EMPRESAS

La fragmentación o concentración de una industria

La concentración empresarial es un fenómeno que tradicionalmente ha atraído la atención no solamente de los estudiosos de la economía y del derecho, sino también de la política y de la opinión pública.

No resulta infrecuente que los medios de comunicación se hagan eco de las fusiones y absorciones de las empresas, especialmente, si éstas se localizan en países diferentes o en sectores que, por una u otra razón, se consideran fundamentales. Tradicionalmente las empresas han implementado estrategias con el objeto de controlar el mercado, los precios, la producción, así como adquirir mayor capacidad de negociación y entrada a otros sectores. Desde un punto de vista clásico, para que ello ocurra, cada empresa debe obtener elevados beneficios y el sector debe estar muy poco fragmentado, es decir, que sean pocos y participen de forma similar en relación al resto de las empresas. Cuando en un segmento de mercado son pocas las empresas que compiten, se hace más fácil establecer acuerdos, se busca maximización de beneficios conjuntos y se distribuyen las operaciones del mercado en proporciones significativas, por lo que, el incentivo para actuar en forma independiente es mínimo.

Así pues, la concentración empresarial se define como el proceso por el cual se acumula en pocas manos tanto el capital como las capacidades productivas de un conjunto de empresas. Así pues, una elevada concentración de empresas favorece la actuación mancomunada y mayores ventajas de acciones independientes, lo que a la larga posibilita apropiarse de la mayor parte del mercado.

Veamos las diferencias entre el sector concentrado y el fragmentado:

  1. Sector concentrado: Se suele decir que un sector concentrado es aquel en le que pocas empresas se reparten el mercado o la mayor parte de ese mercado, dejando para otras muchas un trozo insignificante del mismo. La industria farmacéutica, la del automóvil, la banca o las líneas aéreas son sectores que están o que evidentemente tienden a la concentración. En esta industria, las estrategias de las compañías tienen un efecto significativo sobre la posición competitiva de las demás y pueden modificar la estructura del mercado. La intensidad competitiva suele ser elevada y las reacciones de la competencia son algo que es preciso anticipar. En este tipo de industrias suele darse más la estrategia genérica de bajo coste que la de diferenciación.
  2. Sector fragmentado: Sin embargo, se dice que un sector está fragmentado cuando existe un gran número de empresas (normalmente medianas y pequeñas) y ninguna de ellas tiene una participación significativa en el mercado, de modo que es necesario acumular los volúmenes de ventas de varias de ellas para obtener una cuota de mercado significativa. Realmente, se puede decir, que la característica principal de un sector fragmentado es que las estrategias desarrolladas por las diferentes empresas no afectan a la posición competitiva de las demás ni modifican la estructura del sector, siendo también relevante tener en cuenta que, en este tipo de industria la rentabilidad del negocio no está directamente correlacionada con la cuota de mercado. Así pues, en este tipo de industrias no tiene sentido desarrollar estrategias que persigan mejora la cuota de mercado, sino otras que permitan identificar fuentes de diferenciación. Es decir, en este tipo de sectores, se busca más una estrategia de diferenciación que de liderazgo en coste.

Evidentemente, ni todas las industrias están totalmente concentradas ni totalmente fragmentadas, sino que se encuentran en estadios intermedios que van evolucionando con el tiempo.

Factores que favorecen la concentración de una industria

El que un sector esté concentrado o fragmentado es consecuencia de una serie de factores que influencian la estructura de la industria, algunos de ellos son los siguientes: 

  1. Barreras a la entrada elevadas: lo que favorece que, si el sector es atractivo, que muchas empresas entren a participar de ese mercado.
  2. Necesidad de alcanzar economías de escala: debido a las elevadas inversiones y costes fijos que exige ese tipo de negocio y, con ello, la necesidad de tener una escala mínima para rentabilizarlo.
  3. Empresas con actividad por debajo de su punto de equilibrio: ocurre en algunas industrias, por las características del mercado y por las necesidades de elevadas inversiones, que la mayoría de los competidores se encuentran en situación de pérdidas, básicamente porque no hay mercado para tantos y, ante esta situación, la mejor opción es fusionarse para así aprovechar sinergias y reducir muchos de los costes fijos de las compañías. En España existe un ejemplo clásico que es el de la compañía ONO, que es la resultante de un proceso de concentración que se inició en el sector del cable a partir del año 2001, pues ninguna de las operadoras existentes veía previsiones de beneficios. Otro ejemplo claro fue la fusión de Canal Satélite Digital y Vía Digital, por razones similares.
  4. Costes de transporte bajos: en este caso, puede concentrarse la actividad empresarial geográficamente y enviar los productos a cualquier parte del mundo. En el caso de que los costes fuesen elevados se limitaría el tamaño de las plantas de fabricación aun existiendo economías de escala. En este caso, la industria estaría mucho más fragmentada para superar el inconveniente de los costes de transporte.
  5. Ventajas por el poder de negociación: cuando la estructura de las empresas de los grupos de suministradores y compradores es tal que una empresa obtiene poder de negociación de elevada importancia al tratar con esos agentes por ser un negocio grande, ya sea porque negocia en grandes volúmenes o porque el hecho de ser grande le da un poder de mercado que le permite negociar no sólo con clientes o proveedores sino también con las administraciones nacionales, regionales o locales.
  6. Escasa diferenciación del producto o servicio: cuando esto ocurre no hay límites al tamaño de la empresa, el producto se convierte en una commodity y la exclusividad no es relevante ni la imagen de marca. La estandarización del producto y de los procesos de negocio asociados favorecen la concentración y las economías de escala.
  7. Barreras a la salida elevadas: lo que favorece la concentración de la industria debido a la existencia de fuertes necesidades de alcanzar un elevado poder de mercado
  8. Legislación genérica o poco específica: pues si existiese una legislación local particularizada para cada mercado, sería posible la fragmentación de la industria, pero al ser la misma en todas partes, la concentración será una de las vías para economizar costes.
  9. Ausencia de legislación en defensa de la competencia: que favorecerá los procesos de concentración empresarial y de poder de mercado sin ningún tipo de freno.

En cualquier caso, la concentración es un movimiento empresarial que tiene su origen en varias causas, pero afecta negativamente al consumidor, pues un elevado grado de concentración va en contra de la libertad de mercado y de la libre competencia, lo que fomenta que los precios dejen de ser competitivos.

Las motivaciones que existen hacia los procesos de concentración son de diversa índole, pero las más relevantes son:

  1. Obtención de sinergias financieras, operativas o estratégicas
  2. Aumento del poder de mercado y reducción de la competencia
  3. Rentabilizar los excedentes financieros que tiene la empresa ante la oportunidad de realizar una buena inversión
  4. El proceso de globalización de los mercados que cada vez exige una mayor dimensión para poder competir con ciertas garantías
  5. Obtención de incentivos fiscales que incrementan los beneficios de las fusiones y adquisiciones, ya sea por exenciones fiscales, bonificaciones o porque se transfieren recursos de una empresa a otra obteniéndose importantes reducciones de impuestos.
  6. El cumplimiento de los objetivos de los directivos de la empresa, que es más fácil conseguir a través de procesos de crecimiento externo.