TURISMO

Los operadores de turismo

Según la OMT (1998) “los operadores turísticos son aquellos agentes que participan en la actividad turística en calidad de intermediarios entre el consumidor final (el turista, la demanda turística) y el producto turístico (bien o servicio, destino turístico) aunque puede extender su acción intermediadiora al resto de la oferta complementaria (restaurantes, hoteles, conjunto de oferta de alojamiento, etc.).”

Son los que, en definitiva, que diseñan, promocionan, venden, compran, distribuyen y comercializan los productos y servicios turísticos.

Son:

  1. Agencias de viajes
  2. Centrales de reservas
  3. Tour Operadores
  4. Brokers
  5. Consorcios de turismo

Los consorcios de turismo son los que promocionan y comercializan los productos turísticos en un territorio determinado.

Superestructura

Según Boullón, es necesaria una llamada superestructura para el sistema turístico funcione, la cual es un subsistema superior a la infraestructura que regula este sistema y está compuesta por todos los organismos especializados, públicos y privados, que velan por el buen funcionamiento del sistema y armoniza las relaciones entre las partes que lo componen para facilitar la producción y venta de los servicios que forman parte de los productos turísticos. Es decir, en conclusión, es la que vela por la calidad de los servicios que se ofrecen a los turistas para evitar que éstos hagan una mala promoción de un destino turístico.

Las funciones que cumple la superestructura, dependiendo de si es pública o privada, son las siguientes:

  1. Pública: promoción turística en el extranjero y del turismo interno, control de la calidad, control de los precios, planificación del desarrollo, promoción de inversiones en la actividad privada, desarrollo de turismo social, construcción de equipamiento e instalaciones turísticas.
  2. Privada: creación de organizaciones para compatibilizar y defender intereses comunes (asociaciones hoteleras, profesionales del turismo, etc.).

Planeación territorial

La planeación del territorio es la base de conseguir productos de calidad y que perduren en el tiempo. Por lo tanto, hay que saber administrar los atractivos de un destino o zona turística, desde el punto de vista de la sostenibilidad o sustentabilidad, para evitar su agotamiento, ya que la sobreexplotación, lleva en sí misma el fracaso a corto plazo.

La administración municipal a través de sus autoridades y de acuerdo con la comunidad, tiene la responsabilidad de definir si el turismo es o no una materia prioritaria para todos, emprendiendo la labor de planeación para construir las bases de un proyecto a futuro y seguro.

Debe basarse en:

  1. Pensar en el desarrollo que se quiere para el destino turístico, y expresarlo a través de objetivos.
  2. Reconocer las características de la oferta y la demanda turística.
  3. Definir qué turismo o productos turísticos se quieren y definir actividades concretas (medioambientales, sociales, económicas, urbanas, etc.) qué deben ser gestionadas y controladas por la autoridad municipal.

Solo a través de un ejercicio de planeación y el estricto seguimiento de sus resultados, se podrá:

  1. Controlar los efectos nocivos que también trae consigo el turismo.
  2. Transformar la calidad de vida para la población local.
  3. Generar beneficios para todos, en un marco de sostenibilidad.

Pero no todo en el turismo son beneficios, pese a la aplicación de un proceso de planeación, la cual consiste en:

  1. Reducir o frenar los problemas.
  2. Reconocer los riesgos asociados al turismo.
  3. Asumir del desarrollo turístico con todas las consecuencias y bajo una perceptiva realista.

Por tanto, los objetivos de la planeación del territorio son:

  1. Delimitar el uso del suelo con fines turísticos.
  2. Establecer normas específicas para proyectos de urbanización.
  3. Desalentar el crecimiento en zonas no aptas para localización de inversiones en equipamiento turístico.
  4. Consolidar destinos turísticos especializados.
  5. Compatibilizar el uso turístico del suelo con otros usos productivos.
  6. Estimular una inversión turística compatible con el medio ambiente.
  7. Definir capacidad de infraestructura por cada tipo de uso del suelo.

Ventajas del desarrollo turístico:

  1. Generación de empleos directos e indirectos
  2. Ingresos para el municipio
  3. Dinamización de la economía
  4. Revalorización del talento local
  5. Impulso a la pequeña y mediana empresa (Pymes)
  6. Mejoramiento de la infraestructura básica
  7. Mejoramiento de la calidad de vida
  8. Proceso de capacitación permanente
  9. Conservación y promoción del patrimonio natural y cultural
  10. Identidad cultural
  11. Fomentar los vínculos interinstitucionales en los tres niveles de gobierno

Riesgos del desarrollo turístico:

  1. Escasa participación de la población local
  2. Desarrollo turístico de “enclave”, sin vínculos con el entorno urbano y social
  3. Riesgo de masificación
  4. Contaminación del ambiente
  5. Daños irreversibles al patrimonio cultural
  6. Conflictos entre actividades
  7. Propagación de problemas sociales (prostitución, narcotráfico o alcoholismo)
  8. Pérdida de la identidad cultural (transculturización)

 

.