comportarnos de cierta manera.
  4. Nuestros recuerdos determinan aquello que prevemos y como portarnos y comunicarnos con los demás. Los recuerdos de nuestro pasado pueden afectar a nuestro presente y futuro.
  5. Decisiones, están estrechamente ligadas a tus recuerdos y afectan a todas las áreas de tu vida. Limitan cuando se trata de opciones que tienes en la vida, a estas decisiones se denominan limitantes. Algunas de ellas se toman de manera inconsciente, cuando somos jóvenes, y hasta puede que las olvidaras ya.

A medida que maduramos y crecemos los valores pueden cambiar y es necesario reconocer y reevaluar también cualquier decisión que pueda obstaculizarnos para lograr un objetivo.

Siendo así conscientes de que es posible controlar todos estos parámetros personales que influyen y contaminan la comunicación, la toma de decisiones y la valoración de personas debemos mantener activo en la memoria estas grandes sugerencias:

  1. Pensar antes de hablar. Piensa en el resultado que esperas. Exprésate según convenga, con el nivel más adecuado y de la forma más directa. Habla con cuidado; teniendo consciente todos los aspectos antes identificados, podemos considerar que somos objetivos, te permitirá ser generoso y amable con el candidato ya que eres libre de tus paradigmas personales y conocer el “mundo” que quieres que te muestre.
  2. Despejar interrogantes. Una vez tengamos la información que queremos del candidato con respecto a sus experiencias, conocimientos, expectativas. En el momento del cierre de la entrevista es conveniente dejar espacio para que el candidato realice, resuelva, o aclare alguna duda con respecto a la entrevista, a la empresa o al puesto, cada una de las preguntas que se realicen deben ser contestadas, de forma clara, políticamente correcta.
  3. Despedida. Agradecerle nuevamente al candidato su presencia e interés en el puesto, así como el tiempo dedicado en la entrevista y su esfuerzo por compartir la información con nosotros.

Hoy en día todo profesional de RRHH debe contar con esta herramienta ya que se vuelve fundamental para optimizar la comunicación con los empleados y conocer mejor a quienes quieren formar parte de ella.

Entre otras cosas, para mejorar procesos tales como:

  1. Trabajo en equipo
  2. Solución de conflictos
  3. Administración de personal
  4. Liderazgo
  5. Motivación, comunicación y creatividad
  6. Toma de decisiones
  7. Adaptación al cambio
  8. Selección de personal
  9. Evaluación de desempeño

SI ESTÁS INTERESADO EN DESARROLLAR TUS CAPACIDADES EN EL CAMPO DE RECURSOS HUMANOS, ENTRA EN CEUPE E INFÓRMATE SOBRE NUESTROS MÁSTERS Y CURSOS EN RECURSOS HUMANOS.