CIENCIAS

Primeros auxilios: Lesiones circulatorias

El funcionamiento cardíaco es perceptible mediante la auscultación o el pulso en algunas arterias superficiales, como la carótida y femoral (pulso central) o en las arterias radiales, humeral, etc. (pulso distal).

Parada cardíaca

Si el corazón se para, no se detectará sonido en la auscultación, la circulación de la sangre se habrá detenido y no se percibirá pulso. La vida de la persona se extinguirá en breves minutos, por lo que debemos realizar la reanimación cardíaca o masaje cardíaco externo. Las causas que pueden producir una parada cardíaca son: lesiones, enfermedades, intoxicaciones, etc.

Algunas lesiones pueden afectar directa o indirectamente la funcionalidad cardíaca:

  1. Fuertes traumatismos en la zona precordial.
  2. Aplastamiento de la caja torácica.
  3. La acción de la electricidad.

Entre las enfermedades, la más frecuente es el infarto de miocardio, que se produce al interrumpirse la circulación en el sistema coronario, que irriga al propio músculo cardíaco.

Los tóxicos que pueden inhibir la función cardíaca de forma directa o indirecta son muy variados:

  1. Barbitúricos
  2. Alcohol
  3. Nicotina
  4. Picaduras de insectos o mordeduras de animales venenosos
  5. Reacciones alérgicas por medicamentos, etc.

La parada cardíaca cursa con una serie de síntomas:

  1. Pérdida de conocimiento.
  2. Hipotonía muscular (energía muscular inferior a la normal).
  3. Respiración jadeante que pasa en breves minutos a apnea (asfixia).
  4. No se escuchan sonidos cardíacos ni existen pulsos periféricos.
  5. Palidez.
  6. Midriasis o pupilas dilatadas permanentemente.

Hemorragias

La hemorragia es la salida de sangre de los vasos sanguíneos como consecuencia de la rotura de los mismos.

Las hemorragias se clasifican:

  1. Según su naturaleza:
    1. Externas.
    2. Internas.
    3. Orificios naturales.
  2. Según su procedencia:
    1. Arteriales: color rojo vivo, sale a borbotones.
    2. Venosas: color rojo oscuro, sale de forma continua.
    3. Capilares: sale en sábana.
  3. La gravedad de la hemorragia, depende de:
    1. Velocidad con de pérdida de sangre.
    2. Volumen sanguíneo perdido.
    3. Edad, estado psíquico, etc.

Primeros auxilios en caso de hemorragias externas:

  1. Asegurar la permeabilidad de las vías aéreas.
  2. Valoración de respiración y circulación.
  3. Aconsejar y ayudar a tumbar a la víctima para prevenir lipotimia.
  4. Presionar directamente en la herida con apósitos.
  5. Elevar el miembro afectado.
  6. Si no cesa la hemorragia, compresión arterial.
  7. En último extremo aplicar torniquete indicando la hora de aplicación.
  8. Prevenir el shock hemorrágico o hipovolémico (estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente para que puedan realizar su función normal).

El torniquete es una maniobra encaminada a paliar una hemorragia aguda, que no puede ser contenida por el sistema convencional, mediante la compresión de todos los vasos sanguíneos en una zona circular próxima. Es útil en amputaciones de las extremidades, aplastamientos prolongados o cuando han fracasado las medidas convencionales, pero implica riesgos: gangrena, muerte por autointoxicación, etc.

El torniquete ha de aplicarse entre la herida y el corazón. Una vez aplicado, debe quitarse solo en presencia de un facultativo. No debe emplearse, si es posible, cuerda, alambre u otros objetos finos que puedan cortar al comprimir. Generalmente, se utiliza un pañuelo triangular plegado o algo similar de unos 5cm de ancho aproximadamente.

Es muy importante reflejar en un papel grande prendido a la víctima o escribiendo directamente en la piel, preferentemente en la frente (el sudor puede borrar algunas tintas), la hora y la localización del torniquete y debe procurarse mantenerlo a la vista no ocultándolo con ropa u otros objetos.

Los síntomas del shock hipovolémico son:

  1. Palidez, piel fría y húmeda.
  2. Desasosiego, sed.
  3. Pulso débil y rápido.
  4. Respiración lenta y profunda, a veces ruidosa.
  5. Obnubilación (visión borrosa de los objetos).
  6. En caso de persistir, desencadena en coma.

Primeros auxilios ante un shock hipovolémico:

  1. Aflojarle las ropas u objetos que opriman su cuello, pecho o cintura.
  2. Posición antishock, tumbado sobre la espalda con las piernas elevadas no más de 45º.
  3. Evitar pérdidas de calor.
  4. Insistir en el control de la hemorragia.
  5. Traslado a un centro sanitario, vigilando las constantes vitales.

Primeros auxilios en caso de hemorragias internas:

  1. Asegurar la permeabilidad de las vías aéreas.
  2. Valoración de respiración y circulación.
  3. Prevenir y tratar el shock hemorrágico o hipovolémico.
  4. Traslado urgente a un centro sanitario, en posición antishock, vigilando las constantes vitales.
  5. Evitar pérdida de calor en la víctima.

Primeros auxilios en caso de hemorragias por orificios naturales:

  1. Otorragia (salida de sangre por el oído):
    1. Posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante.
    2. Almohadillado bajo la cabeza.
    3. Traslado en posición lateral de seguridad, sobre el oído sangrante, con paciente correctamente inmovilizado.
    4. No taponar.
  2. Epíxtasis (salida de sangre por la nariz):
    1. Compresión manual de la fosa sangrante.
    2. Taponamiento anterior mediante una gasa empapada en agua oxigenada.
    3. Traslado para valoración facultativa.

Tras un fuerte traumatismo en la cabeza, puede haber signos de hemorragia por la nariz, por un oído o ambos; acumularse sangre o líquido transparente en las zonas alrededor de los ojos o algunos de estos signos simultáneamente. Si esto ocurre, no confundir con hemorragias aisladas. Esto puede ser más grave, puede tratarse de una fractura de cráneo.

  1. Hemoptisis (salida de sangre por la boca procedente del aparato respiratorio; tos, sangre roja mezclada con esputo):
    1. Frío local.
    2. Posición decúbito supino semisentado.
    3. Traslado urgente, guardando muestra del esputo.
    4. Valorar la presencia de síntomas del shock hemorrágico.
  2. Hematemesis (salida de sangre por la boca procedente del aparato digestivo; vómitos mezclados con sangre digerida, similar a pozos de café):
    1. Frío local.
    2. Posición lateral de seguridad o decúbito supino, con ambas rodillas flexionadas.
    3. Traslado, con una muestra del vómito para valoración facultativa.
    4. Valorar la presencia de síntomas del shock hemorrágico.

Puede existir un tercer tipo de hemorragia cuya salida es por la boca y es producida por cualquier herida en la cavidad bucal o en la cavidad faríngea:

  1. Melenas: salida de sangre por el ano de color negruzco, maloliente, mezclada con heces. En este caso, se debe trasladar al paciente a un centro sanitario lo antes posible, en posición semisentado con las piernas flexionadas, para evitar el retroceso de la sangre hacia el aparato digestivo.
  2. Hematuria: salida de sangre con la orina. En este caso, se debe trasladar a un centro sanitario para su valoración.