FINANZAS

La liquidez

La empresa necesita contar con una liquidez que va a venir dada en términos netos por:

Activos líquidos (saldo tesorería y bancos) + IFT – pasivo de tesorería (deuda a corto)

Se conocen como RLN y viene fijada por la política de liquidez que adopte la empresa, la empresa tendrá que elegir entre deuda a corto plazo, Deuda L/P o Recursos Propios como medida para financiar las NOF. El fondo de maniobra se puede explicar cómo la suma de dos componentes: recursos líquidos necesarios y NOF. Vamos a analizar cada uno de ellos.

Los Recursos Líquidos Necesarios (RLN) son la diferencia entre los conceptos siguientes:

  1. Activos líquidos o tesorería (T). Saldos disponibles en caja, bancos y las inversiones financieras a corto plazo (bonos del estado, pagarés, etc.) de inmediata liquidez (menos de 3 meses).
  2. Pasivo de tesorería (PT). Son deudas a corto plazo de carácter financiero, como pueden ser las líneas de créditos, los créditos bancarios a corto plazo, el descubierto en cuentas corrientes, etc. Todos ellos con vencimiento inferior a un año.

Por su parte, las NOF recogen los recursos que la empresa debe destinar para financiar su actividad ordinaria:

  1. Existencias (E). El nivel medio de productos que garantiza el cumplimiento de los compromisos de la empresa con sus clientes.
  2. Cuentas a cobrar (Cc). Importe que la empresa tiene por término medio en las distintas cuentas que recogen los derechos de cobro por las ventas realizadas a plazo.
  3. Cuentas a pagar (Cp). El importe que por término medio suponen las compras que los suministradores (proveedores) permiten a la empresa pagar de forma aplazada. Aminoran las necesidades financieras asociadas a la actividad de la empresa.
  4. Cuentas de periodificación (Pn). El saldo neto de otras cuentas del activo circulante (pagos anticipados, cobros diferidos, etc.) y del pasivo circulante o exigible a corto (cobros anticipados, pagos diferidos, etc.). Si dicho saldo neto es deudor, es decir, si hay más derechos que obligaciones, se suma a las NOF; por el contrario, si el saldo es acreedor (obligación de pago), se resta a las NOF.

La diferencia entre las NOF y FM nos da en cada momento los déficit o superávit de financiación externa negociada a corto plazo, dicha diferencia son los RLN.

NOF > FM déficit de financiación

NOF < FM Superávit de financiación

Es necesario para la dirección financiera conocer los mecanismos por los que evoluciona dicha diferencia, y determinar así en cada momento las necesidades de fondos, a fin de poder programar la liquidez de la compañía.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, podemos expresar las relaciones matemáticas siguientes:

FM = RLN + NOF

En esta fórmula tenemos lo siguiente:

Recursos líquidos necesarios = Activos líquidos - Pasivo de tesorería (RLN = T – PT)

Necesidades operativas de fondos = = Existencias + Cuentas a cobrar - Cuentas a pagar +/- Cuentas de periodificación (NOF = E +Cc - Cp +/- Pn)

Con lo cual, sustituyendo ambas expresiones en la fórmula del fondo de maniobra, obtenemos esta expresión:

FM = T -PT + E + Cc - Cp +/- Pn

En el caso que se quiera, se puede actuar sobre las Necesidades Operativas de Fondos de la siguiente manera:

Aumentar el capital circulante

Reducir necesidades de CC

Incremento de autofinanciación

Aumento de liquidez de existencias

Incremento de pasivo fijo

Disminución de crédito comercial

Incremento de patrimonio neto

Aumento del crédito comercial de proveedores

Liquidación de activos fijos

 

La elección entre una y otra pauta de actuación dependerá de muchos factores que afectan a la gestión de la empresa en general, políticas comerciales, de crecimiento, etc. En cualquier caso, sí que la empresa deberá tener siempre muy presente a los efectos de equilibrio financiero, la relación existente entre su posición de tesorería neta y dentro de la estructura de la financiación básica, la parte que esté compuesta por el exigible a largo plazo más el exigible a corto, puesto que la financiación ajena a largo plazo es indudable que resta capacidad de endeudamiento adicional y desequilibra la necesaria relación capitales propios y capitales ajenos.

A modo de resumen vamos a facilitar una última tabla que recoge de forma sistemática las diferencias existentes entre las NOF y el fondo de maniobra:

Necesidades operativas de fondos

Fondos de maniobra

Es el concepto de activo, es decir, de inversión o materialización de los recursos de la empresa

Es el concepto de pasivo, es decir, de recursos financieros necesarios para el desarrollo normal de la actividad

Permite disponer de un parámetro útil para el seguimiento y control de las áreas operativas: compras, almacén, ventas, cuentas a cobrar y cuentas a pagar

Permite conocer las necesidades de recursos financieros permanentes en la empresa

Forman parte del fondo de maniobra

Es la suma de las NOF y las necesidades líquidas

La comparación de ambos conceptos permite conocer la situación de la tesorería:

1.       Excedencia (exceso de tesorería): la empresa debe colocar dichos excedentes en su propia actividad o fuera de ella a través de inversiones en títulos (obligaciones y/o acciones) con objeto de obtener rentabilidad

2.       Deficitaria (necesidad de tesorería): la empresa debe pedir financiación ajena mediante el pasivo negociado a corto plazo (pólizas de crédito, etc.)

Como conclusión final se puede decir que, desde un punto de vista financiero, el análisis del circulante de una empresa (activo circulante y pasivo circulante) es igual de importante que la planificación y gestión del activo fijo o inmovilizado.

Tanto el circulante como el inmovilizado de una empresa son consumidores de recursos financieros, y por ello consideramos que en el seno de las empresas deberían tener un adecuado control y seguimiento. Es fácil comprobar cómo las empresas establecen procedimientos y controles en la realización de inversiones en activos fijos. Sin embargo, a las inversiones del circulante no se les suele conceder tanta importancia, por lo que se establecen menos controles.

Es un error hacer esta discriminación. En ambos casos se aplican y utilizan recursos financieros y, en consecuencia, se debe establecer el adecuado control mediante indicadores de eficiencia económica y financiera.