PSICOLOGÍA

¿Qué es la carga de trabajo?

Movimientos repetitivos.

La mayoría de las lesiones que aparecen en el trabajo no se producen por una causa única, sino que son debidas a microtraumatismos repetitivos. Esta clase de problemas son de tipo acumulativo y darán lugar a lesiones crónicas que no sólo impiden trabajar, sino que pueden tener consecuencias posteriores, tanto en la capacidad funcional como en la calidad de vida de los trabajadores cuando alcancen edades avanzadas.

Microtraumatismos repetitivos.

La mayoría de las lesiones no se producen por una causa única, sino que son debidas a pequeños traumatismos que se repiten una y otra vez. Las molestias son de aparición lenta y de carácter inofensivo en apariencia, por lo que suelen olvidarse hasta que se hacen crónicos y aparece el daño permanente. Se localizan fundamentalmente en el tejido conectivo, sobre todo en los tendones y sus vainas; también pueden irritar a los nervios o impedir el flujo sanguíneo por compresión de los pequeños vasos que nutren los tejidos.

El término traumatismo acumulativo (Kroëmer 1989) representa aquellos síndromes que se caracterizan por molestias, incomodidad, impedimento o dolor persistente en las articulaciones, músculos, tendones y otros tejidos blandos, con o sin manifestación física y que están causados por movimientos repetidos, posturas forzadas y en las que se desarrollan fuerzas elevadas, ya sea dentro o fuera del trabajo.

Las características principales de un traumatismo acumulativo son:

  1. Etiología multifactorial (relacionada o no con el trabajo).
  2. Necesitan un periodo de desarrollo largo, generalmente semanas o años.
  3. Recuperación muy larga, que puede no ser completa.
  4. Compromete a las unidades músculo-tendinosas.
  5. Los síndromes de atrapamiento son menos comunes, pero más graves y más costosos.

En la génesis de los traumatismos acumulativos se pueden identificar tres etapas evolutivas:

  1. Aparece dolor y cansancio durante las horas de trabajo, desapareciendo fuera de éste. No se reduce el rendimiento de trabajo. Puede durar semanas e incluso meses. Es una etapa reversible.
  2. Los síntomas aparecen al empezar el trabajo y no desaparecen por la noche, alterando el sueño y disminuyendo la capacidad de trabajo repetitivo. Esta etapa dura meses.
  3. Los síntomas persisten durante el descanso y el dolor aparece incluso con movimientos no repetidos. Se hace difícil realizar tareas incluso triviales. Esta etapa puede durar meses o años.

El tratamiento en la primera etapa es fundamental ya que generalmente el proceso mejora y desaparece al adoptar las medidas ergonómicas. En etapas más avanzadas se hace necesaria la atención médica.

Dentro de las lesiones por traumatismo acumulativo pueden diferenciarse tres grandes grupos, en función de la zona afectada:

  1. Lesiones en la espalda, fundamentalmente a la zona lumbar.
  2. Lesiones en miembros superiores.
  3. Lesiones de cuello y hombro, si se considera conjuntamente la zona.

Factores de riesgo personales.

La aparición de lesiones de este tipo puede ser causada por etiologías de origen diverso, tanto específicamente laborales como personales o secundarios a la técnica de trabajo.

Se han considerado como factores de riesgo extraprofesionales para la aparición de traumatismos acumulativos:

  1. La edad
  2. El sexo
  3. La presencia de enfermedades crónicas
  4. Los deportes que solicitan frecuentemente a los miembros superiores
  5. Relaciones anatómicas (disminución de rango de flexo-extensión de muñecas)

Factores de riesgo profesional.

Los factores específicos de exposición ocupacional son:

  1. Fuerza: Durante la realización de cualquier esfuerzo se requiere la contracción de los músculos para producir una fuerza. La forma de aplicar estas fuerzas puede ser el origen de la aparición de determinadas lesiones en los trabajadores; por el contrario, si las fuerzas se aplican correctamente, siguiendo los fundamentos biomecánicos de protección, mejora la efectividad del trabajo y se reduce el riesgo de futuras lesiones.
  2. Postura y Movimientos: Existen numerosas actividades durante el curso del trabajo en las que se deben asumir una gran variedad de posturas inadecuadas, que pueden provocar tensiones o estrés biomecánico en el aparato osteomuscular y los tejidos adyacentes. Cuando una articulación se mueve, su nueva localización vendrá dada por la dirección en que se haya desplazado y por el valor del ángulo que forme con la posición de reposo: la postura adoptada por un hombre de pie, mirando al frente y con los brazos colgando de forma relajada a lo largo del cuerpo. Las articulaciones tienen una capacidad de movimiento máxima en los diferentes planos en los que puede desplazarse.
  3. Repetición de Movimiento: Una tarea repetida se puede definir como aquella actividad consecutiva, que dura al menos 1 hora, en la que el sujeto lleva a cabo ciclos similares de duración relativamente corta. Se considera que un trabajo puede causar lesiones por repetición cuando su ciclo de ejecución es menor de 30 segundos ó más del 50% del ciclo de trabajo. Desde un punto de vista biomecánico el trabajo se puede dividir en ciclos fundamentales, por ejemplo, llenar una caja de naranjas en pocos minutos. En tareas más elaboradas, el trabajo se subdivide en subciclos, en cada uno de los cuales el trabajador realiza diferentes movimientos.

Medidas preventivas.

Para prevenir las lesiones secundarias al trabajo estático o a los movimientos repetidos, las pausas han de ser frecuentes. No es buena medida acumular los periodos de descanso. Desde el punto de vista fisiológico son mejores las pausas cortas pero frecuentes que las más largas y espaciadas.

Los periodos de reposo se pueden catalogar como:

  1. Descansos, incluyendo el tiempo de la comida.
  2. Los periodos en que la tarea no afecta a los músculos habitualmente implicados.
  3. Periodos dentro de un ciclo en que los músculos implicados se encuentran inactivos.

Hay que reducir la exposición del trabajador a las tareas que implican repetición de movimiento; para ello es bueno intercalar unas tareas con otras que precisen movimientos diferentes y requieran músculos distintos. Para contrarrestar las posiciones estáticas, tanto en el trabajo de pie como en el sentado, existen ejercicios de relajación que deben hacerse cuando se siente tensión muscular o de forma pautada una vez a la hora.

Otra medida que ayuda a reducir la exposición es el uso de órtesis de protección (coderas, muñequeras, fajas lumbares), pero siempre teniendo en cuenta que:

  1. Sólo se recomendarán en aquellas tareas en las que el riesgo sea muy elevado.
  2. Únicamente mientras se está realizando el trabajo y se retirará tan pronto como este finalice.
  3. Tras la retirada, se deben hacer ejercicios de fortalecimiento para evitar la posible atrofia secundaria a su uso.

Por último, se debe instaurar un programa de vigilancia de la salud (protocolos de posturas mantenidas, movimientos repetidos) en función del riesgo para detectar cuanto antes si se presentan alguno de estos problemas.