TURISMO

El futuro, que ya es presente: La economía colaborativa

El origen del concepto de economía colaborativa reside en el propio ser humano. Somos seres gregarios. Nacimos y nos criaron para agruparnos, compartir y cooperar.
Este concepto de economía colaborativa se apoya en principios básicos como son la solidaridad intrínseca del ser humano y la degradación del medio en el que vivimos en base a un sistema productivo planteado de forma lineal, obsoleto y que pide a gritos un cambio de paradigma hacia modelos más sostenibles.


Profundizando en qué determina este sistema, es importante identificar las vertientes que influyen a las diferentes fórmulas en que se basa el concepto de economía:

  • Mercados de redistribución. Cuando se toma un artículo usado que tiene dueño y pasa de un lugar que no es necesario a un lugar donde sí lo es. Se estira la vida del producto y reduce el derroche.
  • Estilo de vida colaborativo. El intercambio de recursos como dinero, habilidades y tiempo.
  • Servicio de producto. Es el que se produce cuando pagas por el beneficio del pro­ducto. Por lo que éste hace por mí sin poseerlo directamente.

En base a los sistemas de economía colaborativa, la actividad relacionada directa o in­directamente como actividad turística encajarían dentro del sistema de “Estilo de vida colaborativo” y de “Servicio de producto”.
Las tendencias clave que impulsan esta transformación están basadas en avances tecno­lógicos, aunque también está siendo muy significativa la incidencia de los nuevos mode­los de negocio para el cliente basados en gestión de relaciones, como pueden ser e-shop, e-mall, e-subasta, e-procurement, e-marketplace, comunidades electrónicas, e-corredores y e-intermediarios así como las nuevas formas de marketing online, branding de destinos y de consumo.

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La economía colaborativa en el sector turístico

A) Estilo de vida colaborativo. Como hemos comentado anteriormente, a partir de este sistema se apuesta por un intercambio de “recursos, habilidades y tiempo”. En este caso la actividad facilitadora de un servicio incide sobre la experiencia del turista y proporciona una actividad que relaciona al visitante con el destino. Los ejemplos que hemos encontra­do en relación a este sistema propuesto son:

  • Turismo de experiencias: Actividades que relacionan el destino y el turista por medio de sujetos conocedores del destino y de las experiencias que en él se puede desarrollar.
  • Restauración: A partir de este tipo de iniciativas el turista puede conocer la gastro­nomía del destino a partir de sus propios habitantes.

B) Servicio de producto: La relación entre actividad turística y aprovechamiento en el uso de determinados medios abre un amplio abanico de posibilidades a potenciales dis­tribuidores de productos y servicios potencialmente turísticos. Estos casos se resumen en pagar por un disfrute directo del producto/servicio. En esta línea las opciones se diferen­cian entre:

  • Transporte. El transporte es una de las principales actividades en relación con el sec­tor de los viajes. Si no hay transporte la realización de la actividad turística se com­plica, con lo que su existencia se hace indispensable un medio que comunique al turista con el destino. La economía colaborativa tiene soluciones ante esta proble­mática y encontramos diferentes opciones:
  • Compartir coches, trayectos o parking. La economía colaborativa hace posi­ble que no sea necesario disponer de un coche en propiedad y sacar el máximo partido al gran parque automovilístico que hay en las ciudades y a la impor­tante densidad de personas en los núcleos urbanos.
  • Compartir bicicleta. El uso de la bicicleta como medio de transporte durante las visitas turísticas a determinados destinos suele ser una actividad muy ha­bitual. El ciclo turismo se impone como una tendencia consolidada que necesi­ta del uso de la bicicleta para poder desarrollarse.
  • Alojamiento. El alojamiento es otras de las principales actividades turísticas dado que el realizar turismo necesariamente incluye pernoctación. Es aquí donde sur­gen mayor número de iniciativas, estructuradas en diferentes sub-modelos:
  • Alojamiento temporal p2p. Esta clasificación se desarrolla a través de un in­tercambio económico, o de recursos de cualquier tipo, por el aprovechamiento de un lugar determinado a partir de un servicio de pernoctación. A través de este aprovechamiento existe un intercambio de recursos, sean económicos o del tipo acordado entre el alojado y el alojador.
  • Intercambio de casas. A través de este tipo de servicios es posible intercam­biar viviendas con fines vacacionales.
  • Habitaciones en pisos compartidos.

Con datos de 2013, constatamos que este sector produce un flujo de 60,66 millones de tu­ristas llegados a España, ingresos por encima de los 45.000 millones de euros y más de un 10% del PIB español (Fuente Exceltur 2013). El sector turístico es uno de los principales pilares de la economía española, por lo que todo lo que incida en estos resultados preocu­pa a los agentes implicados.

Modelos económicos utilizados en el sector hotelero

La relación más directa que este sistema de economía colaborativa proporciona en re­lación al sector turístico, y más directamente a la capacidad de alojamiento de este, es el que mencionamos anteriormente sobre “Alojamiento Temporal p2p”. En base a esta clasifi­cación hemos realizado un análisis sobre el modelo de negocio de las empresas que están proporcionando este servicio, y realizando una subclasificación que nos ayude organizar los modelos:

  • Modelo de pago por el anfitrión: Este modelo se caracteriza por ser el propio an­fitrión el que publica la vivienda en determinadas plataformas, el que realiza un desembolso por la realización de la transacción. Existen las posibilidades de que se comisione la visita o que se pague un fijo por la presencia del hotel la plataforma. Las plataformas que funcionan bajo esta clasificación son:
  • Villas.com. Comisión mínima del 15% sobre el precio que recibe el anfitrión.
  • Bedycasa.com. Comisión del 15% sobre el precio que propone el anfitrión.
  • 9flats. Comisión del 15% para el anfitrión.
  • Niumba. 3% de comisión para el inquilino o un precio fijo por anuncio anual de 199€ sin IVA.
  • Alterkeys.com. Una comisión sobre el precio propuesto por el anfitrión que os­cila entre 10% y 15% del precio del alojamiento, según factores como la duración de la estancia, la localización del alojamiento o la cuantía total de la reserva.
  • Homeaway. Pago de un fijo anual para el anfitrión por la publicación del artículo se parte de 10,75€ al mes sin IVA y 0% comisionado.
  • Rentalia. Poseen 3 paquetes de precios fijos para permitir la publicación en la plataforma y con diferentes ventajas. La diferenciación se realiza según la dura­ción del contrato:
  1. Classic. 65€ 4 meses o 95€ 12 meses.
  2. Premium. 120€ 4 meses o 195€ 12 meses.
  3. Platinum. 365€ 4 meses o 595 12 meses.
  • Modelo pago por los alojados: Este modelo consiste en que son los alojados los que corren con el gasto de la comisión que las plataformas cobran por proporcio­nar el servicio:
  • Casapordías.com. Se carga el 10% de la reserva al huésped.
  • Couchsurfing.org. Modelo de cuentas verificadas, a través del cual se cobra al viajero una verificación de 19€ por el uso de la plataforma.
  • Windu. Esta plataforma es gratuita para los anfitriones, pero los alojados pagan una comisión del 18%.
  • Workaway.com. Cobran 22€ cada 2 años a los voluntarios que quieren tener la posibilidad de participar en los proyectos.
  • Ok Apartment Barcelona. A través de este modelo, el dueño del piso no paga ninguna cantidad a la empresa que gestiona las reservas, sino que simplemente el margen es abonado por el cliente final. La comisión es regresiva sobre el nú­mero de apartamentos. Empieza con el 25%, disminuye al 22% a partir del segun­do apartamento y continua con un 20% a partir del número 16.
  • Modelo Comisionado mixto: De una manera más redistributiva existe un modelo mixto que distribuye la comisión entre los 2 agentes implicados directamente en la actividad. Abonan las comisiones tanto el anfitrión como la persona que quiere disfrutar del alojamiento. Las plataformas que utilizan este modelo son:
  • Airbnb. Cobro de una comisión de un 3% sobre reserva realizada para el anfi­trión y entre un 6% o un 12% para el huésped.
  • Bemate.com. Comisión del 5% para el anfitrión y un 10% para el huésped.
  • Modelo sin ánimo de lucro: Aunque de una forma más residual existen modalida­des sin ánimo de lucro, intentando facilitar el contacto a través de una plataforma que pone en común demandantes con oferta de una determinada actividad:
  • WWOOFER. Plataforma sin ánimo de lucro.
  • Workyland. Plataforma de intercambio de trabajos/servicios por alojamiento enfocada en emprendedores. Su modelo se basa en una suscripción mensual en tramos de 3, 6 y 12 meses, con unos precios que oscilaban entre los 8€ mensuales de media.

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