MARKETING

¿Qué es el entorno económico-jurídico de la empresa digital?

Una vez analizados los diversos cambios en el mundo de la empresa y en el de los profesionales debido a la irrupción de lo digital, es importante analizar cómo ha surgido un nuevo tipo de consumidor.

El nuevo tipo de consumidor.

Al hablar de comercio electrónico es habitual referirse al B2C (business to consumer) o comercio entre empresas y consumidores, pero el B2B (business to business) o comercio entre empresas ha cambiado y ampliado las posibilidades de los negocios al expandir la cartera de proveedores y clientes de forma más sencilla y directa, aumentando la competitividad.

Para los clientes, el comercio electrónico permite acceder a productos y servicios que en muchas ocasiones no se pueden adquirir por otros medios en el lugar de residencia.

La larga cola (long tail).

Este concepto describe un modelo económico en el que a la empresa le resulta más rentable vender un gran número de productos en bajas cantidades a un gran número de usuarios que tener unos pocos productos vendidos a muchos clientes. Acuñado por el periodista Chris Anderson en 2004.

Anderson diferenciaba entre dos tipos de mercados:

  1. El mercado de masas: mercado tradicional, que se centra en el alto rendimiento de unos cuantos productos.
  2. Los nichos de mercado: son los que se basan en la especialización, donde los ingresos se generan por la suma de ventas de pequeñas cantidades de productos diferentes.

El nuevo mercado digital ha tenido una consecuencia directa en la relación de las empresas con los clientes, que se convierte en una relación personalizada; a diferencia del mercado tradicional, ahora cada cliente cuenta, no está disuelto en la masa de consumidores.

El business plan.

Un business plan o plan de negocio es un documento escrito que recoge las claves que permiten a una empresa gestionar eficazmente su proyecto o negocio. Su presentación es de vital importancia si se pretende conseguir credibilidad, tanto en términos contables como de marca. Los factores que más se tienen en cuenta a la hora de realizar un plan de negocio son la claridad, la sencillez y la concreción.

Una vez analizados empresa, proyecto, mercado y entorno, es necesario determinar cuáles son los objetivos que se quieren marcar y las estrategias que se van a utilizar para alcanzarlos. En este punto, y sin dejar de lado otras, cobran vital importancia las políticas de comunicación y marketing.

Para terminar el plan de negocio, habría que indicar por qué es importante invertir en ese proyecto o empresa. Es fundamental basarse en datos que indiquen el potencial que tiene el mercado en el que se intenta posicionar el proyecto, su crecimiento, y también destacar los principales valores de la empresa.

El plan de marketing.

El plan de marketing es la herramienta básica de gestión que debería desarrollar y elaborar toda empresa orientada al mercado. Siempre, claro, que esta quiera ser competitiva en su sector. Sirve para conocer las actuaciones que deben realizarse en el área del marketing para alcanzar los objetivos marcados con anterioridad. No es un ente aislado dentro de la compañía, sino que debe estar coordinado y ser complementario al plan estratégico. Es necesario también realizar las adaptaciones oportunas con relación al plan general de la empresa.

Intentar que un proyecto triunfe sin servirse de un plan de marketing es como tratar de navegar en un mar tempestuoso sin cartas marítimas ni destino claro.

Si el plan de marketing está bien hecho, suele proporcionar una visión clara del objetivo final y de lo que se quiere conseguir en el camino hacia la meta, a la vez que informa con detalle de la situación y posicionamiento en los que el proyecto se encuentra, marcando las etapas que se han de cubrir para su consecución. Una de las grandes ventajas de este plan es que ofrece información, a través de cálculos simples, de cuánto se va a tardar en cada una de las etapas. Así, se podrá conseguir también un tiempo estimado para la consecución de objetivos y la necesidad de recursos, económicos y no económicos.

Sin un plan de marketing nunca se podrá saber cómo se han alcanzado los resultados de la empresa y, por tanto, se estará expuesto a las convulsiones del mercado.

Entorno jurídico.

La acelerada evolución de Internet en los últimos tiempos ha puesto sobre el tapete multitud de interrogantes a los que el Derecho debe responder necesariamente. Ello obliga a reflexionar en profundidad sobre hasta qué punto el Derecho, que ordena las sociedades actuales, va a ser eficaz en el universo de las redes sociales

Redes sociales y legislación.

Cualquier red social se basa en la teoría de Karinthy Frigyes, de 1929, que afirma que cualquier persona está conectada a otra persona en el planeta a través de una cadena de personas conocidas que no pasa de más de seis intermediarios. Esta teoría recibe el nombre de “teoría de los seis grados de separación”.

Podemos definir una red social como un servicio online que pone el foco en el usuario y que, de forma descentralizada, le permite generar un perfil, público o privado, en el que compartir información, generar contenidos y estar al tanto de las últimas novedades relacionadas con sus intereses sociales.

Entre los diferentes elementos que conforman el concepto de red social, cabe destacar los siguientes:

  1. Sociológico. Se puede afirmar que la facilidad y rapidez de interconexión a través de la red, así como la descentralización que implica que todos los servicios sean prestados de forma remota, suponen un auténtico avance en lo que respecta a la facilidad para iniciar o aumentar las relaciones sociales entre los usuarios.
  2. Tecnológico. Considerado probablemente el pilar esencial gracias al cual las redes sociales han podido evolucionar y crecer de manera exponencial con la rapidez con la que lo han hecho.
  3. Jurídico. Es el que se va a desarrollar en los siguientes párrafos.

Los principales aspectos que se ven afectados en la legislación española por la actividad en redes sociales:

  1. Protección de datos de carácter personal. El mecanismo de funcionamiento de las redes sociales es básico: a cambio de una “cesión” de datos personales que los usuarios proporcionan cuando abren una cuenta en una red social, se les permite interrelacionarse con otros usuarios, también en función de los datos facilitados por estos.
  2. Intimidad. Además, muy vinculado al anterior punto, existe el derecho a la intimidad personal y familiar. Hoy en día, el uso de tales plataformas supone la renuncia por parte del usuario a ese derecho fundamental.
  3. Propiedad intelectual e industrial. Las redes sociales, entre otras cosas, sirven como plataforma de distribución y promoción de múltiples contenidos. En ellas se produce, de hecho, un fluido intercambio de contenidos.

Según su público, entendido este como el tipo de usuario al que a priori la red social va dirigida, se pueden señalar dos tipos de redes sociales:

  1. Generalistas–ocio.
  2. Profesionales.

A pesar de sus diferencias conceptuales y estructurales, estos grandes grupos de redes sociales presentan varios elementos comunes, siendo estos considerados los elementos básicos de toda red social:

  1. Tienen como finalidad principal poner en contacto a personas, de tal forma que a través de la plataforma electrónica se facilite la conexión de forma sencilla y rápida.
  2. Permiten la interacción entre todos los usuarios de la plataforma, ya sea compartiendo información, contactando o facilitando contactos de interés para el otro usuario.
  3. Permiten y fomentan la posibilidad de que los usuarios inicialmente contactados online acaben entablando un contacto real, del que muy probablemente nacerán nuevas relaciones sociales.
  4. Permiten que el contacto entre usuarios sea ilimitado, en la medida en que el concepto espacio-tiempo se hace relativo al poder comunicarse desde y hacia cualquier lugar, así como en cualquier momento, con la única condición de que ambas partes acepten relacionarse entre sí.
  5. Fomentan la difusión viral de la red social a través de cada uno de los usuarios que la componen, empleando este método como principal forma de crecimiento del número de usuarios.

Las redes sociales profesionales tienen como objetivo principal fomentar, incentivar e incrementar las relaciones entre profesionales, tanto de un mismo sector como de sectores diferentes.

Como principales particularidades, se pueden destacar las siguientes:

  1. Cuentan con una doble finalidad: buscar posibles candidatos para puestos de trabajo o bien buscar entidades u oportunidades laborales.
  2. Según la cualificación y el nivel del usuario, la red puede ser empleada como plataforma para la toma de contacto inicial para posibles negocios entre titulares de compañías.
  3. Permite la creación de una identidad digital profesional, siendo esta completamente pública en la red.
  4. Al ser un punto de encuentro entre profesionales de un sector, permite al profesional mantenerse al día de las novedades del mismo.

Las redes sociales generalistas o de ocio, cuyo principal objetivo es facilitar y potenciar las relaciones personales entre los usuarios que las componen.

No cabe duda de que las redes sociales ofrecen una gran cantidad de beneficios para aquel que las usa, pero siempre hay que tener en cuenta que, en la gran mayoría de los casos, ese uso es público y accesible para terceros, independientemente de sus intenciones.

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