PSICOLOGÍA

Las alergias e intolerancias alimentarias

“La única forma de prevenir las reacciones alérgicas en las personas sensibles es eliminar el alimento o componente que la origina de su dieta o de su entorno. En caso de intolerancia alimentaria, puede ser suficiente limitar las raciones que se consumen del alimento en cuestión, para evitar los síntomas.”


La alergia alimentaria es una reacción exagerada del organismo ante un alimento o a uno de sus componentes (alérgeno) que activa el sistema inmunológico.

Un alérgeno provoca una serie de reacciones en cadena en el sistema inmunológico, entre ellas la formación de anticuerpos específicos, llamados IgE (Inmunoglobulina E), contra las sustancias que detecta como extrañas.

Los síntomas pueden aparecer, de manera casi inmediata, al comer o tocar el alimento, o inhalar sus vapores de cocción, aún en cantidades mínimas, y pueden afectar a la piel, al aparato digestivo, al aparato respiratorio o a todo el organismo.

Las alergias a los alimentos o a sus componentes son hereditarias y normalmente se identifican en los primeros años de vida.

Los tipos de alergias que nos podemos encontrar son:

  1. Alergia a la proteína de la leche de vaca: Las proteínas de la leche (caseínas) y las del suero de la leche (seroproteínas) son las principales causantes de la alergia. Los síntomas más comunes son los vómitos y la diarrea, aunque las reacciones adversas pueden variar de una persona a otra.
  2. Alergia al huevo: Tanto las proteínas de la clara como las de la yema pueden actuar como alérgenos.
  3. Alergia al pescado: El pescado es, junto al marisco, uno de los alimentos que más alergias Sus proteínas (parvoalbúminas), la histamina que puede contener, serán las causantes de las reacciones alérgicas.
  4. Alergia al anisakis: Es la reacción adversa producida por la ingestión de pescado marino contaminado por larvas del parásito llamado anisakis, que frecuentemente puede verse a simple vista. Existen dos tipos de afectación causada por él:
    1. La anisakiasis.
    2. La alergia al anisakis.
  5. Alergia a mariscos: La alergia a marisco es frecuente en la edad adulta, siendo uno de los alimentos que mayor número de alergias
  6. Alergia a legumbres: La principal legumbre responsable de reacciones alérgicas es la lenteja, seguida del garbanzo. Con menor frecuencia se da alergia a judía, guisante, soja y altramuz. Las legumbres pueden producir distintas reacciones dependiendo de que sean frescas o secas.
  7. Alergia a frutas: La alergia a frutas, especialmente de la familia de las rosáceas, es una de las más frecuentes en nuestro país. En algunos casos pueden desarrollarse reacciones graves con frutas como kiwi, plátano y mango. El zumo suele ser causa de reacciones porque se toma, de manera rápida, más cantidad de la fruta.
  8. Alergia a los frutos secos: La alergia a los frutos secos se considera una afección importante, ya que comienza a una edad temprana, dura toda la vida y puede ser fatal. La alergia leve a los frutos secos se puede limitar a una erupción, náuseas, dolor de cabeza y a la inflamación de la lengua y los labios, mientras que la alergia grave puede provocar anafilaxia. Debido a la posible gravedad de los síntomas de la reacción alérgica a los frutos secos, aquellas personas que sufren dichas reacciones deberán evitar cualquier contacto con los mismos y llevar adrenalina en todo momento para contrarrestar reacciones alérgicas graves).
  9. Alergia a cereales: Las causas de estas alergias pueden ser diferentes tipos de cereales como trigo, centeno, cebada, avena, maíz o arroz. Es importante diferenciar entre alergia a cereales y celiaquía. La celiaquía es una enfermedad intestinal crónica por mala absorción.
  10. Alergia al látex: La alergia al látex se produce cuando una persona reacciona exageradamente al contacto, ingestión o inhalación de partículas de caucho natural, contenidas en estos objetos.

La intolerancia alimentaria se puede definir como una condición en la que se producen efectos adversos (no producidos por IgE) tras ingerir un alimento en concreto. La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo. En el caso de la intolerancia, la reacción es menor que en el de una alergia y la persona no es consciente de que se ha producido dicha intolerancia puesto que no se manifiestan los síntomas de una manera rápida. Los síntomas son similares a los de una alergia (entre ellos náuseas, diarrea y dolor abdominal).

La intolerancia alimentaria se da cuando el cuerpo no puede digerir correctamente un alimento o uno de sus componentes.

Las intolerancias alimentarias más habituales son:

  • Intolerancia a la lactosa: La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche. Normalmente, la enzima lactasa, que está presente en el intestino delgado, descompone la lactosa en azúcares más simples (glucosa y galactosa), para que puedan ser absorbidos por el torrente sanguíneo. Cuando la actividad de la enzima es demasiado baja, la lactosa no se puede digerir, y pasa al intestino grueso, donde fermenta por la actividad de las bacterias de la flora intestinal.
  • Intolerancia al gluten: La intolerancia al gluten es un trastorno intestinal que se da cuando el cuerpo no puede asimilar y/o digerir correctamente dicha proteína. La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente que se puede diagnosticar a cualquier edad.

¿Qué podemos hacer para prevenir alergias e intolerancias alimentarias?

La única forma de prevenir las reacciones alérgicas en las personas sensibles es eliminar el alimento o componente que la origina de su dieta o de su entorno. En caso de intolerancia alimentaria, puede ser suficiente limitar las raciones que se consumen del alimento en cuestión, para evitar los síntomas. Una buena forma de protegerse es leer la información sobre los ingredientes de las etiquetas, y conocer qué alimentos provocan las alergias, la intolerancia o el asma.

La Comisión del Codex Alimentarius, la Comisión de la Unión Europea y otros organismos internacionales están estableciendo los criterios científicos para seleccionar aquellos alimentos alergénicos que deben ser etiquetados. Están considerados como alérgenos graves:

  • Los cacahuetes
  • Los frutos secos
  • Los crustáceos
  • El pescado
  • La soja
  • La leche de vaca
  • Los huevos
  • El trigo
  • El sésamo

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