PSICOLOGÍA

El currículo en las IM

Preparar los cambios en las actividades

Sabemos que a los estudiantes les cuesta el cambio. Ya que hemos conseguido que se interesen por una inteligencia o un centro de aprendizaje, les vamos a pedir que cambien, que roten. No será fácil, pero es importante para ellos.

Las estrategias de cambio de actividad también tienen que ver con el tipo de inteligencia dominante, por tanto, si quiero usar la inteligencia:

  1. Musical: puedo usar una música para el descanso, otra para la entrada a la clase, otra para la salida, otra para la comida…
  2. Espacial: puedo usar símbolos que impliquen que es hora de prepararse para un cambio de actividad. Imágenes de alumnos descansando, comiendo, saliendo hacia sus casas o tomando el autobús.
  3. Kinestésica y corporal: podemos recurrir a gestos o movimientos del cuerpo para indicar que se aproxima un cambio. Con esto, le estamos indicando que es hora de estirarse (y lo hacemos nosotros físicamente), comer (y nos frotamos el vientre), etc.
  4. Lógico-matemática: un gran reloj digital que marca las horas del cambio o usar el timbre del móvil con una melodía particular para marcar los ritmos.

Comunicar normas y leyes en la clase según las IM

Estas son algunas de las sugerencias que H. Gardner recomienda para aplicar el enfoque de las IM al comunicar las normas o leyes en el aula:

  1. Se debaten las normas o leyes y el método más sencillo y conocido.
  2. Se asigna un número a cada norma y, cuando haya que citarla, se utiliza el número.
  3. Junto con las normas escritas, se añaden dibujos o símbolos gráficos de lo que está permitido y lo que no.
  4. Cada norma tiene un gesto o movimiento, así los estudiantes demuestran que conocen las reglas, repitiendo los diferentes gestos.
  5. Cada norma se asocia con una canción, una melodía o un sonido que todos conocen.
  6. A cada norma se le asigna un animal o símbolo, y también un atributo: jirafa feliz, águila callada... Los estudiantes pueden aprender las normas y crear vínculos a través del símbolo y la emoción que lleva consigo.

Si queremos promover que los estudiantes colaboren y participen en la creación de valores y competencias, lo mejor es que el grupo esté implicado desde el principio en el método para asegurarnos de que se comprende. Es importante que se grabe en el cerebro desde diferentes perspectivas, para que los estudiantes que tienen una conducta tendente a no respetar las normas puedan comprender que, cuando la norma se da desde su inteligencia dominante, la cumplen mejor.

Estas estrategias de IM son básicas para hacer un análisis del currículo integrativo. Muchas veces no es que el currículo no esté bien programado, sino que no se respeta por los alumnos. Por tanto, tenemos que intentar hacer prevalecer el orden en el proceso disciplinado, con todas las IM.

Crear grupos de trabajo en el currículo de las IM

Una de las aplicaciones estratégicas más interesantes de las IM lo constituye el hecho de cómo crear grupos reducidos de trabajo. La gestión grupal es un elemento clave en el éxito del aprendizaje. Aunque los grupos tradicionalmente se han formado basándonos en factores como el interés común, las habilidades, pasiones..., H. Gardner (2010) trabaja mucho en el ámbito de crear grupos diversos, donde los individuos no se parecen.

Las IM trabajan proporcionando un gran espectro de estrategias para crear grupos basados en elementos secundarios relacionados con cada inteligencia.

Algunos ejemplos son:

  1. Estrategia verbal: piensa en un sonido de una consonante o vocal que aparece en tu nombre o apellido. Di esa letra en voz baja y luego en voz alta. Desplázate por el espacio y busca tres o cuatro compañeros que estén pronunciando la misma letra.
  2. Estrategia matemática: piensa en el día en que naciste. Di ese número en voz baja y luego en voz alta. Desplázate por el espacio y busca de nuevo compañeros que estén resonando con el mismo número.
  3. Estrategia espacial: busca a tres o cuatro compañeros que lleven el mismo color que tú, o la misma prenda.
  4. Estrategia corporal: escoge mentalmente un movimiento que harás y todo el grupo hace ese movimiento. Congela el grupo, observa quién de los compañeros ha hecho movimientos similares a los tuyos y forma grupo.
  5. Estrategia musical: el grupo propone tres o cuatro canciones o melodías que todos conocen. Silencio. A la de tres, cada uno empezará a cantar una de las melodías, forma grupo con los afines.
  6. Estrategia naturalista: piensa en un animal. A la de tres, el animal emitirá un sonido. Únete con los compañeros que han hecho sonidos similares a los tuyos: perro, gato, oveja, vaca...

Una variable de este ejercicio es unirte con quien no eres afín. Se pueden hacer las dos modalidades. No es necesario tratar todas las inteligencias a la vez en la gestión de la clase, pero es especialmente útil cuando se quiere licitar conocimiento escondido en el grupo. Permite explorar otras conexiones de inteligencias secundarias.

Para empezar, prueba solo con dos estrategias y ves aumentando progresivamente cuando el alumno tenga más confianza en el método. Al final, comprenderá que tiene muchas cosas en común con sus compañeros.

Analizar el comportamiento individual en el currículo integrativo de las IM

Aunque hayamos sido capaces de comunicar con eficacia las normas, y los modelos de las inteligencias, y de crear grupos de trabajo asertivos, siempre habrá algunos alumnos que no puedan seguir el programa; ya sea por sus características cognitivas particulares, porque tienen emociones internas no resueltas o porque están atravesando momentos particulares. Para ellos, va dedicada esta sección.

Estos alumnos minoritarios, que H. Gardner tipifica entre el 2-3 %, hay que reforzarlos a través de las diferentes inteligencias, varias a la vez, a que respeten a los demás, que no peguen y que se comporten. Básicamente, normas y conducta. H. Gardner hizo una reflexión muy interesante sobre el modelo disciplinario, adaptando los diferentes enfoques a los diferentes tipos de alumnos.

Algunos ejemplos de métodos de disciplina combinando las IM son métodos basados en:

  1. Inteligencia verbal: hablar con el alumno, darle libros para que lea o vea que hablan del problema y que les haga reflexionar sobre las soluciones, ayudar con estrategias de expresión…
  2. Inteligencia matemática: utilizar el enfoque lógico, ayudarle a que haga un gráfico de mejora de su comportamiento, reforzando lo positivo…
  3. Inteligencia espacial: pedirle que dibuje su comportamiento o que lo visualice, darle una metáfora o un acertijo para que descubra lo que queremos que cambie, darle películas o fotos que representen los comportamientos apropiados…
  4. Inteligencia corporal: pedirle al alumno que represente con el cuerpo el comportamiento apropiado, haciendo teatro. Ayudarle a relajar, destensar y crear espacio cuando le viene el enfado…
  5. Inteligencia musical: seleccionar músicas que traten sobre el tema o que reflejen lo que sienten cuando el comportamiento emerge.
  6. Inteligencia interpersonal: crear un consejo de amigos que le ayude en situaciones difíciles, hacer que el estudiante cuide de otro de un curso inferior (mentor), dar otras salidas sociales para sus energías: liderar un grupo...
  7. Inteligencia intrapersonal: mandarle a que se relaje a una zona de descanso positivo. Dar apoyo personalizado, hacer un contrato de comportamiento, dar al alumno la posibilidad de trabajar en proyectos que le motivan, proponer actividades que sean autovalidables…
  8. Inteligencia naturalista: cuentos o relatos que hablen de la naturaleza en relación a ese comportamiento. Metáforas de símbolos, animales o mitos, que recojan la experiencia. Terapia con animales.

Las estrategias del comportamiento se pueden ajustar todavía más a las necesidades de alumnos con comportamientos más precisos, y la experiencia nos va indicando la utilidad de las IM.