RRHH

El cerebro emocional y el pensamiento

El cerebro humano está formado por varias zonas diferentes que evolucionaron a lo largo de las diferentes épocas en las que ha vivido el ser humano. Cuando en el cerebro de nuestros antepasados crecía una nueva zona, generalmente la naturaleza no desechada las antiguas; en vez de ello, las retenía, formándose la sección más reciente encima de ellas.

Así podemos hablar de:

  1. Sistema límbico o cerebro emocional. También llamado cerebro medio. Es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala. Son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el ser humano experimenta miedo, tristeza, ira o alegría, entre otras.
  2. Corteza cerebral o neocortex. El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral y esto implica que podamos tener control sobre nuestras emociones, ya que el neocortex es el cerebro racional.
  3. Lóbulos pre frontales y frontales. Asumen dos importantes tareas: moderar nuestras reacciones emocionales (frenando las señales del sistema límbico) y desarrollar planes de actuación concretos para situaciones emocionales.

Todo está en nuestra mente, las emociones también, como acabamos de explicar.

De hecho, la secuencia para el trabajo desde la inteligencia emocional pasaría por los siguientes pasos o procesos:

  1. Pensamientos
  2. Sentimientos
  3. Conductas

Por lo tanto, para cambiar los sentimientos tanto del líder como de los miembros de un equipo y, por ende, su conducta debemos empezar por modificar los pensamientos negativos. Centrando este tema dentro de la literatura en la inteligencia emocional, empecemos por definir qué son los pensamientos.

El pensamiento es el diálogo con nosotros mismos, es nuestro lenguaje interno y da lugar a afirmaciones con las que describimos el mundo.

Estos pensamientos o afirmaciones internos pueden ser de dos tipos:

  1. Pensamientos positivos son aquellos que nos hacen sentir bien y nos ayudan a alcanzar las metas propuestas.
  2. Pensamientos negativos son aquellos que nos hacen sentir mal y son un obstáculo para alcanzar las metas propuestas.

Todo lo que pensamos en relación con nosotros mismos se puede expresar, convirtiéndose el pensamiento negativo en autoafirmaciones negativas.

Las autoafirmaciones negativas también pueden ser de dos tipos:

  1. Autoafirmaciones personales. Son las cosas desagradables que pensamos o nos decimos a nosotros mismos en distintas situaciones o con distintas personas y para ello normalmente utilizamos el lenguaje interno o pensamiento.
  2. Autoafirmaciones interpersonales. Son las cosas desagradables que pensamos y expresamos de nosotros mismos a otras personas, cuando nos relacionamos con ellas.

¿Cómo detectar los pensamientos negativos?

Para detectar los pensamientos negativos es importante conocer las distorsiones más frecuentes que se producen. Profundicemos en este concepto como gestores de personas o profesionales del ramo de los recursos humanos para saber los pasos que hay que seguir.

Estos son:

  1. Pensamientos generalizados: ¿En qué consisten? Consisten en extraer una conclusión general a partir de un simple incidente o hecho aislado. ¿Cuándo se tienen estos pensamientos? Se puede decir que se tienen estos pensamientos, cuando se utilizan los siguientes términos: todos, nadie, ninguno, siempre, nunca.

Ejemplo: “nunca llego a la hora, siempre hago las cosas mal, todo el mundo se ríe de mí, todo el mundo es mejor jefe o trabaja de manera más eficiente”.

  1. Pensamientos filtrados: ¿En qué consisten? Consisten tomar los detalles negativos y magnificarlos, mientras que no se tienen en cuenta todos los aspectos positivos de la situación. Ejemplo: las evaluaciones del desempeño son terribles. No se percibe el aspecto positivo del desarrollo. ¿Cuándo se tienen estos pensamientos? Se puede sospechar que existen, cuando el pensamiento vuelve una y otra vez sobre ciertas palabras clave: terrible, tremendo, desagradable, horroroso, peligroso e injusto. La frase clave es: no puedo resistirlo, no puedo aguantarlo, no puedo soportarlo.

Ejemplo: piensa que defender un proyecto delante del comité de dirección es terrible. Inmediatamente se dice a usted mismo: “no puedo resistirlo”.

  1. Pensamientos polarizados: ¿En qué consisten? Consisten en percibir o interpretar cualquier cosa o situación de forma extrema, pasando de un extremo a otro sin considerar posiciones intermedias. ¿Cuándo se tienen estos pensamientos? Se puede decir que se tienen estos pensamientos, cuando la persona se juzga a sí misma en los siguientes términos: con éxito- fracaso, inteligente- imbécil, bueno-malo, perfecto- desastre, fuerte-débil y competente- incompetente. La persona que habitualmente tiene este tipo de pensamientos vive en una realidad blanco o negro.

Ejemplo: se equivoca en la exposición de un tema frente al comité de dirección y piensa que es un fracasado.

  1. Pensamientos catastróficos: ¿En qué consisten? Consisten en exagerar las consecuencias de algún acontecimiento. ¿Cuándo se tienen estos pensamientos? Se puede decir que se tienen estos pensamientos, cuando se piensa en los siguientes términos: y si...

Ejemplo: si tiene un rechazo frente a una promoción interna, piensa que no va a ser capaz de prosperar nunca en tu carrera profesional.

Ejemplo: ante algún suceso se piensa y si me sucede a mí.

  1. Pensamientos personalizados: ¿En qué consisten? Consisten por una parte en suponer que todo lo que ocurre en el ambiente, está relacionado o tiene que ver contigo mismo y, por otra en compararse negativamente con todos los demás.

Ejemplo: “los otros están más preparados que yo. Los otros son mejores líderes que yo y saben motivar y desarrollar a sus equipos de trabajo”.

La importancia de saber modificar los pensamientos negativos en otros más positivos

Es importante saber modificar los pensamientos negativos que nos hacen daño, y nos molestan, en otros más ajustados a la realidad, por las siguientes razones:

  1. Si se sabe modificar los pensamientos irracionales en otros más adaptativos y funcionales se tendrá las siguientes ventajas:
    1. Dejará de culpabilizarse y se sentirá más a gusto consigo mismo y con los demás. Aumenta la autoestima, por tanto.
    2. Podrá mejorar su estado de ánimo y afrontará con éxito, cualquier situación social en la que se desenvuelva o cualquier reto que se proponga.
    3. Se sentirá optimista, alegre, seguro de sí mismo y muy responsable en cualquier tarea que realice, sin ansiedad, bloqueos y angustia.
    4. La persona que tiene bajo su responsabilidad equipos de trabajo debe evitar el contagio emocional a sus colaboradores. De ahí la importancia de cambiar a positivo los pensamientos más dañinos, ya que como se ha dicho anteriormente en este manual es el primer paso para ser inteligente emocionalmente.
  2. Si no se aprende a manejar los pensamientos negativos de forma adecuada cualquier profesional se encontrará los siguientes inconvenientes:
    1. Se sentirá triste, desilusionado y desmotivado, con sentimientos de ansiedad y angustia y no será capaz de afrontar con éxito las situaciones sociales en las que se desenvuelva, ni las metas que se proponga.
    2. Se culpabilizará y se sentirá incómodo consigo mismo y con los demás. Disminuye su autoestima.
    3. Se sentirás pesimista, triste, inseguro y poco responsable en cualquier tarea que realice, con ansiedad, bloqueos y angustia.

Modificar los pensamientos negativos en otros más flexibles y agradables

Para modificar los pensamientos negativos que nos hacen daño y nos molestan, en otros más ajustados a la realidad, es importante seguir los pasos adecuados.

Desde este capítulo les invitamos como responsables de un equipo a trabajar en pos de vuestra inteligencia emocional a realizar los siguientes pasos:

  1. Detener los pensamientos: ¿Cómo? En el momento que aparezca el pensamiento desagradable en la mente, debe interrumpirlo inmediatamente, utilizando una fuerte y enérgica exclamación mental como la siguientes: “stop, calla, ¡basta ya!”.
  2. Relajarse: ¿Cómo? Inmediatamente después de detener el pensamiento, debe pensar en algo agradable y bueno que le produzca tranquilidad. A continuación, respirar lenta y profundamente durante unos minutos de la sigue forma: tome aire lentamente y reténgalo en los pulmones hasta que cuente 1, 2, 3, y 4 después expulsarlo suave y lentamente, mientras cuenta mentalmente hasta 8.
  3. Identificar o detectar el tipo de errores: ¿Cómo? Una vez que esté tranquilo debe pararse a reflexionar sobre el tipo de errores que impiden que su mente funcione adecuadamente. Para ello debe hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de errores tiene mi mente que me producen malestar?
    1. Problemas generalizados
    2. Problemas filtrados
    3. Problemas polarizados
    4. Problemas catastróficos
    5. Problemas personalizados

Cambiar los pensamientos erróneos por otros más flexibles

¿Cómo? Una vez detectados los pensamientos no deseados debe sustituirlos por otros que le transmitan tranquilidad o bien por afirmaciones de autoaceptación.

Ejemplo:

Pensamiento negativo: “las entrevistas de evaluación del desempeño son terribles. No puedo soportarlas”.

Distorsión (pensamiento filtrado): para modificar este tipo de pensamientos debe realizar lo siguiente:

  1. Dejar de usar palabras tales como: terrible, tremendo, repugnante, horrible, etc.
  2. Evitar frases como: no puedo resistirlo, no puedo soportarlo, no puedo aguantarlo.
  3. Decirse frases como: no exageres, puedo enfrentarme a ello.

Autoafirmación sin distorsión: “las entrevistas son difíciles porque está evaluando mi jefe mis competencias, pero puedo enfrentarme a ellas”.

Esta explicación se realiza de forma directa y en primera persona del singular para que el alumno coja la destreza adecuada y pueda practicarlo a modo de guía de desarrollo.

Por tanto, los pensamientos impulsan las emociones que dan lugar a los comportamientos:

  1. Un pensamiento de éxito impulsa una emoción de éxito que da lugar a un comportamiento de éxito.
  2. Un pensamiento de fracaso impulsa una emoción de fracaso que da lugar a un comportamiento de fracaso.
  3. También funciona en sentido contrario de tal manera que los comportamientos impulsan las emociones que atraen a los pensamientos.

La emoción genera un pensamiento que deviene en un comportamiento. Trabajar el pensamiento, como se ha visto, se torna fundamental.